Educacion En La Epoca Independiente
Enviado por IokabedCoroy • 16 de Octubre de 2013 • 8.912 Palabras (36 Páginas) • 593 Visitas
La Educación durante el Período Colonial
La resistencia maya:
Entraban los españoles a los pueblos y no dejaban niños, ni viejos, ni mujeres preñadas que no desbarrigaran y hacía pedazos. Hacían apuestas sobre quién de una cuchillada abría un indio por medio o le cortaba la cabeza de un tajo. Tomaban las criaturas por las piernas y daban con ellas en las piedras. Hacían horcas largas y de trece en trece, en honor de Jesucristo y los doce apóstoles, los quemaban vivos. Para mantener a los perros amaestrados en matar, tenían muchos indios en cadenas y los mordían y los destrozaban, y tenían carnicería pública de carne humana, y les echaban los pedazos a los perros... Yo vi todo esto y muchas maneras de crueldad nunca vista ni leídas. Fray Bartolomé De Las Casas.
La Educación Durante el Período Colonial:
El período colonial en Guatemala abarca casi trescientos años, incluyendo los primeros tiempos de la conquista llevada a cabo por los españoles. Se inicia con la fundación del primer asiento fijo de que dispusieron los conquistadores en Iximché y que denominaron Santiago de los Caballeros de Guatemala. Esta villa fue fundada el 25 de julio de 1524 por Pedro de Alvarado, quien aprovechó la hospitalidad ofrecida por los kaqchikeles en la que era su ciudad más importante. La de esta villa no significó la consumación de la conquista ni muchos menos; era, como decía Alvarado en una de sus cartas, porque hay más y mejor aparejo para la dicha conquista y pacificación. En efecto los españoles habían logrado sojuzgar a los k´iche´, no obstante el arrojo con que se habían defendido; los conquistadores habían recibido la alianza de los kaqchikeles, quienes por estar en guerra con los k´iche´ brindaron amistad a los castellanos, traicionando sus más caros intereses de independencia.
Pero aún así se mantenían en pie los grupos mames, pocomames, tzutuhiles, lacandones, itzaes, etc. Por cierto que estos últimos fueron denominados hasta finales del siglo XVII. Las misiones evangelizadoras si bien es cierto que llevaron a cabo una labor culturizadora dentro de los pueblos aborígenes, no se quedaron a la zaga en lo tocante a las encomiendas y repartimientos. Los conventos tenían asignada un área para la explotación en la que desplegaban su actividad con similares métodos. La resistencia natural que oponían los indios a admitir la nueva religión llevada por los conquistadores, era penada con la reducción a la esclavitud, como lo manda el rey de España diciendo: .que los indios que se resistan a recibir a los evangelizadores, sean sometidos a la esclavitud.
Dentro de esas tremendas circunstancias, es natural que la preocupación educativa distara mucho de ser de las más importantes. La castellanización y la evangelización eran los únicos objetivos existentes para con la masas indígenas. La primera porque era necesaria para efectuar una más cómoda explotación, y la segunda, porque correspondía al espíritu altamente religioso que privaba a la razón.
Las escuelas de primeras letras, las casas de recogimiento para doncellas y los hospicios y hospitales, nacieron en primer lugar para el beneficio de los españoles y en segundo lugar para los hijos de los españoles, estos últimos eran el resultado de las uniones irregulares de españoles con mujeres indígenas y que se convertían a menudo en vagabundos y sin hogar.
Era en estos seres en que se reflejaba la crisis producida por el choque de dos culturas en que abundaba la crueldad y falta de equidad de los colonizadores.
Los indígenas recibían, algunas veces, educción en los conventos, la cual se reducían al aprendizaje de la doctrina y los dogmas religiosos. Por esta razón, los frailes aprendieron las principales lenguas que se hablaban en lo que entonces era la capitanía general del Guatemala. La educación media fue suministrada en los colegios conventuales y colegios mayores. Sobresalieron en éstas órdenes los dominicos, franciscanos y jesuitas. Estos colegios funcionaron desde la segunda mitad del siglo XVI.
La Universidad de San Carlos de Guatemala fue creada el 31 de enero de 1676. Antes de que fuese fundada, la función de impartir educación superior estuvo a cargo de los colegios mayores de Santo Tomás de Borja, San buenaventura y San Lucas. Su fundación abrió una nueva etapa para el desarrollo cultural en Guatemala, etapa que llegó a su apogeo en la segunda mitad del siglo XVII.
Otro hecho de gran importancia del siglo XVII, fue la introducción de la imprenta. En 1663 sale a la luz la primera obra editada en la imprenta de José de pineda Ibarra. Pronto habrían de imprimirse los primeros libros de texto para uso de las escuelas. La Gaceta, el primero periódico de Guatemala, se empezó a imprimir en noviembre de 1729, y poco a poco se fue convirtiendo en un meritorio órgano de difusión de las luces. Aunque la enseñanza de la historia no figuró en los planes de estudio de la Universidad, ni de los Colegios Mayores ni de las escuelas de primeras letras, el cultivo de esta disciplina se mantuvo con gran calidad por parte de algunos frailes de las órdenes de Santo Domingo, San Francisco y otras personas. La primera figura digna de mención es la de Bernal Díaz del Castillo, soldado que acompañó a Cortés en sus expediciones. Luego son dignos de cita los nombres de Fray Bartolomé de las Casas, Antonio de Remesal, Francisco Vásquez, Francisco Jiménez, Antonio de Fuentes y Guzmán y Domingo Juarros. Sus obras a las que nos referiremos en su oportunidad, son fuentes valiosas para investigación histórica del período colonial y los tiempos precolombinos, ya que muchos de estos cronistas gustaron del estudio de los tiempos de la gentilidad indígena.
En tanto, los colonizadores ejercían su acción culturizante mediante las misiones evangelizadoras. Las distintas órdenes religiosas que operaban en Guatemala reciben instrucciones del rey de aprender las lenguas habladas por los pueblos indígenas con el objeto de convertirlos al cristianismo. En algunas oportunidades, no muy abundantes por cierto, a la par que se enseña la doctrina se les inicia en las primeras letras, en el cálculo y en algunas artesanías. Todo libro que era impreso sin la licencia respectiva y que se refería a las Indias Orientales era confiscado.
El cuadro educativo que presentaba la Colonia no era halagüeño ni mucho menos. Era muy pocas las escuelas de primeras letras y menos aún los centros donde los hijos de los españoles y los mestizos podían continuar sus estudios. A esta realidad pedagógica, a la que nos referimos con más detalle más adelante, se agrega la serie de limitaciones establecidas por el clero y el gobierno colonial. Además de la vigilancia extrema que establecían para la edición
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