El Caracazo

Se conoce como El Caracazo a una serie de protestas y disturbios sociales que se suscitaron los días 27 y 28 de Febrero de 1989, el cual tuvo como principales protagonistas a los sectores populares de Caracas y zonas circunvecinas, específicamente la Ciudad de Guarenas, en donde realmente se originaron los disturbios y se diseminaron a gran velocidad por gran parte del territorio nacional. Estos eventos surgieron como consecuencia de la aprobación de un conjunto de medidas macroeconómicas decretadas por el gobierno de Carlos Andrés Pérez, presidente de Venezuela para ese momento histórico.

Como antecedentes se podrían enumerar muchos, sin embargo, esto fue producto del devenir del tiempo en el cual el pueblo venezolano venía padeciendo los rigores de desacertadas políticas de estado y de un divorcio por parte de los gobernantes ante las necesidades del pueblo. Ahora bien, en la década de los 80, Venezuela se encontraba atravesando una profunda crisis financiera producto de la devaluación de la moneda, dando paso a una insostenible caída de la economía como consecuencia del endeudamiento a partir del boom petrolero en la década de los 70. Los gobiernos de turno a partir de esta fecha fueron incapaces de controlar esta situación y menos aún de revertirla, con lo cual se creaba una sensación de desconfianza por parte de los inversores extranjeros ante ya una devaluada moneda, por lo cual comenzaron a retirarse o a no querer invertir en el país dando paso a un incremento en las tasas de desempleo y un gradual desabastecimiento.

Por ende, todas estas circunstancias afectaron de mayor manera a las clases populares, a la población más necesitada, los cuales creyeron fervientemente en las promesas de revertir dicha situación hechas por el entonces candidato a la Presidencia de la República Carlos Andrés Pérez para las elecciones del año 88. Dicho candidato una vez ganó las elecciones y al poco tiempo de asumir por segunda oportunidad la Presidencia de la República decretó una serie de medidas macroeconómicas promovidas por el Fondo Monetario Internacional (FMI) y maquilladas con la afirmación de generar cambios sustanciales en la economía del país, pero la realidad fue que dichas medidas fusilaron las esperanzas de un pueblo de querer ver una economía recuperada y fortalecida.

En líneas generales, el paquete económico establecía nuevas normativas sobre política cambiaria al liberar la tasa de cambio preferencial, deuda externa al someterse a un programa bajo supervisión del FMI con el fin de obtener 4500 millones de dólares en un lapso de tres años, liberación de las tasas de interés activa y pasiva en todo el sistema financiero hasta un tope de un 30 %, liberación de los precios de todos los productos de la cesta básica a excepción de 18 artículos, incremento de las tarifas de servicios públicos, aumento anual por un lapso de 3 años de todos los productos derivados del petróleo con un primer aumento de un 100 % en el precio de la gasolina,

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