Machismo
Enviado por CarlosFerrerG • 22 de Noviembre de 2013 • Tesis • 1.615 Palabras (7 Páginas) • 337 Visitas
“EN MÉXICO TODOS LOS DÍAS SON BUENOS PARA MALTRATAR A UNA MUJER”; AQUÍ, EN NUESTRO PAÍS, LA MUJER SE CONSIDERA COMO ALGO Y NO COMO ALGUIEN”. Éstas y muchísimas otras frases similares son las que me he encontrado en mi búsqueda e investigación para mi ensayo acerca del machismo en nuestro México.
Bueno, para empezar quisiera hablar sobre mi perspectiva de un macho mexicano. Al visualizar yo a un macho me imagino a un ranchero, gallardo, tenaz, con su fajo piteado y sus botas picudas, con un gran sombrero, con bigote de esos que quizá causan gracia y por supuesto, no puede faltar su caballo prieto azabache como se dice en los pueblos y en esas canciones mexicanas. Creo que ese es el modelo que todo macho sigue y del que a mi punto de vista casi un 97% de la población nacional cree y visualiza a un hombre “macho”. Además, también existe otro tipo de macho según mi experiencia de vida y lo que he conocido hasta el momento como lo es aquel tipo que llega borracho a su casa, a las tres de la madrugada; golpea a su mujer que para él sólo es un juguete sexual y una sirvienta que no tiene voz ni voto, que jamás ha dado muestra de afecto a sus hijos y que es el típico mantenido que hace lo que le place teniendo en mente que él es el mandamás, el más hombre, el más fuerte y todos esos estereotipos estúpidos que se plantea el hombre al momento de estar con una mujer. Bueno pero para mí el hombre mencionado anteriormente no es un macho, sino un delincuente, un patán, un abusador que debe ser castigado severamente; en cambio el macho ranchero quizá puede ser de las características del sujeto golpeador pero no podría juzgarse de tal modo ya que todos tenemos la creencia de que un macho debe actuar de tal manera, y además en los pueblos, ranchos o lugares rurales está bien visto o mejor dicho, es normal encontrarse con tipos así y de alguna manera a las mujeres les atrae un hombre cabal y trabajador, creo yo que así son los cánones de las mujeres de rancho.
No estoy seguro si los celos son signo de un hombre machista. De ser así, creo que todos los mexicanos o por lo menos la gran, gran mayoría ha sido machista más de alguna vez en su vida. En mi caso me considero celoso, pero no posesivo. Quizá esta característica me haga ver ante los ojos de la sociedad como macho ya que mi novia es de un pueblo. Puede ser que aquí se rompa lo que mencioné anteriormente de los cánones de las mujeres, debido a que yo no me visto como un típico macho del que todos tienes una idea y sin embargo ella se enamoró de mí y hasta el momento llevamos una relación duradera y sana que ha durado dos años y casi nueve meses. También considero que no soy macho, ya que me gusta ser cursi y romántico, hacerle arreglos y regalitos a mi novia, llevarle detalles agradables, soy tierno y me gusta consentirle con la voz y no me apeno de ser así, siendo sincero nunca he tenido la idea de querer ser macho o el más poderoso o fuerte si bien esa es la creencia, no sé pero para mí, un macho no es aquél que lo controla todo y tiene a muchas mujeres cacheteando las banquetas por él ni mucho menos, sino que un macho es el que se siente seguro de sí mismo y no tiene ningún tipo de complejo, aquél sujeto que tiene palabra y es caballero, ese hombre que sabe lo que habla y que además se cree su papel pero sin presumir, hablo más que nada de humildad. Tal vez me meta en otros temas pero siento, creo y estoy seguro que la humildad te hace más grande y “macho” que cualesquier otra cosa en el mundo. Creo también que un macho es el que tiene la capacidad de estar con una sola mujer y entregarle a ella su ser, el que puede tener a una dama completamente plena en todos los aspectos y hacerle sentir la mujer más feliz del mundo. Ése es mi concepto de un macho, quizá algunos estén de acuerdo conmigo y otros no.
Bueno, un ejercicio en clase que en lo particular a mí me permitió ver la realidad por lo menos del macho en el salón de clases; fue la dinámica que realizó el profesor margarito llamada “el dilema de María y José”. Una historia de infidelidad de ella hacia él y enseguida haciéndonos cuestiones especialmente a los hombres que hacían referencia que si después de un engaño un hombre debe perdonar a una mujer, a lo que absolutamente TODO el salón (hombres) respondió sin siquiera pensarlo dos veces
...