Efectos Económicos Constitucion 1925
Enviado por teresitamaria1 • 30 de Mayo de 2017 • Ensayo • 4.667 Palabras (19 Páginas) • 260 Visitas
¿Fue la nueva Constitución de 1925 un factor clave en la pronta recuperación de la crisis de 1929?
Resumen
En el siguiente texto se analizan los principiales efectos de la Constitución de 1925 respecto a los cambios producidos en los poderes del gobierno, sosteniendo que la promulgación de ésta fue un elemento clave para la recuperación de Chile luego de la gran Crisis de 1929. Se analizarán estos cambios y los principales efectos que tiene sobre la economía chilena, centrándose en la importancia de las instituciones en un país, asegurando que en este caso la estabilidad y mejora de las instituciones aumentó los niveles de inversión y consumo privado en el país.
Se hace una crítica al sistema parlamentario en Chile, el cual termina con la promulgación de la nueva constitución en 1925, ya que se caracterizó por la abundante corrupción, desincentivando el crecimiento de la economía.
Se concluye que efectivamente la Constitución si fue un aporte en este proceso, sentando bases para un crecimiento más estable y prolongado.
Introducción
Durante los primeros años del siglo XX, no se presentaron grandes crecimientos ni desaceleraciones en la economía chilena. Es en 1925 cuando se promulga la nueva Constitución y luego bajo los efectos de la caída de la bolsa en 1929 cuando comienzan los bruscos cambios en el PIB del país, ya que entre 1927 y 1928 se presentó una tasa de crecimiento de 20,7% y desde 1930 a 1931 la tasa fue de -22,4% aproximadamente, las cuales no se habían presentado en el país hace muchos años, como se mostrará más adelante.
Los años en estudio serán de 1900 a 1950, período que involucra la promulgación de la Constitución de 1925, la Crisis de 1929 y la pronta recuperación de ésta, ya que a pesar de haber sido uno de los países donde más influyó la crisis, presentó una acelerada recuperación en comparación con distintos países afectados.
Ésta rápida recuperación es la motivación de esta investigación. Nuestra hipótesis sostiene que la rápida recuperación de Chile fue gracias a la Constitución de 1925, debido a la estabilidad política que introdujeron las nuevas leyes e instituciones políticas, otorgando seguridad a los agentes económicos, constribuyendo positivamente a la PTF de la economía. Esta seguridad incentivó la inversión y el consumo privado del país.
Para comprobar esta tesis se realizará en primer lugar un análisis de ciertos elementos que cambiaron con la nueva constitución, que se consideran claves para relacionar la constitución de 1925 con los efectos que se han sometido a investigación, como lo fueron el cambio a un sistema presidencialista, el establecimiento de un estado de derecho y la aplicación de leyes sobre los derechos de propiedad.
Luego, con la evidencia empírica y recabando en la historia del país, se revisarán hechos, datos y cifras que evidencien los cambios que produjeron los elementos de la constitución analizados previamente en la economía y forma de desarrollarse del país.
Para comprobar si efectivamente la constitución tuvo un importante rol al momento de superar la crisis de 1929; a través de un contrafactual y herramientas de análisis de dato, se compararán las cifras chilenas con la de otros países similares y en diferentes momentos del tiempo, para concluir si se cumple la hipótesis planteada.
Por último, a través del modelo de crecimiento de Solow se explicará en qué se sostiene nuestra hipótesis para afirmar cómo los aumentos y disminuciones en la inversión nacional afectaron al crecimiento del país, haciendo posible luego de eso extraer las conclusiones finales.
Contexto histórico
Desde 1891 hasta el año 1925, el sistema de gobierno utilizado en Chile fue la República Parlamentaria. Este sistema se caracterizó por el gran poder que se le concedió el Congreso, superando incluso el del Presidente. Muchas de las grandes decisiones estuvieron en manos del Congreso, el cual frecuentó las llamadas “prácticas parlamentarias” que se caracterizaron por la corrupción del sistema, pues el parlamentarismo otorgó un mecanismo de legislación que se prestó para eso.
El primero de estos mecanismos fue la obstrucción a la ley, en que se sacó provecho de las reglas del congreso. Como no se permitía clausurar los debates, mediante ésta regla los opositores se ocuparon de no dar cierre a los debates para no llegar a las instancias de votación, y por otro lado no asistían a las sesiones para que no se cumpliera con la asistencia mínima
Otra de estas prácticas parlamentarias fueron las constantes censuras a los ministros del presidente, lo cual llevo a una “rotativa ministerial” que le sirvió como herramienta de negociación con el ejecutivo y como desestabilizador del gobierno.[1] Estas últimas “imposibilitaban toda labor continuada y perturbaban la administración”, afirma Francisco Frías Valenzuela.
Las “gratificaciones” fueron otras de estas prácticas, en donde existieron incentivos monetarios para comprar votos en las elecciones (J.S. Valenzuela). Esto trajo consigo grandes problemas sociales, produciendo una gran inestabilidad en el gobierno, y por tanto en el país.
Es bajo la Constitución de 1925 cuando comenzaron los grandes cambios en el Gobierno. Debido a estos problemas, el 30 de agosto de 1925 se aprueba una nueva Constitución Política, la cual es promulgada ese mismo 18 de Septiembre, conocida como la Constitución de 1925, estando el país bajo el gobierno de Arturo Alessandri Palma.
Motivación al estudio de la Nueva Constitución
En el siguiente gráfico se muestran los PIB per cápita de Chile, Perú y Argentina, resaltando los años en los que se promulgaron nuevas constituciones en cada uno. En el caso de Argentina, en 1949 y 1944, en Perú en los años 1933, 1979 y 1993, y en Chile en 1925 y 1980.
Se notan grandes diferencias entre estos países: en el caso de Perú, luego de las tres fechas destacadas se puede ver un crecimiento no muy pronunciado. A diferencia de éste, Argentina luego de cada año en estudio sufre una caída del PIB per cápita por pocos años, para luego recuperarse y comenzar a crecer.
Éste es también el caso de Chile en 1925, aunque debido a la crisis de 1929 que es inmediatamente posterior a la Constitución en estudio, es difícil sacar conclusiones claras. La diferencia entre Argentina y Chile está en que la recuperación luego de la Consitucion de 1925 (Chile) y antes de la crisis presenta tasas mayores que Argentina, como se puede apreciar en el gráfico 1. Es por esto que adquiere importancia el estudio de ésta, ya que sus efectos a simple vista parecen ser mayores que los de las otras constituciones promulgadas.
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