Discurso De La Mujeres De Dicadas A Los Templos

Bloque I:

Discursos a las mujeres dedicadas a los templos

Fernando de Alva Ixtlilxóchitl (1985)

En la época prehispánica, existían diversos tipos de escuelas, como el Telpochcalli, el Calmecac, el Ichpochcalli y el Cuicacalli, en las cuales se instruía la educación a través del huehuetlatoani (discursos en donde los viejos compartian su sabiduria).

La eduacion de las mujeres era impartida en los Ichpochcalli, donde recibían educación, es el caso de la enseñanza que se les brindaba a las mujeres que serían sacerdotizas.

"Muchas eran las doncellas que por impulso de su devoción se dedicaban a las estrecheces de ésta vida, pero muchas más las que seguian por voluntad de sus padres. Y como entre todas las naciones fue siempre la mexicana la que más se dio al supersticiosos culto de los demonios, era excesivo el número de éstas sacerdotizas con que llenaban los templos y en donde las ofrecían luego que habían cumplido cuarenta días de nacidas, aceptandolas los sacerdotes, en nombre de los ídolos a quienes las presentaban haciendoles una oración" (Alva Ixtlixochitl, Fernando de, 1985, 44)

A los cuarenta días, por medio de una oración las doncellas se registraban entre las mujeres que se dedicarían a los templos y se regresaban a sus padres hasta que cumplieran 8 años.

"Concluido éste ofrecimiento y deprecación, se la volvían a sus padres, para que la criasen hasta edad de ocho años" (Alva Ixtlixochitl, Fernando de, 1985, 45)

Al cumplir ocho años de edad, se realizaba una ceremonia donde se recibía a las nueva doncella que se dedicaría a adorar a su Dios. Con ello la doncella dejaría su casa, para dedicarse a las obligaciones con el templo.

"La obediencia presentaba la buena crianza y nobleza de los antiguos, con lo cual serás honesta y recogida y dejaras de ser desvergonzada y liviana. y si por estas vestidas de carne estas doncellas que me escuchan hubiere alguna en quien puedas reconocer nota de infamia, huye de su compañia, porque cada cual gana la merced de sus obras y de una casa de recogimiento se ha de tomar de las unas lo bueno en que relucieren, y huir de lo malo que cometieron las otras".

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