El Barroco
Enviado por Yanfrank_alz • 7 de Junio de 2015 • 365 Palabras (2 Páginas) • 132 Visitas
Tema 3. La cultura del Barroco 1. Introducción
—Barroco es un término conflictivo: a lo largo de la historia se ha ido cargando de connotaciones. Remite a una especie de deformación de los valores clásicos
por eso algunos autores prescinden de él: Pedro Ruiz Pérez, por ejemplo: El siglo del arte nuevo, 1598-1691
Wölfflin, por ejemplo, no habla del Barroco como deformación, sino como un movimiento estético que transforma valores clásicos: con muchos valores que perduran
Weisbach y Maravall buscan la esencia del Barroco, que no es solo un estilo de escritura
-el primero lo identifica con la ideología de la Contrarreforma (que defiende, por
ejemplo, que el artista tiene que producir ad propagandam fidem)
-para el segundo el Barroco constituye toda una cultura, organizada en torno al
concepto de crisis. Cultura conservadora, dirigida, masiva y urbana
—Las fechas también son muy diferentes: el fin del reinado de Carlos II, la muerte de Calderón de la Barca, la época de los novatores...
Ratio Studiorum
conocimiento práctico de las lenguas latina y griega
consecuencia del humanismo del XVI pero orientado hacia la religión
una de las razones de que los autores del XVII manejen a la perfección la retórica clásica
—El neoestoicismo descubre en los estoicos clásicos valores parecidos a los cristianos
Antonio Machado:
«El pensamiento barroco pinta virutas de fuego,
hincha y complica el decoro. Sin embargo,
¡oh, sin embargo!
hay siempre un ascua de veras en su incendio de teatro»
aproximación al Barroco como un estilo, que consiste, en sus rasgos generales, en el desbordamiento estilístico aparentemente vacío (hincha y complica el decoro)
pese a esta espectacularidad Machado percibe un ascua de veras, que señala ese sentido trascendente
«El Barroco no constituye solo una exacerbación de lo morfológico hacia lo agitado y recargado, sino algo más profundo que, si bien se manifiesta en ese desbordamiento de lo aparencial sensorial, sin embargo, los determinantes psicológico-espirituales de esa general transformación constituyen algo complejo y profundo que afecta igualmente al pensamiento y a la vida en general, y cuya exteriorización en las manifestaciones artísticas y literarias no siempre supone dinamismo, complicación y recargamiento ornamental» (Emilio Orozco)
señala que hay muchas manifestaciones del Barroco que no responden a la idea estereotipada del recargamiento: también al ascetismo y la contención (ver a este respecto el contraste de cuadros de Rubens y bodegones)
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