El Aporte En La Historiografía Argentina De Una "generación Ausente", 1983-1993
Enviado por ARTURO • 8 de Agosto de 2014 • 645 Palabras (3 Páginas) • 317 Visitas
ENTREPASADOS.
REVISTA DE HISTORIA.
AÑO III- NUMERO 4- 5 FINES DE 1993.
Cibotti, Ema: “El aporte en la historiografía argentina de una “generación ausente”, 1983-1993”.
La producción historiográfica en Argentina recibió un nuevo impulso a partir de la instauración de la democracia en diciembre de 1983. La dictadura en retirada dejo sus huellas en todos los terrenos de la vida social, y por ende había que modificar esa situación también presente en el campo académico. En principio había que rehacer el entramado de vínculos profesionales; había que recuperar nuestros referentes intelectuales y devolverles imagen y voz y construir canales de dialogo con los jóvenes en formación; había también que hacerse cargo de los restos del aparato de enseñanza e investigación, reformarlo y dotarlo de los recursos necesarios.
La universidad pública, gratuita y abierta recibía miles de inscriptos, las carreras de grado de la Facultad de Filosofía y Letras inundadas de nuevos aspirantes. En el caso de la historia había un gran deseo de recuperar el tiempo perdido elaborando el diseño de una política científica. El CONICET concentraba todas las expectativas.
Lo que sigue es un intento de pensar el derrotero en la historiografía reciente de aquellos que integramos la “generación ausente”.
Creo que es posible enfocar algunos aspectos de la producción de esta nueva franja generacional. Hay denominadores comunes que podemos resaltar. Preocupaciones compartidas no tanto en el terreno temático, cuanto en las formas de su abordaje, en la aplicación de análisis microhistoricos, en el culto por el trabajo de archivo, en fin, en el sometimiento con rigor a las reglas del oficio y en la voluntad de defender una continuidad profesional.
Los archivos públicos y privados fueron nuestros primeros lugares de encuentro profesional. Los repositorios documentales públicos se hallan en un estado preocupante y algunos, pese a la recuperación del estado de derecho, están bajo la férula de funcionarios públicos que practican actitudes intolerantes y discrecionales. También es difícil el ingreso a los archivos de instituciones particulares.
Los congresos y las jornadas, han sido y son ámbitos importantes para nuestro desarrollo. Desde 1983 estos encuentros se realizan con regularidad y continuidad. Esta situación remitía a la reestructuración del campo intelectual que había desaparecido durante la dictadura.
Hacia 1987/88 nadie creía que fuésemos una “generación perdida”, al fin y al cabo no solo estábamos produciendo sino que también actuábamos en los claustros académicos. Por supuesto en este ultimo ámbito, la política nos dividía a veces tanto como nos unía nuestra situación de graduados. Nuestras diferencias también se han manifestado a la hora de evaluar la gestión académica de los “hermanos mayores” o de medir
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