Educación Y Lucha De Clases
Enviado por DenverJ • 8 de Julio de 2014 • 793 Palabras (4 Páginas) • 261 Visitas
La montaña es
algo más que una
inmensa estepa
verde
Omar Cabezas
De este libro, ganador del Premio Casa de las Américas en
la rama de testimonio(1982), la Editorial Nueva Nicaragua
ha publicado tres ediciones anteriores, con un total de
sesenta mil ejemplares. En otros países, y en muy
numerosas lenguas, ha sido profusamente editado y
merecido comentarios como éste que Julio Cortázar escribió
en una carta dirigida a Omar Cabezas: "Sin duda ya sabrás
por muchos otros lectores que una de sus características
más salientes es la imantación, quiero decir que apenas se
lo empieza a leer uno se queda como pegado a él y ya es
imposible abandonarlo hasta el final". Y como este otro, de
José Coronel Urtecho, para quien La montaña es algo más que una inmensa
estepa verde está escrita "en nicaragüense, en puro nicaragüense, en la lengua
que todos nosotros hablamos", porque "la forma de narrar de Omar Cabezas
(León, Nicaragua, 1950) es la forma de narrar del pueblo nicaragüense, el
natural estilo de contar nicaragüense".
Dedicado a la Dirección Nacional
del Frente Sandinista de
Liberación Nacional
Quiero manifestar mi reconocimiento a algunos compañeros porque sin ellos este
libro no hubiera sido posible:
Pilar Arias
Nazarena Navas
Sergio Ramírez Mercado
Ernesto Cardenal
Lilliam Jirón Rivas
Rosario Murillo
Chichi Fernández
Lizandro Chávez
Julio Valle
Cruz Mungula
Fernando Silva
Luis Rocha
Marlene Chow
Xavier Argüello
Gioconda Belli
y a la Gata más linda del mundo: mi mujer
1.
Recuerdo que ingresé al Frente después de unas vacaciones, después que me
bachilleré. Fue un verano, como en marzo o abril del 68, después de la matanza de
enero de 1967. Me acuerdo que íbamos por la calle algunos compañeros, a estudiar;
era de madrugada, tempranito en la mañana, cuando de repente nos paran en la
calle unos guardias hijos de puta, nos ponen contra la pared y todo. En ese
momento había sido la masacre de Managua, había sido por la tarde o por la noche.
Nosotros no sabíamos nada porque estaban calladas las radios, lo mismo que los
diarios.
Cuando chavalo, en mi barrio había una cantina que era de una señora gorda —que
le pegaba a su marido—, le decían la cantina de los Dimas. Entonces como en esa
cantina había pleitos de bolos, la Guardia llegaba y malmataba a los bolos. Esa
es la primera impresión que yo tengo de la Guardia. Los golpeaban, eran unos
salvajes golpeándolos en la cara con las culatas. Se miraba
...