EL REGALO DE DIOS A LA CIENCIA

¿El regalo de Dios a las Ciencias?

El físico ingles Stephen Wolfram estaba listo para presentar su nuevo libro después de tres años de anunciar y posponerlo “Una nueva ciencia”. Pocos meses antes el libro tuvo fuertes críticas, lo peculiar fue que eran críticas provenientes por la propia editorial wólfram, al leer el libro el lector se da cuenta que la intención del libro no es más que “poner todas las ciencias patas arriba” ya que ofrece soluciones a varios temas de diferentes áreas de la ciencia.

Pero debemos hacernos un pregunta ¿Quién es Stephen Wolfram? Nació en Londres en 1959, su madre era profesora y su padre novelista, a los 15 años escribió su primer artículo sobre física, se graduó de la Universidad de Oxford a los 17 años, a los 20 tenía un doctorado y varias publicaciones, obtuvo un “premio para genios”, una beca de investigación de la Fundación Mac Arthur, Wolfram estaba muy interesado en materias que abarcaban desde la cosmología a las partículas elementales pasando por la informática, el encontró una materia que sería la base para todo sus proyectos: autómatas celulares, antes John von Neumann concibió la idea pero no fue muy relevante para el pero John Conway presento un prototipo de este dándole como nombre “el juego de la vida” este se convirtió en un juego muy popular al que Stephen Wolfram también le presto bastante atención y publico un artículo llamado “Mecánica estadística de los autómatas celulares” que hasta el día ha sido el mejor texto introductoria a este tema.

Después de cumplir 24 años Wolfram se mudó a la Universidad de Illinois, se embarcó en un nuevo proyecto y se convirtió en empresario, en los años que duro siendo científico Wolfram desarrollo un software que llevaba a cabo cálculos matemáticos, manipulaba ecuaciones, obtenía soluciones a integrales complicadas y desarrollaba muchas cosas interesantes, esto se convirtió en un éxito inmediato llamado “Mathematica”.

Gracias a todas estas ganancias Wolfram puso volver a dedicarse a la ciencia, trabajando arduamente con los autómatas celulares asegurando que tenían la llave de todos los secretos del universo, esto le ocurre a la mayoría de los científicos, creen que con modelos matemáticos se pueden explicar todos los fenómenos de la naturaleza, pero El creía que habían algunos fenómenos que podían solucionarse por medio de algoritmos descubriendo así que los autómatas celulares indican los patrones que encontramos en la naturaleza.

Esta es la tesis que el libro desarrolla: los autómatas celulares pueden explicar todos los patrones de la naturaleza, el afirma que todo se puede resolver mediante algoritmos dejándolos correr durante el tiempo suficiente, todo esto permite a Wolfram ser exitoso y por supuesto con ayuda de su buena maquina publicitaria.

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