ENSAYO SOBRE LA EXPROPIACIÓN PETROLERA Y EL CARDENALISMO

 ENSAYO SOBRE LA EXPROPIACIÓN PETROLERA Y EL CARDENALISMO

SEMESTRE: 2020-1

iNTRODUCCIÓN A LA ECONOMÍA

Las empresas petroleras siempre fueron  enemigas de los sindicatos, desde que el presidente Porfirio Díaz permitió la entrada de inversión extranjera mediante la industria petrolera, empresas de extracción comenzaron a generar abusos y corrupciones hacia los trabajadores, ademas dandoles beneficios como la exención en el pago de impuestos.

Para el plan sexenal de Lázaro Cárdenas en 1934 se buscaba que el gobierno tomara el control de los recursos naturales así como lo establecía la constitución de 1917 y esto incluía al petróleo y a la minería.

Para 1936 los sindicatos privados se unieron apoyados por el gobierno, en el Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana. Comenzaron las huelgas, y estos exigieron un contrato colectivo en el que demandaban un monto de prestaciones económicas y demandas de otra índole que el proyecto inicial exigía, las empresas llevaron esto ante los tribunales judiciales por la inconformidad con las discusiones del tribunal del trabajo.

Ante una amenaza de una huelga general el gobierno propuso que durante 120 días se celebrar una convención de obreros y patrones para solucionar el problema. Para Mayo de 1937 la situación estalla y el sindicato llama a huelga general en todo el sector petrolero, y el gobierno de Cárdenas respalda la legalidad de las demandas de los trabajadores.Con esto la política del país dio un giro de 180°. El 85% de la inversión en el campo se dedicó al riego, las tres cuartas partes a beneficiar la producción del neolatifundismo, a consecuencia de esto los 25 mil ejidos dejaron de ser autosuficientes y cayeron en el minifundio, originándose exceso poblacional , y el éxodo de ciudades por carencia de producción agrícola.

Por otro lado las empresas se ampararon argumentando que no tenían los recursos suficientes para obedecer las peticiones del sindicato.  En efecto las demandas de los obreros era exorbitantes, pero se trataba de una táctica de lucha usual, con la posibilidad de obtener las mejores ventajas.

Las compañías, presionadas, cedieron ofreciendo un aumento de 14 millones de pesos anuales, suma que según dijeron estaba al límite de sus posibilidades.

Los obreros rechazaron la oferta y decidieron plantear a la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje que designara peritos que analizaran las condiciones financieras de las empresas afectadas y se rindiera un informe acerca de si se podía o no acceder, en todo o en parte, a lo solicitado.  La dirección cayó sobre Jesús Silva Herzog encargado de redactar las 40 conclusiones que debían normar el criterio de la Junta.

Las 40 conclusiones descubrían los siguientes hechos: que las empresas estaban desvinculadas al país por lo cual sus intereses eran contrarios al interés nacional. La exploración de nuevos campos y perforación de nuevos pozos sería un problema a futuro ya que México podía escasear de petróleo viéndose obligado a la importación de este.

En el año de 1935 las compañías habían necesitado invertir $8.64 para producir un barril de petróleo crudo, mientras que en los Estados Unidos debían invertir $48.12 Por último se confirmó que las empresas extranjeras habían obtenido buenas utilidades y su situación financiera era extraordinaria como para poder cumplir con la demanda del Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana hasta por una suma anual de 26 millones de pesos.  

Por otro lado se exhibió que la Compañía Mexicana de Petróleo El Águila, era subsidiaria de la Royal Dutch Shel​l​, y que también existía otra Águila, la Eagle Shipping Company a la que el Aguila de Mexico vendía sus productos por debajo de los precios de mercado.

El 18 de diciembre, la Junta Federal, pronunció que las empresas debían pagar a sus obreros los 26 millones reclamados; las compañías recurrieron a la Suprema Corte de Justicia en demanda de amparo. En febrero de 1938, las empresas temerosas de que el fallo les fuera contrario, enviaron sus barcos y carro-tanques a los Estados Unidos y retiraron sus fondos de los bancos, haciendo que nuestras reservas bajaran considerablemente, sin embargo, no lograron hacerlas descender al extremo de producir una crisis grave en la vida económica del país. Para evitar el descenso de las actividades económicas se optó por reanudar las compras de plata, esto para evitar orillarnos nuevamente a las empresas petroleras El día 7 de marzo a petición de la embajada de los Estados Unidos los empresarios tuvieron una reunión con el presidente. Abdujeron su imposibilidad de cumplir el laudo de la junta y consultaron si podían aplazar su cumplimiento.  Cárdenas le respondió que el proceso había terminado y que debían acatar el fallo.

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