El Machismo
Enviado por kristalmaya • 10 de Noviembre de 2013 • 893 Palabras (4 Páginas) • 265 Visitas
¿Cómo establecer roles en la familia sin machismo?
por Licda. Elsa Ram�rez de Aguilar
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Una de las tareas más difíciles para la mujer líder de hoy es aceptar que ella es agente de cambio no solo en su casa, sino también en la iglesia y en la comunidad. Una de las áreas más difíciles para operar cambios sustanciales es la familia, porque la misma mujer es quien debe cambiar su propio concepto tradicional (no bíblico por cierto) de funcionalidad en el hogar.
¿Cómo establecer roles en la familia sin machismo?
La pregunta que se plantea es «cómo establecer...» Sin embargo, la misma pregunta ya ofrece cierto conflicto entre los conceptos y la acción, en un sistema de funciones domésticas. Respondo lo anterior con otra pregunta: ¿Qué se entiende por establecer o quién debe establecer? Sugiero entonces empezar por cambiar el término «establecer» por el de «aceptar». La funcionalidad no la debe determinar alguien desde su propia perspectiva porque más bien es un asunto de compromiso. El esposo y la esposa, el papá y la mamá, el hijo y la hija deben aceptar que las labores domésticas no son obligaciones de una sola persona, sino de cada miembro de la familia, hasta del más pequeñito.
Con esto en mente, sugiero que los miembros de toda familia, de manera grupal y personal, cumplan sus funciones en el seno hogareño. En primer lugar, deben buscar el consejo divino y dejar que la Palabra de Dios renueve sus mentes (Ro 12.2) y les haga entender y aceptar las funciones auténticas que cada uno tiene, con base en los principios y valores bíblicos.
En segundo lugar, debe haber apertura al diálogo y al cambio. Aun tratándose de una familia recién establecida, el trasfondo que traigan los cónyuges influye en su actitud hacia las obligaciones que deben aceptar. Por lo tanto, despojarse del tradicionalismo y la vestidura cultural es una meta primordial para asumir cada función con responsabilidad.
Como tercer y último punto, sugiero que se liberen de ciertos hábitos muchas veces pecaminosos como el incumplimiento, la irresponsabilidad, la falta de cooperación, la indiferencia, el enojo ante las obligaciones, la mediocridad, la falta de iniciativa personal y otros más, a fin de funcionar a cabalidad.
No hay tarea doméstica u hogareña que esté limitada por asunto de género. Todo es un asunto de actitudes ante las obligaciones. Por ello, romper el patrón es parte de nuestra responsabilidad y debemos comenzar en nuestra propia casa. Como principios y valores sugiero estudiar los siguientes que podrán propiciar las actitudes correctas para aceptar las obligaciones propias.
1. Aceptar el principio que cada miembro
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