EL CAPITALISMO COMO FUERZA VIVA DE LA HUMANIDAD CONTEMPORANEA

ENSAYO

EL CAPITALISMO COMO FUERZA VIVA DE LA HUMANIDAD CONTEMPORANEA

Para Max Weber, no era un secreto, que en aquellas poblaciones donde había mayor participación protestante, poseían una estructura transformadora social del capitalismo, haciendo énfasis en sus propias necesidades, quien con mayor ahínco trabajaba, mayores serían sus ganancias y mayor la productividad del capital.

Cuando este Alemán hace un paralelo entre la doctrina protestante y la doctrina católica, se encuentra que la primera es más organizada y los cargos son relevantes en la misma, mientras que los católicos son menos meritorios de altas dignidades, esto es quizás por la capacidad intelectual y de concepción de conocimientos aprioris que poseen, lo que hace determinante, ese espíritu de capitalismo que tienen los protestantes frente a los católicos.

En pocas palabras, Weber afirma que el mundo protestante es más exitoso económicamente que el mundo católico gracias al influjo de la religión protestante en cada uno de sus individuos: amor al trabajo, honradez, ahorro y un apego permitido a lo material, algo que el catolicismo solo supo predicar a medias los domingos pero no controlar ni inculcar en la cotidianidad de su pueblo.

Estas anotaciones han sido cambiadas en nuestros tiempos, por el impacto de las nuevas condiciones surgidas con el proceso incipiente de industrialización y de las pautas culturales del capitalismo, aunque en términos generales, se conserva esa mística de honrar y alabar a Nuestro Dios, muy a pesar de muchos elementos ajenos a lo religioso,

aún se fomenta en el catolicismo un núcleo de valores, que se convierten en clamor por una verdadera libertad social – económica y política.

En este sentido emerge una cierta visión utilitarista, al medir todo en cuanto me sea útil para aumentar el fin de incrementar el patrimonio capital, incluso los valores” morales”, como la puntualidad al devolver un préstamo es valorado únicamente por la apertura de la posibilidad de tener mayores ingresos en el futuro y no por que la acción en si misma sea o no sea correcta. Esa mentalidad visionaria y positiva de los protestantes, los llevó a grandes escaños en su vida, siempre buscaban más y más.

El verdadero enemigo del espíritu del capitalismo es lo tradicional, lo trivial, ya que el conformismo del hombre frente a las condiciones presentes, que le brindan las comodidades necesarias para vivir, parece sentir a gusto. Frente a esto, el incentivo positivo hacia el obrero para que trabaje al máximo, no lo motiva a dar lo mejor de sí, ya que el incentivo en dinero no es significativo, y este tiene lo justo y necesario para vivir y se conforma con eso.

Esta actitud de conformismo, Weber la veía con malos ojos, pensaba que Lutero por esa falta de autoridad, más que de obediencia, no ofrecía garantías al capitalismo, de ahí que desvío su investigación hacia el Calvinismo y puritanos para poder llegar a los objetivos propuestos frente a la ética del capitalismo, la cual veía como grandes ganancias de capital y avances de moralidad para el ser humano.

El capitalismo exige el trabajo como una profesión de calidad y no de cantidad, no le importa un salario alto o uno bajo, simplemente se focaliza en que debe ser un trabajo con educación, basado en la moral religiosa, todo asociado a la economía.

El desarrollo no se reduce al simple crecimiento económico, hay que buscar las estrategias necesarias para llevarlo a cabo, por tal motivo es necesario la búsqueda de pensadores de reflexión profunda, del humanismo nuevo, el cual permita al hombre moderno hallarse a sí mismo, asumiendo los valores superiores como el amor, la amistad, entre otros, así podrá desarrollar a plenitud el verdadero desarrollo capitalista, para todos y cada uno de nosotros en condiciones de vida verdaderamente humana.

La concepción del trabajo y la profesión es una de las mayores aportaciones de la Reforma y de Lutero. Pero Lutero no puede relacionarse directamente con el espíritu del capitalismo, pues se encuentran en sus palabras violentas e injuriosas contra los grandes mercaderes, contra la usura, el

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