EL DIA QUE ME VOLVI INVISIBLE
Enviado por luz1990 • 26 de Noviembre de 2013 • 832 Palabras (4 Páginas) • 614 Visitas
EL DIA EN QUE ME VOLVI INVISIBLE
(aportación de nuestra amiga Lorena Armenta)
No se a como estamos. En esta casa no hay calendarios y en mi memoria los
hechos estan hechos una maraña. Me acuerdo de aquellos calendarios grandes,
unos primores, ilustrados con imagenes de los santos, que colgabamos al lado
del tocador... pero ya no hay nada de eso, todas las cosas antiguas han ido
desapareciendo. Y yo, yo tambien me fui borrando sin que nadie se diera cuenta.
Primero me cambiaron de alcoba, pues la familia crecio. Despues me pasaron a
otra mas pequeña aun, acompañada de mis biznietas. Ahora ocupo el desvan, el
que esta en el patio de atras. Prometieron cambiarle el vidrio roto de la ventana,
pero se les olvido, y todas las noches por alli se cuela un airecito helado que
aumenta mis dolores reumaticos.
Desde hace mucho tiempo tenia intenciones de escribir, pero me pasaba semanas
buscando un lapiz y, cuando al fin lo encontraba, yo misma volvia a olvidar donde
lo habia puesto. A mis años, las cosas se pierden facilmente; claro que es una
enfermedad de ellas, de las cosas, porque estoy segura de tenerlas, pero siempre
se desaparecen.
La otra tarde caí en cuenta de que mi voz tambien ha desaparecido. Cuando les
hablo a mis nietos o a mis hijos, no me contestan. Todos hablan sin mirarme, como
si yo no estuviera con ellos escuchando atenta lo que dicen.
A veces intervengo en la conversacion, segura de que lo que voy a decirles no se le
ha ocurrido a ninguno y les van a servir de mucho mis consejos.
Pero no me oyen, no me miran, no me responden. Entonces llena de tristeza, me
retiro a mi cuarto antes de terminar de tomar la taza de cafe. Lo hago asi, de pronto,
para que comprendan que estoy enojada, para que se den cuenta que me han
ofendido y vengan a buscarme y me pidan perdon. Pero nadie viene.
El otro dia les dije que cuando me muriera entonces si me iban a extrañar.
El nieto mas pequeño dijo: "¿Y es que estas viva, abuela?..." Les cayo tan en gracia,
que no paraban de reir. Tres días estuve llorando en mi cuarto, hasta que una
mañana entro uno de los muchachos a sacar unas llantas viejas y ni los buenos
dias me dio.
Fue entonces cuando me convenci de que soy invisible, me paro en medio de la
sala para ver si aunque sea estorbo, me miran, pero mi hija sigue barriendo sin
tocarme, los niños corren a mi alrededor, de uno a otro lado, sin tropezar conmigo.
Cuando mi yerno se enfermo, tuve la oportunidad de serle util; le lleve un te especial
que yo misma prepare. Se lo puse en la mesita y me sente a esperar que se lo tomara.
Sólo que estaba viendo television y ni un parpadeo me indico
...