ESPECIALIDAD RECURSOS HUMANOS LIDERAZGO Y TRABAJO EN EQUIPO
Enviado por 311121 • 12 de Enero de 2017 • Ensayo • 2.286 Palabras (10 Páginas) • 377 Visitas
UNIVERSIDAD DE SAN CARLOS DE GUATEMALA
CENTRO UNIVERSITARIO DE CHIMALTENANGO -CUNDECH-
CARRERA DE ADMINISTRACIÓN DE EMPRESAS
ESPECIALIDAD RECURSOS HUMANOS
LIDERAZGO Y TRABAJO EN EQUIPO
LIC. MOISES SAJBOCHOL
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“ENSAYO EL DELFIN”
DORA CECILIA CHOJOJ TALA
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EL TEJAR, CHIMALTENANGO, 25 DE OCTUBREDE 2016
Liderazgo al estilo de los jesuitas.
Para los jesuitas el autoconocerse es de gran importancia, así reconocen las debilidades y los demonios personales que hay en cada uno, el cual vencían a través de los ejercicios espirituales que debían realizar a lo largo del día para poder recordar sus metas claves y realimentarse con exámenes de conciencia ya que todas las practicas les serviría para aumentar el ingenio y así enfrentar el cambiante mundo, y fortalecer el amor así los demás y el heroísmo para desapegarse de las cosas materiales y terrenales, para que el mundo se convirtiera en su casa.
Los jesuitas educaban líderes a través de sus cuatro pilares pero descuidaron la parte de innovación de la compañía lo cual les costó la misma.
Pero no se conformaron con ello y reapertura ron con más fuerza la compañía y siempre dedicaron a innovar y mejorar.
Enseñan que no se deben rechazar a las personas por sus raíces y procedencia sino por su potencial, dignidad y sus capacidades ya que se juzga mal por apariencia ya que estos pueden ser los mejores líderes que existan.
La humildad es un punto esencial para los jesuitas ya que no se puede liderar sino existe humildad, lo cual no permite encontrar a las personas aptas para los puestos, se debe conocer cada persona primero para luego observar y valorar a las personas de su alrededor, lo cual se alcanza con los exámenes diarios y los ejercicios espirituales, que eran importantes para ellos ya que era una manera de vivir y no solo un requisito para poder ser mejores cada día, valoraban y deseaban la excelencia en todo lo que hacían ya que todos los integrantes debían ser y dar lo mejor de ellos, adquirir una meta conjunta y no solo personales.
Para poder continuar con las grandes compañías se debe innovar día tras día con ingenio
Ordenar su propia vida
Las personas que se auto conocen son las que se preparan mejor para el éxito, ya que sabrá sus debilidades y fortalezas con la cual podrá eliminarlas.
Ignacio de Loyola se veía preocupado ya que iba creciendo la orden de los jesuitas y necesitaban más personal, ya que los que se encontraban allí no eran lo suficiente para atender a la demanda, pero él no le importaba perder las grandes oportunidades si no tenía al personal adecuado para trabajar en él, por el cual el proceso de admisión se volvió más estricto y riguroso, se dedicaron a formar al personal con más dedicación para así desarrollar mejor a los novicios que podrían trabajar en grandes empresas.
Los jesuitas reconocieron que el éxito de la compañía era resultado de un servicio de la más alta calidad, ellos no se preocupaban por la competencia exterior sino en el interior de su compañía.
Los jesuitas capacitaban a los novicios en servicio, ya que creían que al momento de enviar a la intemperie a los jesuitas les permitiría desarrollar destrezas y debilidades a través del conocimiento de sí mismos.
Los ejercicios espirituales
Los jesuitas le daban un valor importante al autoconocimiento y centran el liderazgo en este, y para ello crearon un instrumento importante para los novicios los cuales debían de practicar, al cual le llamo ejercicios espirituales, fueron creados por Ignacio de Loyola basados en su viaje en busca de la conciencia personal y espiritual.
Los ejercicios espirituales son actos que deben ser practicados y no memorizados, este al ser realizados por las personas que desean ser líderes crean con ello sus propios recursos interiores los cuales les servirán para el éxito futuro, ya que era de gran importancia el conocerse a sí mismo para poder liderar una empresa.
Al realizar los ejercicios se debían utilizar el intelecto, las emociones y lo espiritual en ello, que servirá para colocar toda la energía en ello durante un periodo de treinta días, aislado de la sociedad y cualquier otra cosa que cause distracción de los ejercicios , estas eran guiadas por un director espiritual, que los ayudaría a interpretar las experiencias.
Los ejercicios espirituales eran una avaluación de sí mismo el cual ayudaba a observar en los que se estaba equivocado y como poder enmendarlo, con ello saldrán los demonios personales de cada novicio pensaba Ignacio de Loyola, pero únicamente si se reconocían.
Los ejercicios están pensados para personas que tienen una vida llena de ocupaciones en el mundo cambiante, los jesuitas para no olvidar su metas las recordaban diariamente al levantarse, y se examinaban dos veces al día, mentalmente para verificar si estaban cumpliendo las metas o estaban en un camino equivocado.
La indiferencia jesuita era el balance en equilibrio, el cual los movía a acciones heroicamente ambiciosas y el “magis” los impulsaba a dar más de sí, trataban de realizar los proyectos más grandes y realizar cosas más difíciles ya que, este era un motivante para trabajar y dar lo mejor de ellos.
La dinámica de los ejercicios destaca una diferencia clave entre las organizaciones heroicas y las comunes y corrientes, un liderazgo ampliamente distribuido en el cual cada persona acepta, forma y transforma una misión general como una misión personal.
Al momento de conocer las debilidades y fortalezas propias, los jesuitas podían amar, que eran reflejadas en hechos y no en palabras, irradiaban este amor a través de su actitud y su trabajo.
Los ejercicios espirituales de un mes no eran suficientes para los novicios lo cuales podrían caer en cualquier momento, Ignacio de Loyola dejo estipulado que debían practicarlos y darles seguimiento diariamente para no olvidar los nuevos valores adquiridos, estos debían realizarse al momento de levantarse, después del almuerzo y después de la cena.
Se debían realizar exámenes mentales para retroalimentar y evaluar si realmente se estaban cumpliendo las metas trazadas al inicio del día. Los cuatro pilares antes descritos son base para los siguientes: ingenio, responder ante un mundo cambiante, amor que consiste en amar a las personas positivamente y dándoles un buen trato y el heroísmo el cual sirve para lograr lo que todos creen imposible y metas ambiciosas.
Todo el mundo es nuestra casa
Aunque no esté en los escritos el ingenio ellos lo transmitían a través de su forma de vida y conductas ya que se lanzaban al mundo sin restricción alguna, pero no lo podían lograr si no realizaban los ejercicios espirituales, unos de sus ingredientes que les servían para ellos eran la indiferencia que los libraba de todo apego terrenal, y la estrechez
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