Edad Media

En la filosofía medieval el orden natural se apoya en un orden sobrenatural, del que depende como de su origen. Todos los humanos fuimos creados a imagen y semejanza de Dios, en donde su bienaventuranza es considerada una beatitud divina y su objetivo principal consiste en trascender ante quien se juega la vida y ante quien la juzga. El mundo físico que creo Dios en su gloria y para el beneficio de los hombres; es trabajado desde adentro y se mueve por una voluntad todopoderosa que lo conserva. Si aun se tiene ese pensamiento, entonces se puede hablar de una naturaleza basada en una filosofía cristiana. Según Malebranche la naturaleza es una idea cristiana por excelencia, cosa que los pensadores de la Edad Media no lo creyeron y a quienes responsabiliza Malebranche. Cabe recalcar que los únicos testigos de la filosofía de la Edad Media son sus filósofos, se creía que el ser natural es considerado como una substancia activa, cuya esencia causa acciones y son determinadas con necesidad. En ese tiempo la naturaleza medieval existe pero no es ni de la filosofía griega ni de la ciencia moderna inclinándose un poco más por la primera que por la segunda. Podemos decir que percibimos a la naturaleza en su necesidad misma y su generalidad se funda en su necesidad misma. Todo lo que sucede cotidianamente en virtud de una causa es el efecto natural de una causa, si existiese una infracción a la regularidad del orden sería menester que la causa no fuese una naturaleza. Con relación a la historia la Edad Media permaneció ajena a toda preocupación histórica, incluyendo una expresión de falta de sentido en la historia. Siendo la inmutabilidad de las cosas una de las características más notables y profundas. Los tiempos modernos están animados esencialmente por la fe. Unas de las cosas que no conoció la Edad Media fue el desaliento y la esperanza, para los hombres de ese entonces el mundo había sido tal cual como ellos lo habían visto siempre. Recordemos que Platón y Aristóteles fueron monoteístas, identificaron la noción de Dios con la noción del Ser y enseñaron la creación de la materia; cabe recalcar que los motores inmóviles de Aristóteles aunque sean eternos y necesarios creados a través del tiempo conjuntamente con su ser, la relación que la mente y la voluntad del hombre mantienen con Dios es la que se observa de una criatura a su creador, es decir de ser a ser empleado tanto en los griegos como en los cristianos. La filosofía griega fue tomada muy en serio por parte de la Edad Media siendo su interpretación ni coherente ni históricamente fiel.

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