ENSAYO MINUTO MUNDIAL DE WATERLOO.

EL MINUTO MUNDIAL DE WATERLOO.

El texto deja una reflexión de lo importante que es ser asertivo, proactivo y no mediocre, sobre todo al tiempo de tomar decisiones difíciles.

Grouchy, carecía completamente de estas dos actitudes. Según se describe, de mediana inteligencia, sereno, sin iniciativa, seguro solo cuando el Emperador le decía que actitud debía tomar, además de ser aferrado a seguir instrucciones. Por su falta de iniciativa e indecisión, en un minuto definió “el futuro de Europa y del mundo entero”.

Si este personaje hubiera sido proactivo, hubiera tomado el control de la situación, en vez de quedarse mirando como ocurría todo, con seguridad el desenlace de la batalla de Waterloo hubiera sido otro.

Pues aun en contra de las órdenes recibidas, al escuchar las opiniones de sus generales, tuvo la oportunidad de cuestionar las instrucciones del Emperador y sopesar las alternativas, para tomar otra decisión y acudir en ayuda de Napoleón.

Al inicio de esta materia, usted comentó que había que ser proactivos y no reactivos, y esta lectura sin duda ilustra la importancia de esa afirmación. El ser proactivo es una actitud que nos permite tener iniciativa para tomar las mejores decisiones y responsabilizarnos por ellas (como posteriormente lo pretendió hacer Grouchy disculpándose con el ejército).

En nuestra labor cotidiana, es muy común encontrar personas reactivas en lugar de proactivas, pues no actúan ni piensan por iniciativa propia, sino solamente por instrucciones, sin nunca ir más allá de lo que les mandan. Y esa situación tiene un impacto notable en el trabajo que desempeñamos, pues se repiten errores una y otra vez, al dejar de lado el sentido común y esperar que todo el tiempo nos digan que hacer.

También adquiere importancia la mediocridad referida en la lectura, pues como se expone, el destino siempre exige genio para ser plasmado en una imagen duradera, y los indecisos son rechazados con desprecio.

Al respecto, recordé la conferencia que dio el Dr. Luis Vigo hace apenas un mes en el Instituto, respecto a la mediocridad (abordada desde la ética). Señaló que en nuestra profesión nos encontramos ante tres tipos de personas: los que violan la ley, los que sólo actúan como la ley lo indica y los que tratan de llevar su profesión más allá de todo lo establecido. Precisó, que serán estos últimos abogados quienes serán recordados en la historia por siempre (como hubiera sido de Grouchy de haber tomado otra decisión).

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