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EL PLAN ONCE AÑOS


Enviado por   •  17 de Julio de 2013  •  2.000 Palabras (8 Páginas)  •  788 Visitas

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EL PLAN DE ONCE AÑOS

Este plan estuvo bajo la dirección del ministro Jaime Torres Bodet; y abarco solo el periodo de 1959-1964 (tal vez un poco más), ya que el plan fue cortado por razones meramente políticas y no pudo concluirse.

Este plan pretendía “la Extensión y el Mejoramiento de la Enseñanza Primaria”, la propagación de una enseñanza superior y la investigación científica.

Surgió de la siguiente manera: Para el año de 1958, con el ascenso de Adolfo López Mateos, al poder (1958-1964) y el regreso de Torres Bodet a la SEP –a pesar de que se observó que la educación era un proyecto que tenía que realizarse en un plazo mayor de seis años–, la política educativa, esencialmente, se rigió por el precepto constitucional que establecía que la instrucción impartida por el Estado; tendería a desarrollar armónicamente todas las facultades del ser humano y fomentaría en él, a la vez, el amor a la Patria y la conciencia de la solidaridad internacional en la independencia y en la justicia.

Los logros más significativos de este sexenio fueron, en primer lugar, establecer un plan de educación para once años, en los que se pensaba abatir el problema educativo del país y, en segundo, la creación de los libros de texto gratuito.

El Plan de once años se propuso después de que se realizó un estudio sobre la situación que guardaba la educación de la población, los resultados obtenidos fueron alarmantes, por ejemplo, de cada mil niños que lograban poner el pie en el primer escalón de la primaria, sólo uno llegaba al último grado de profesional y sólo 59 ingresaban en un establecimiento de segunda enseñanza. De cada mil niños que figuraban en las listas de primer grado de las escuelas rurales del país, sólo 22 obtenían un certificado de educación primaria y 81% de las rurales no eran todavía escuelas con planes de estudios finalizados, es decir, que no ofrecían los seis grados de instrucción primaria.

Después de asumir Adolfo López Mateos la presidencia de la república en diciembre de 1958. En el país había logrado un notable crecimiento económico que se reflejaba en un gran desarrollo industrial. Sin embargo, La explosión demográfica había adquirido proporciones sorprendentes, no obstante su considerable incremento, no permitía dar los servicios que la población requería a la velocidad que ésta se multiplicaba junto con esto, el panorama educativo era desalentador.

Ante estas crecientes exigencias, los esfuerzos de gobernantes y educadores habían quedado rezagados: el analfabetismo ascendía al 38%, el número de escuelas seguía siendo insuficiente y cada año, según las estadísticas escolares, cerca de tres millones de niños en edad escolar quedaban sin escuela.

Desde el inicio de su gestión López Mateos, advirtió que la educación pública sería una de las prioridades de su gobierno. El nuevo proyecto educativo buscaba adecuarse a las necesidades del desarrollo económico del país que demandaba un número creciente de técnicos y obreros calificados.

La población había sido más rápida en ofrecer al país nuevas generaciones de niños que los establecimientos docentes en instruir a las nuevas generaciones de maestros. Además, la inquietante desproporción en la distribución del presupuesto, el sólo pago de sueldos de maestros abarcaba el 72%, constituía un obstáculo indiscutible para ampliar el sistema educativo y lograr una mejor enseñanza.

En octubre de 1959 se le entrega a Torres Bodet el un informe donde se establecía el diagnóstico cuantitativo del problema educativo de la demanda a nivel nacional. Ante la falta de datos recientes, se había tenido que partir de una base poco confiable: el censo de 1950. Nueve años habían transcurrido durante los cuales era ostensible el crecimiento de la población. Se acudió entonces a la Dirección General de Estadística de la Secretaría de Industria y Comercio para actualizar los datos.

Los resultados del estudio subrayaron aún más el panorama desolador de la educación nacional. México había dejado de ser un país predominantemente agrícola; el desarrollo industrial de los últimos años había desplazado a la agricultura como eje de la estructura económica del país provocando una creciente demanda de mano de obra calificada, de técnicos, obreros y profesionistas, que difícilmente podría satisfacerse mientras el nivel educativo medio de la población adulta apenas llegara a dos años de escolaridad. Las cifras referentes a la enseñanza primaria resultaban alarmantes.

La inscripción al primer grado había ido aumentando en forma que no guardaba proporción con los grados siguientes. Además, el sistema escolar no había podido escapar a los desequilibrios del modelo de desarrollo.

La población escolar total del país se encontraba hacia 1958 distribuida casi por igual entre el medio rural y el urbano, el progreso se había concentrado en las zonas urbanas mientras que en las áreas rurales el rezago era cada vez mayor; el 81% de las escuelas en estas zonas no eran de organización completa y la mayoría de ellas seguían funcionando como escuelas unitarias a cargo de un sólo maestro que atendía simultáneamente dos o tres grados.

Mientras que en el medio urbano de cada 1,000 niños que ingresaban al primer grado terminaban sus estudios 300, en escuelas rurales, sólo 22 obtenían el certificado de educación primaria.

Las escuelas rurales, no obstante representaban el 77% del total de las primarias en todo el país, tenían asignados al 37% de los maestros. Esto como vemos, representaba un gran problema debido a que no se podía cubrí satisfactoriamente la cantidad de escolares. Ante la imposibilidad de formular un plan general que abarcara todos los ciclos del sistema educativo, se decidió atacar el problema desde sus inicios. La Comisión presentó una propuesta: el Plan Nacional de Expansión y Mejoramiento de la Enseñanza Primaria cuyo propósito era garantizar, en un plazo de once años, la enseñanza elemental a todos los niños entre los 6 y los 14 años que tuvieran posibilidad efectiva de asistir a la escuela y no la recibieran por falta de aulas, de grados escolares, de maestros o por cualquiera otra razón de orden escolar. Este Plan de Once Años representó el primer intento en México por planificar la educación a largo plazo.

Por otra parte tampoco era fácil prever la reinscripción para determinados

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