EL CATACLISMO DE DAMOCLES.PALABRAS CLAVES
Enviado por monik9212 • 13 de Marzo de 2016 • Ensayo • 1.233 Palabras (5 Páginas) • 2.659 Visitas
EL CATACLISMO DE DAMOCLES
PALABRAS CLAVES
- Cataclismo
- Bomba de Hiroshima
- Estados Unidos
- Unión Soviética
- Tercer Mundo
- Guerra
- Paz
- Liberación
- Justicia
- Injusticia
- Barbarie
- Armas
- Explosión
- Desastre
- Terror
- Sufrimiento
- Arsenal
- Ojivas
- Dinamita
- Industria nuclear
- Asistencia infantil
- Salud
- Muerte
- Alimentación
- Hambre
- Militar
- Educación
- Submarino
- Cohete
- Deuda externa
- Despilfarro
- Inteligencia
- Ciencia
- Inventos
INTRODUCCIÓN
Pese a que la polisemia del lenguaje nos da una amplia gama de connotaciones en las palabras disponiendo así relaciones biunívocas que prosperan los valores connotativos; para toda cultura, lengua y nación la palabra guerra denota el mismo significado: desavenencia de paz y violencia de magnitud colosal.
El siguiente informe de lectura, basado en el discurso de Gabriel García Márquez pronunciado el 6 de agosto de 1986 en la conmemoración número 41 del magno bombardeo a Hiroshima, pretende analizar y argumentar las devastaciones expuestas por el autor respecto a la guerra dada en una de sus tantas regiones víctimas que, sin ausencia de argumentos, refutaría aquel famoso dicho “no hay mal que dure cien años” pues este, la guerra, ha perdurado por miles de generaciones.
Siendo éste el objetivo del trabajo, sin más preámbulos, daré paso al informe de lectura, que, según mi criterio, hace una cruda pero innegablemente efectiva invitación a reflexionar en las bastas pérdidas que nos ha dejado la guerra y recuerda los clamores olvidados de una tierra a la que le arrebataron su tranquilidad y victimizada con una “espada de Damocles”.
EL CATACLISMO DE DAMOCLES
Un 6 de agosto de 1945, Hiroshima, ciudad de Japón, por orden del presidente estadounidense Harry Truman, fue bombardeada por primera vez dejando alrededor de 129.558 personas entre muertos y desaparecidos. Como si con ello no bastara, tres días después fue lanzada una segunda bomba, esta vez, sobre Nagasaki.
El objetivo de los Estados Unidos era claro: dar un golpe certero atacando ciudades que fueran parte estratégica de la nación japonesa como Nagasaki, puerto marítimo y ciudad clave en el comercio y Hiroshima considerada como un enclave importante de la industria militar de Japón; en otras palabras, su objetivo se centró en las ciudades de abastecimiento en armas y equipos de trasporte y comunicación haciendo más débil a su enemigo.
Lo anterior nos demuestra los delineamientos y parámetros por los que se rige la guerra en la que, reducir a cenizas su blanco, no son suficientes. Históricamente los países, imperios o cualquier “modo” de civilización han querido mostrar su poderío -con una insaciable pero creciente ambición- a través del uso de las armas. Es decir, la guerra se ha convertido en EL MEDIO para llegar a UN FIN.
Como bien lo expone el nobel García Márquez, dicha ambición de poder ha llevado a todo un planeta a esa lenta y nefasta aniquilación en la que la industria nuclear se ha convertido en la creación más magna, costosa y venerada por el poder y en la que la humanidad ha concentrado toda su atención.
Pero en mundo donde la testarudez es el camino guía en esa carrera de armas, todavía existe ese pequeño y barato consuelo (barato en comparación con el enfermizo despilfarro invertido en la guerra) para por lo menos defender aquellos aspectos considerados supuestamente esenciales – pero a los que no se le da la importancia que dicho término implica- para conservar lo poco de vida que resta en el planeta después de tanto ultraje.
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