EGIPTO: Imperio Medio, Nuevo y Tardío
Enviado por caroandretich • 3 de Julio de 2017 • Tarea • 5.499 Palabras (22 Páginas) • 300 Visitas
INSTITUTO SUPERIOR DE PROFESORADO Nº 60
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Profesorado de Educación Secundaria en Historia | 1º año – 2015
MATERIA: HISTORIA MUNDIAL I
Profesor: Federico Agnello
TRABAJO PRÁCTICO:
EGIPTO: Imperio Medio, Nuevo y Tardío
ALUMNOS:
Leonardo Simoneit
Francisco Welschen
Exequiel Salzmann[pic 2]
INDICE:
Imperio Medio, Nuevo y Tardío………………....Página de 3 a 4
Organización Política – Administrativa……….Página de 5 a 7
Organización Política – Social………………..……Página de 8 a 9
Economía…………………………………………….…. Página de 10 a 12
Calendario…………………………………………….…Página 13
Religión……………………………………………………Página de 14 a 17
Cultura……………………………………………………..Página de 18 a 21[pic 3][pic 4]
IMPERIO EGIPTO
(MEDIO – NUEVO – TARDIO)
A continuación haremos una pequeña introducción. Luego desarrollaremos temas específicos del Imperio Egipcio tales como la Organización Política, Administrativa y Social, Economía, Religión y Cultura.
La civilización egipcia se desarrolló en una de las áreas más desérticas y áridas del mundo. Este desarrollo fue posible gracias al río Nilo que atraviesa el desierto corriendo de sur a norte y desembocando en el delta. Además la aridez cada vez mayor del desierto oriental, hizo que se concentrara gran cantidad de población al borde del Nilo para aprovechar el suelo fertilizado que se genera producto de las crecientes anuales. En este territorio se formaba una especie de jaula social, debido a que el Nilo solo fertilizaba una franja de tierra y obligaba a las personas a vivir a su alrededor. La fuerza de trabajo era periódica y estacional por la crecida anual. Su población llego a alcanzar los 6 millones de habitantes.
Imperio Medio: Abarca desde las dinastías XI – XVII durante los años (2040 a.c – 1580 a.c).
Durante este periodo la capital se encuentra en Tebas (fue la capital del Imperio Medio e Imperio Nuevo de Egipto; estaba situada en la actual ciudad de Luxor). En la organización social y estatal, el faraón debe poner su persona y los bienes del país al servicio de la población, buscando antes que todo la felicidad de sus súbditos. Sus épocas de esplendor se dan entre las dinastías XI y XII. A partir de ese momento comienza de nuevo un periodo de decadencia en la que hay luchas de poder entre príncipes, crisis económicas, etc. Aprovechando el debilitamiento de sus fortalezas, un pueblo pastor de Siria, los Hicsos, caen desde Asia sobre el Bajo Egipto (aproximadamente hacia el 1730 A.C.). Son grupos números bien armados. Los egipcios apenas pueden presentar espadas de cobre, escudos de cuero, flechas con puntas de sílex; los hicsos en cambio traen espadas de bronce y hierro, lanzas, escudos y cascos de metal, carros de guerra tirados por caballos (animal desconocido hasta entonces en Egipto), causan pánico y los egipcios son completamente derrotados. El país es saqueado (región del alto y bajo Egipto) y gran parte de la población es reducida a la esclavitud. El empleo del caballo favorece el desarrollo de la agricultura y transforma el arte de la guerra entre los egipcios, cuyos ejércitos hasta entonces estaban formados sólo por infantería. Estos hicsos, luego son expulsados y comienza un nuevo periodo de esplendor.
Imperio Nuevo: Abarca desde las dinastías XVIII – XXV (1580 a.c – 1050 a.c). Su comienzo está marcado por la expulsión de los hicsos y la reunificación del país. Se reconstruyen templos y palacios, el sacerdocio se enriquece (los Hicsos prisioneros fueron incorporados como mano de obra esclava).
El Imperio Nuevo es el período más brillante de la historia de Egipto. De pacífico y antimilitarista, se cambia a un pueblo guerrero y conquistador. Es el apogeo de la política exterior e interior. Se realizan numerosas obras arquitectónicas y artísticas. Para las tumbas reales ya no se emplea la pirámide, sino los hipogeos, galerías profundas excavadas en la roca. Fue el periodo más próspero de Egipto y marcó el cenit de su poder debido a sus grandes expansiones. Posiblemente como resultado de la dominación extranjera de los hicsos durante el segundo periodo intermedio, el Imperio Nuevo vio necesario invadir o conquistar los territorios cercanos a los países del cercano oriente para estar resguardados ante posibles invasiones (ejercieron una política de influencia en reinos extranjeros). Los ejércitos egipcios lucharon contra las tropas hititas por el control de lo que hoy en día es Siria y de ese modo alcanzar un mayor alcance territorial. También se expandió al sur, en Nubia.
Organización Política – Administrativa
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En la Dinastía IV había dos cargos principales en la Administración Central: El Visir y el Supervisor de las Obras. A partir de la V Dinastía, aumentó el número de altos funcionarios. Se dividieron las funciones del Supervisor de las obras y se crearon otros múltiples cargos como: Supervisor del granero, de los Escribas, de los documentos del Rey, de las Grandes Mansiones. Todo ello se hizo para conseguir una administración más eficaz, reduciendo y especializando el ámbito de actuación de cada funcionario.
Los egipcios contaban con dirigentes capaces de planear, organizar y controlar a miles de trabajadores en la ejecución de sus monumentos. Las pirámides de Egipto son evidencias actuales de que se intentaron proyectos de enorme alcance, que emplearon decenas de miles de personas. La política egipcia es más una monarquía centralizada en la figura del faraón que como no puede cumplir con todas sus funciones a la vez designa a funcionarios públicos de su confianza para la administración: el visir, el nomarca y los escribas.
Faraón: El faraón es la máxima autoridad del reino y era considerado por el pueblo como un Dios, un elegido de los dioses para legitimar sus acciones y decisiones. En su decoración figuraban la flor del loto, símbolo del sur, y flor del papiro, símbolo del norte, llevaba dos coronas. Se le consideraba una encarnación de Horus y era el sumo sacerdote del culto de todos los dioses. Era el padre y el señor de su pueblo. Reglamentaba la vida pública y privada de los habitantes. Su misión era hacer la felicidad de sus súbditos. El puesto de faraón era hereditario. Al morir el faraón, otro rey ocupaba su puesto. La legitimidad para la sucesión al trono se consideró, en algunas épocas, que debía ser por ambas líneas: ser hijo del rey y de la reina. De ahí que el faraón debía casarse con su propia hermana para no introducir en el linaje faraónico sangre que no fuera real. Dirigiría al Estado.
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