El Desarrollo Histórico Del Campo Colombiano Salomón Kalmanovitz
Enviado por AndreaNav_96 • 15 de Febrero de 2014 • 462 Palabras (2 Páginas) • 414 Visitas
1. Introducción
Un rápido balance de la situación agraria en Colombia, cuando nos aproximamos al tercer milenio, indica que se ha profundizado el desarrollo capitalista en amplias regiones del país, que muchas unidades campesinas son más viviendas de trabajadores que verda¬deras bases productivas y que la tierra ha adquirido una gran movilidad, particularmente durante la década de los ochenta, cuando enormes capitales forjados en el narcotráfico presionaron los valores rurales hacia arriba. Al mismo tiempo, sin embargo, la economía campesina ha retenido su importancia y aún se repro¬duce en las áreas de frontera, en algunas ocasiones valorizada por los cultivos de marihuana y coca.
En un período relativamente corto de tiempo, el que va de 1938 a 1985, la población rural pasó al 70.1 al 28% del total. Durante ese mismo período, pero con una base anterior que puede situarse en 1928, cientos de miles de pequeños arrendatarios de las ha¬ciendas (llamados localmente concertados, agregados, terrajeros, parámetros, medieros, etcétera), se liberaron de las prestaciones obligatorias que le debían a los terratenientes mediante su lucha o fueron expulsados de sus fundos. Una minoría de campesinos arrendatarios logró la propiedad de sus parcelas, pero la mayoría fueron lanzados a engrosar el ejército de empleados y desemplea¬dos urbanos y rurales o adoptaron por irse a abrir selva como colonos.
La misma frontera agrícola, sin embargo, les es disputada por comerciantes devenidos en latifundistas, lo cual, sumado a la ausencia de los servicios del Estado, contribuye a que la pobla¬ción colonizadora constituya la base social más importante del movimiento guerrillero colombiano. Tales regiones se convirtie¬ron en los ochenta en escenario propicio de acción de agrupacio¬nes paramilitares, frecuentemente financiadas por narcotrafican¬tes y apoyadas por latifundistas locales. Es allí, desde el Magdalena medio, el Caquetá y el Putumayo hasta los llanos y las regiones del Urabá, donde se concentran los conflictos más vio¬lentos que arrastra a sus poblaciones a condiciones fáciles de muerte e infernales de existencia.
En el proceso histórico que describimos, las haciendas se trans¬formaron lentamente, unas arruinándose en el proceso, otras arrendando sus tierras a una agresiva burguesía agraria que surgió en el proceso y las más lograron transformarse en capita¬listas. Entre tanto, la economía campesina vivió un proceso muy desigual de diferenciación de clases en su interior: sólo las regiones cafeteras, y algunas pocas zonas del altiplano sabanero (que geográficamente rodea a Bogotá y se extiende, con interrup¬ciones, hasta más allá de Tunja) y otras contadas regiones del país ocupadas parcialmente generaron amplias capas de campesinos ricos, medios y pobres; la mayor parte de la economía campesina, que ocupa pobres tierras de vertiente, experimentó una muy limi¬tada diferenciación,
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