EL IMPERIO RUSO
Enviado por sarashi • 6 de Agosto de 2013 • 3.101 Palabras (13 Páginas) • 795 Visitas
El primer imperio Ruso
La Rusia europea ha sido, desde siempre, hogar de una multiplicidad de pueblos. A partir del segundo milenio anterior a la era cristiana el área registra la presencia de cimerios, escitas, sármatas, godos, hunos, ávaros, khazares y búlgaros. Los eslavos aparecen alrededor del siglo VI estableciéndose a lo largo de las vías fluviales utilizadas por los Vikingos varegos para su ruta comercial con Constantinopla. Durante la Edad Media, aproximadamente medio siglo después de la muerte de Carlomagno y poco antes de que Fotio desencadenara el cisma de la Iglesia cristiana, un grupo de varegos conducido por Rurik se apoderó de Novgorod. Diecisiete años después, en 879, se establecía en la estratégica ciudad de Kiev.
Hacia fines del siglo XI, sin embargo, la hegemonía cultural y política de Kiev comenzó a decaer y prácticamente desapareció luego de 1240 cuando los khanes mongoles de la Horda Dorada invadieron la región y se establecieron en Sarai, sobre el Volga. La invasión mongol inicia una larga época de crisis que se estabilizará recién unos cuatrocientos ochenta años más tarde, bajo la dinastía de los Romanov, cuando Pedro el Grande sentará las bases definitivas del Imperio de los zares.
La dominación mongol significó el aislamiento de Rusia que quedó separada tanto del área cultural bizantina como de Europa. Sólo las ciudades de Novgorod y de Pskov, dominadas por mercaderes que contrataban a "príncipes" como Alejandro Newsky en calidad de conductores militares mercenarios, mantuvieron algún contacto con Occidente a través de la Liga Hanseática. En este contexto, el área de Moscú - una ciudad cuya existencia aparece documentada por primera vez hacia 1147 - se convierte en principado hacia 1263.
En esta región, algunos miembros de las familias rus de Kiev se habían establecido en tierras libres, colonizándolas con campesinos a quienes ofrecían protección a cambio de impuestos en dinero y en especies. Según esta estructura feudal, cada príncipe era el Señor absoluto de su territorio, asistido en sus funciones de protección y defensa por un cuerpo militar de boyardos. De todos estos príncipes, el de Moscú consiguió obtener la hegemonía. Después de una larga época turbulenta, surge Ivan III el Grande quien no sólo anexa Novgorod sino que le niega a los mongoles el tributo en 1480 estableciendo definitivamente el Poder de Moscú.
Los siglos siguientes estarán dedicados a la expansión y consolidación de lo que, más tarde, llegaría a ser buena parte del Imperio Ruso. La hegemonía moscovita estaba aún lejos de ser completa. El Gran Ducado de Lituania retenía el control sobre gran parte de los príncipes del Sudoeste y las importantes fuerzas boyardas de Bielorrusia. Al Sur y al Este se hallaban los khanatos de Kazan, Astracán y Crimea constituyendo estados islámicos sucesores de la Horda Dorada.
Iván IV el Terrible amplía la influencia territorial. Después de asumir el título de Zar en 1547, conquista Kazan en 1552 y Astracán cuatro años más tarde. En 1581 los cosacos rusos inician la expansión hacia Siberia. A Iván IV lo sucede su hijo Fjodor I pero quien en realidad sostendrá las riendas del Poder será su cuñado, Boris Godunov, que terminará siendo elegido zar, aunque muchos lo considerarán un usurpador por no pertenecer a la dinastía de los rurikidas. A su muerte en 1605 el país desembocó en otro estado de profunda crisis, con toda una serie de pretendientes al trono, con invasiones de polacos, suecos y tártaros de Crimea; además de alzamientos de boyardos, campesinos, cosacos y hasta miembros de la baja clerecía.
De esta situación de anarquía general emergerá una milicia con base en Nizhni Novgorod que expulsará a los polacos de Moscú, repelerá a los suecos y a los cosacos, y elegirá al joven Miguel Romanov como zar en 1613. Con él, se inicia la dinastía de zares que gobernará Rusia hasta 1917.
Los Romanov, a pesar de muy difíciles situaciones internas y externas, convirtieron a Rusia en potencia mundial y en Imperio. Pedro I el Grande occidentalizará Rusia, se proclamará Emperador o "Zar de Todas las Rusias" en 1721 y se instalará en el Báltico lo que le permitirá a Rusia establecer un canal de comunicación estable con el resto de Europa. Hacia el sur inicia la ofensiva imperial rusa sobre los mares Negro y Caspio con bastante menos suerte pero sentando un precedente que continuarán sus sucesores.
Durante el siglo XVIII el Imperio, a pesar de sus inestabilidades palaciegas, consiguió realizar dos tareas de fundamental importancia que le permitieron colocarse en posición de resistir con éxito el ataque napoleónico del siglo siguiente.
La primer tarea fue su expansión hacia el Sur y hacia el Oeste. Los cosacos fueron asimilados; se incorporó la costa Norte del Mar Negro y Crimea; las tres particiones de Polonia permitieron ganar territorio en el Oeste. En general, las conquistas territoriales del Siglo XVIII diversificaron en gran medida la base étnica del Imperio al poner bajo el gobierno de los zares a pueblos tan diferentes como lo eran ucranianos, polacos, tártaros, judíos, estonios, latvios, lituanos y alemanes, estos últimos tanto en el Báltico como en el Volga cuya colonización germana comenzó en 1764. Para gobernar este mar de etnias y nacionalidades el Imperio empleó el método que han utilizado los imperios de todos los tiempos y épocas: reclutó a las élites y, si bien la servidumbre estuvo - en general - férreamente implementada en Rusia, la gente común de las distintas nacionalidades pudo mantener sus instituciones tradicionales siempre que se cumpliese el requisito de pagar los impuestos debidos. Hasta se desalentó a la Iglesia rusa de realizar proselitismo para no provocar inútilmente una confrontación religiosa. Las cuestiones legales, al igual que en la antigua Roma, se resolvían mediante la aplicación del derecho consuetudinario local si no había ningún ruso involucrado.
La segunda gran tarea fue la de tratar de capacitar a la diversidad de élites dirigentes, intentando homologarlas según un modelo cultural y económico occidental. La actividad cultural se vió fuertemente impulsada: la creación de la Academia de Ciencias rusa data de 1725; la fundación de la Universidad de Moscú de 1755 y a estas instituciones cabría agregar un sinnúmero de academias militares y escuelas privadas. Surge la lingüística rusa con Miguel Lomonosov y la literatura con autores como Sumarokov o Radishchev. En materia económica Rusia se convierte en fuerte productora de hierro, maderas y productos navales. Catalina la Grande, establecerá el Estatuto Provincial de 1775 que organizará al Imperio en unidades administrativas más manejables, creando una instancia administrativa superior para vigilancia y coordinación
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