Economía Política Mundial I.

República Bolivariana de Venezuela
Ministerio del Poder Popular para la Educación Universitaria
Universidad Bolivariana de Venezuela “U.B.V”
PFG: Relaciones Internacionales: Tramo: I - I.
Unidad Curricular: Economía Política Mundial I.
Sección: 02D

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Profesor(a):        Estudiante(s):

José Romero                                                                                    -Moisés Núñez #27
                                                                                                           C.I: 26.745.456

                                                                                                         -Jarenson Ajiaco #18
                                                                                                           C.I: 25.921.814

                                                                                                -Vladimir Martínez #7                      
                                                                                                           C.I: 24.214.208

Caracas, Julio de 2016

Introducción

Ateneas Negra: Las raíces afroasiáticas de la civilización clásica, es un libro escrito por Martin Bernal, en el cual mediante trabajos de campo (Antropología y Arqueología), y apoyo de trabajos y libros anteriormente publicados, plantea su tesis sobre, los orígenes de la civilización helénica (y por lo tanto, de la occidental), y nos dice además, de que la civilización egipcia, griega, entre otras, podrían y pueden haber sido civilizadas, y culturizadas por civilizaciones orientales, como la India, áfrica o la China, y para seguir apoyando esta creencia suya, viaja a estos países ya mencionados y otros, para estudiar su pasado, mediante escritos y relatos, que le incitaron la prosecución de sus investigaciones, en su búsqueda de la verdad. Bernal, en Ateneas Negra, nos plantea algo que él llama el modelo antiguo proponiendo a su vez un modelo antiguo revisado, y esta creencia consiste básicamente en que, en la antigüedad, los griegos tomaron muchos de los conocimientos de los egipcios y de los fenicios, muy generalizada, a contrariedad de lo que se manifestaba en el estigmatizado modelo clásico. Este modelo antiguo, fue aceptado a finales del siglo XVIII y a principios del siglo XIX, en donde fue atacado y criticado, por académicos, y éste al no tener otra opción, inserta algunos cambios a sus postulaciones, y lo relacionó, al modelo ario, en el cual, plantea, o mejor dicho, postula y defiende que la civilización griega tiene un origen indoeuropeo, es decir manteniendo firme su postura de la influencia de la cultura y costumbres de una raza afro-asiática (fenicios-semitas). O explicado mejor, hay dos modelos el ario y el antiguo: El primero considera que Grecia es esencialmente europea o aria, y el segundo la ve como una civilización medio-oriental (semi-aria), situada en la periferia del área cultural egipcia y semítica.

1er Capítulo: Las primeras palabras de Bernal en este capítulo, nos hablan de Heródoto y de Plutarco, donde, a uno lo llaman “el padre de la historia” (Heródoto), por haber escrito nueve libros en los cuales, narraba las Guerras Médicas entre Grecia y Persia a principios del siglo V a.C, y al otro “el padre de las mentiras” (Plutarco), aunque se hacía llamar  así mismo “enemigo de las mentiras”. Heródoto, creía que en el siglo V a.C, Grecia había sido colonizada por Egipto a comienzos de la Edad Heroica. En el primer capítulo, Bernal, nos habla de los pelasgos, y de que ellos fueron los primeros pobladores helénicos o greco-helénicos de la isla de Creta, y de que estos, según nuestro entendimiento, formaban parte del modelo antiguo, así como muchos otros pueblos, entre ellos los Jonios y lo que es llamado la colonización. Comencemos hablando de los pelasgos, los antiguos escritores de la Grecia antigua, usaban ese término, para aludir a los pueblos predecesores de los helenos, como habitantes de Grecia. Y en el libro, se les define como pueblos indígenas, o mejor dicho, habitantes indígenas de las tierras egeas. Y según Hesíodo, estos (los pelasgos), se diferencian de los eteocretenses (verdaderos cretenses), que se supone que no eran de una estirpe helénica, sino hablantes de una lengua anatolia (oriental) o muy probablemente semítica (afroasiáticas). También se les relacionan con los Filisteos que se instalaron en Palestina en el siglo XII a.C, y se dice según la tradición bíblica, que ellos procedían de la isla de Creta. Los pelasgos, según los poetas, Dánao, se los encontró cuando llegó a la Argólide (En la Antigua Grecia esta región estuvo dominada por la polis de Argos). Confinaba con Fliunte, Cleonas y Corinto al norte, Epidauro al este (separadas por el monte Aracneo, con la ciudad de Lesa en la frontera); el Golfo Argólico y Cinuria al sur, y Arcadia al oeste (separadas por el monte Artemisio), y a los que vencería, y después de haberlos derrotado, los llamó Dánaos. Y según Estrabón, este pueblo indígena que son los pelasgos, emigraron desde Beocia hasta el Ática. Pausanias, a finales del siglo II a.C, dice que los pelasgos, estaban asentados en Atenas, Corinto, Argos y otras ciudades, aunque al parecer, habían llegado desde Tesalia, y se les consideraban antepasados de los arcadios. Continuemos con los Jonios, estos constituían, junto con los Dorios, una de las grandes tribus griegas y habitaban desde el egeo que iba desde el Ática, lo que se conocía como Jonia, en las costas de la península de Anatolia. A estos se les relacionaba con los pelasgos. Los Jonios, tomaron su nombre de Ion, hijo de Helén, y procedían de Egíalo, parte norte del Peloponeso, donde eran llamados “pelasgos egialeos”, por esto, Heródoto los relacionaba con los pelasgos. Ahora con las colonizaciones, estás llamadas colonizaciones, tuvieron mucho que ver en la derrota del modelo antiguo y en triunfo del modelo ario. La colonización de Tebas (ciudad de Grecia, situada al norte de la cordillera de Citerón, que separa Beocia de Ática, y en el borde sur de la planicie de Beocia) por Cadmo, que constituía la principal fortificación o defensa del modelo antiguo, porque estaba amplia y vigorosamente atestiguada, y porque el respeto que inspiraban los fenicios semitas, duró varias décadas más, que el que los egipcios africanos sentían. Después se nos comienza a hablar del alfabeto fenicio, que se comienza  a introducir en Grecia en el siglo IX, o a finales del X a.C (según especialistas en clásicas). Algunos semitistas, le han puesto fecha a la transmisión del alfabeto cananeo en el siglo XI, mientras, que según el autor (Martin Bernal), lo sitúa antes del 1.400 a.C.

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