Economias y sociedades de plantaciones en el Caribe español

Desde 1860 a 1890 la estructura de la industria azucarera fue destruida y sustituida por modos de producción y comercio totalmente nuevos. Este cambio afectó a los productores, comerciantes y consumidores de azúcar, los cuales fueron producidos tanto por sucesos internos como internacionales, como por ejemplo la crisis del colonialismo español, la aparición de estados Unidos como potencia mundial, los rápidos avances tecnológicos y científicos , nuevos sistemas de comunicación, etc.

Este cambio consistió en una serie de innovaciones que desencovaron en el abandono de las antiguas máquinas manuales con obreros no especializados y su sustitución por maquinaria relativamente compleja con operarios especializados y supervisión técnica. En este punto es en donde se da la eliminación del antiguo ingenio de azúcar y la construcción de nuevos edificios en los que se alojaba maquinaria nueva. Las cosas que quedaron del viejo ingenio azucarero  fueron los edificios, la infraestructura de comunicación y los campos de caña. Sin embargo, la nueva industria  necesitaba de mayor cantidad de caña de azúcar para ser rentable, sumado a tierras fértiles y baratas. Fue en este periodo cuando se dio la aparición de los latifundios azucareros en Cuba, Puerto Rico y República Dominicana, lo que supuso no solo la modernización del proceso de producción, sino también la eliminación de la antigua clase de plantadores propietarios de esclavos, sustituidos por un nuevo tipo de empresario industrial.

A pesar de lo anterior, la revolución del azúcar no estuvo acompañada de una revolución agraria complementaria, por lo contrario, la parte agrícola de la producción azucarera siguió sumida en el atraso. Se abrió un abismo tecnológico entre el sector agrícola y el industrial.

Tanto en Cuba como en Puerto Rico, la gran oligarquía chocaba con los nuevos magnates industriales.

Por otro lado, la mano de obra sufrió grandes cambios. La gran cantidad de caña que requería la industria moderna necesitaba de mano de obra agrícola durante un periodo de tres a cuadro meses, dejándolos desempleados el resto del año, situación que anteriormente no sucedía porque la mano de obra esclava había que mantenerla todo el año. Esto hacía necesario que la mano de obra estuviera lo bastante necesitada de trabajo para que aceptarán estos trabajos.

Se comenzó a acuñar monedas privadas llamadas Tokens que se empleaban de dos maneras: la central pagaba a sus trabajadores con tokens, que eran moneda de curso legal en todas las tiendas de los alrededores de la central. Por otro lado, la central pagaba salarios mensuales utilizando moneda oficial, pero los trabajadores necesitaban pagar sus necesidades cotidianas con anterioridad a la fecha de cobro, el propietario les adelantaba pequeños préstamos de tokens que luego eran reducidos de su salario.

Otra cosa que cambió en el proceso de industrialización del azúcar fue el tipo de envase. Se pasó de tres tipos de envases (caja, bocoy y saco) a la unificación de todos los comerciantes a saco, esto daba posibilidades de un almacenamiento indefinido. Además se unificó el tipo de azúcar, siendo ahora una pureza de Pol 96°, siendo este el producto estandarizado.

Todos estos cambios fueron también consecuencia de los cambios internacionales, como el cambio de los barcos de vela al de vapor, que hacía más rápidos y baratos los fletes.

Para los últimos decenios del siglo  se dio un auge del azúcar de remolacha, dejando a un lado al de caña. Europa continental pasó de ser importadora neta de azúcar a ser exportadora, gracias a un sistema proteccionista con ayuda directa que puso los recios del azúcar de remolacha por debajo de toda posible competencia y expulsó al azúcar cubana, puertoriqueña y dominicana de los mercados europeos. A estos tres países les quedaba un solo cliente para su azúcar, Estado Unidos.

Para 1890 se encontraban los productores europeos de azúcar de remolacha, muy desarrollados y defendidos por barreras proteccionistas; los países coloniales que producían azúcar de caña para los mercados protegidos que sus metrópolis les ofrecían; colonias y países independientes (Cuba, Puerto Rico y Santo Domingo) que no tenían mercados protegidos a los que pudieran venderles su azúcar.

...