ENSAYO HOMBRE MEDIOCRE

EL HOMBRE MEDIOCRE

En todo el libro José Ingenieros nos aporta muchas definiciones, con las cuales defiende su tesis a través de los ocho capítulos del libro. Estos argumentos se presentan a continuación.

A manera de introducción, Ingenieros nos da una definición muy interesante, amplia y concisa de los ideales. Lo define como poeta, diciendo que un ideal es un gesto del espíritu hacia alguna perfección, haciendo referencia también a que los ideales son formaciones naturales que aparecen en el hombre cuando el desarrollo de la imaginación se anticipa a la experiencia y como un ideal colectivo es la conciencia de muchos individuos en un mismo afán de perfección. 
Clasifica los diferentes idealismos que una persona tiene o debe tener a lo largo de su vida. 

Ingenieros dice que aquel hombre superior es el que tiene ideales claros, que sueña, piensa en ellos y los hace realidad, razón de ser del ser humano ya que este sin ideales no podría haber evolucionado.
En este punto teniendo muy claro lo que es un ideal, Ingenieros nos empieza a argumentar y a decir los defectos y síntomas de un hombre mediocre en los siguientes ocho capítulos basándose en que aquel hombre mediocre básicamente carece de ideales.

Para Ingenieros un hombre que carece de ideales es un hombre mediocre que tiene en sí mismo un aurea mediocrita, que no tiene un buen nivel ético ni intelectual, que tiende a fanatismos y supersticiones. Por los tanto esta persona mediocre será alguien sin personalidad, una persona que divaga en la vida sin aprender ni enseñar, que cede bajo cualquier presión, que no habla nunca y repite siempre.

El hombre superior, para ingenieros, es la imaginación creadora, tiene una personalidad específica, destaca en la sociedad y se hace notar. Es original e imaginativo, des adaptándose del medio social en la medida de su propia variación. Este se sobrepone a atributos hereditarios que lo pudiesen hacer mediocre y sobrepone sus ideales a las rutinas de los demás.

Un argumento de gran importancia se basa en que este hombre mediocre es un peligro para la sociedad, ya que al ser rutinarios, honestos y mansos, piensan con la cabeza de los demás, comparten la ajena hipocresía moral y ajustan su carácter a las domesticidades convencionales.

Sin embargo hay algo peor que este hombre mediocre y es el hombre inferior que se torna vulgar ofendiendo al arte y a las ciencias, ya que no sabe si quiera su definición.

Este tipo de hombre mediocre orbita alrededor de la mediocridad, puesto que se acostumbra a copiar escrupulosamente los perjuicios del modo en que viven, acepta los ideales impuestos por la sociedad en la que vive y además razona con la lógica de los demás.
Ingenieros nos dice textualmente “La mediocridad intelectual hace al hombre solemne, modesto; indeciso y obtuso.

Cuando no le envenenan la vanidad y la envidia, se diría que duerme sin soñar. Vive en los engranajes de la rutina.”
El éxito es lo más deseado por el hombre mediocre y lo que alcanza el hombre superior. El éxito es el mejor lubricante del corazón, pero el fracaso es el más urticante corrosivo.

Dice que este hombre mediocre carga consigo una moral de tartufo basada en la hipocresía, falta de fe, de virtud y llena de odios.
Finalmente para lograr surgir y llegar a ser como el hombre superior, el hombre debe dejar atrás sus miedos y creencias que son copia de los demás, debe ser impetuoso y decidido.

Su personalidad debe sobresalir a la de los demás. Ingenieros dice que para poder llegar a ser superior no es solo decisión propia del hombre mediocre sino que se deben dar otras condiciones para él, ya que solo se asciende a la genialidad si se encuentra el clima propicio.

El hombre mediocre no se hace nada fuera de su rutina, se siente conforme y seguro dentro su mundo, no se  aventurar  a  buscar  ideas

nuevas que lo lleven a un futuro diferente, ni se preocupa por concebir sus ideales. Es muy común que quieran éxitos en su vida sin realizar ningún esfuerzo, pero como ya se mencionó los éxitos son momentáneos y se pierden un poco tiempo después de haberlos obtenido.

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