Día De Muertos

Las tradiciones del Día de Muertos han sido paulatinamente desplazadas y remplazadas poco a poco por las fiestas de Halloween originarias de nuestro país vecino Estado Unidos, y las cuales no pertenecen a nuestra cultura mexicana. La llegada a México de costumbres y productos extranjeros pone en peligro de extinción a nuestras fiestas, tradiciones y expresiones artísticas. Existen muchos factores que influyen en el proceso de desplazamiento de la tradición de día de muertos por la tradición norteamericana de Halloween, pero el principal de ellos es el proceso de culturalización que se da a través de la globalización. Para entender este proceso primero se debe tener claro el concepto. Se define como culturalización a la inclusión en una cultura a otra que se considera menos desarrollada. Este proceso, a pesar de ser un poco complejo en algunas sociedades, fue muy común en el pasado, y sigue siendo en la actualidad, principalmente cuando Estados Unidos está involucrado, ya que gracias a los medios de comunicación difunde ideas, costumbres y tradiciones propias de ese país, y altera la forma en que las personas de otras naciones ven su realidad, llegando a transformar sus costumbres y tradiciones, como lo es en este caso el día de muertos. El vocero de la diócesis de Tabasco, Denis Ochoa Vidal, cree que es muy lamentable que en la actualidad, especialmente los jóvenes, pierdan las tradiciones del Día de Muertos, debido a que ellos están mucho más enfocados en ideas con respecto al Halloween que a nuestras grandes tradiciones mexicanas. La globalización implica desde anuncios publicitarios en televisión, cine y revistas, promociones, regalos, ofertas y decoración que se presentan en comercios de origen americano, como por ejemplo Walmart, Home Depot, Costco, etc. Otro de los factores relacionados con la pérdida paulatina de esta tradición tiene que ver con que los padres de familia no les inculcan a sus hijos el significado de estas fiestas culturales, debido a la falta de conocimiento que ciertas personas presentan, por lo cual los niños y jóvenes dejan de tener interés en ello, y en lugar de visitar a los fieles difuntos en el cementerio y realizar ofrendas, éstos se disfrazan y salen a pedir dulces el 31 de octubre.

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