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El Pensamiento Libertador


Enviado por   •  3 de Junio de 2014  •  5.933 Palabras (24 Páginas)  •  273 Visitas

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EL LIBERALISMO

Fundamentos Teóricos De La Gesta Independentista

La etapa independentista venezolana que comienza a principios del siglo XIX, constituye el punto de partida de todo lo que será el desarrollo de la vida republicana. Algunos autores la abordan desde la exaltación de la heroicidad de los patriotas, otros por el contrario se detienen en explorar una dimensión más amplia de este hecho y, sin obviar las estrategias político-militares puestas en práctica en el campo de batalla, exploran todo un conjunto de situaciones como: costumbres, tradiciones y actuación de los personajes subalternos (esclavos, mujeres, mestizos). En muchas novelas épicas venezolanas se invita a repensar la Guerra de Independencia como un período complejo de la historia venezolana que no se restringe simplemente a las acciones bélicas, lo que servirán como parte de los fundamentos teóricos que permitan demostrar las discusiones surgidas entre la historiografía y la literatura.

Tres siglos transcurrieron entre la conquista y las inquietudes revolucionarias del siglo XIX, los hijos de españoles nacidos en el Nuevo Mundo, llamados "criollos" desvinculados de España; sentían correr por sus venas la sangre americana. Los principios de la nacionalidad florecieron y se despertó el viejo clamor independentista; el pensamiento revolucionario se difundió en la clandestinidad; el genio de Simón Bolívar inspiraba el instinto separatista.

Se avecinaba un instante supremo en la vida del Istmo de Panamá, España, sucumbía ante las derrotas en el sur y se deshacía el imperio, la actividad económica disminuida, obligaron a los líderes criollos a tomar una decisión. Ya los países de Sur y Centro América clamaban por días felices fuera de la órbita de los Borbones de España. La batalla de Boyacá, librada por los ejércitos mancomunados de Venezuela y la Nueva Granada, despertó bajo el mando del Libertador Simón Bolívar, los anhelos libertarios con más fuerza y persuasión.

Bolívar tenía propósitos específicos para Panamá, aún a costa de nuevas escaramuzas bélicas, pero Bolívar desistió por el momento, por causas de fuerza mayor. Posteriormente designó al Vicepresidente General Francisco de Paula Santander para ese cometido.

El 28 de noviembre de 1821, luego de varias deserciones de soldados reales, se proclamó un cabildo abierto donde se declaró el Istmo libre e independiente de la Corona Española. Se designa al frente del Gobierno de Castilla del Oro o Tierra Firme al Coronel José de Fábrega; panameño de nacimiento quien al consumarse el movimiento separatista continúa como jefe supremo del Istmo.

Antes, el 10 de noviembre de 1821 un acuerdo popular separatista en el Cantón de Los Santos había secundado por las autoridades de Pesé y Natá de manera espontanea se independizaba. Siendo estas y otras circunstancias las que originaron la separación istmeña del yugo español.

Simón Bolívar envío su célebre carta al Coronel José de Fábrega donde lo felicita y exhorta a seguir adelante. Inmediatamente los panameños nos unimos voluntariamente al sueño bolivariano llamado La Gran Colombia.

El Pensamiento Universal De Francisco De Miranda

En la obra intelectual de Miranda es importante destacar las ideas fuerza de su pensamiento. De la riqueza de dicho pensamiento se pueden destacar las tres ideas que movieron sus inquietudes intelectuales: la independencia de la América española, la transformación radical de la sociedad hispano americana y la unidad política continental.

Heredero de los tres principios filosóficos de la Revolución Francesa: libertad, igualdad y fraternidad. Principios que serán expuestos en sus escritos y transmitidos a los intelectuales criollos. Los conceptos de libertad, igualdad y fraternidad son las categorías de mayor presencia en el pensamiento y obra de Miranda. Bajo estas categorías los criollos americanos proyectaran el creciente deseo de emancipación política de la península. No era posible, que España impidiera el deseo americano de vivir al amparo de la autonomía, el respeto por la dignidad y la igualdad y la fraternidad a la que tienen derecho todos los hombres. La libertad, la igualdad y la fraternidad se extendían a otras esferas como el de ampliar los puentes de comunicación y comercio entre las provincias americanas y los países europeos, teniendo como premisa los postulados de la Revolución de 1789.

Las premisas recopiladas en el pensamiento de Miranda eran consideradas como elementos fundamentales en la construcción de la dignidad humana y de los pueblos. El reconocimiento del otro desde la ley y el Estado, representa una de las premisas fundamentales para construir un mundo más justo y desterrar de la presencia de los hombres las despreciables y odiosas discriminaciones entre chapetones, criollos, mulatos, negros, mestizos e indios. Según Miranda, bajo el gobierno español la segregación étnica, social, política, cultural, económica y religiosa era una constante. La función de todo gobierno justo en consideración del caraqueño era el establecimiento de un modelo político garante de la libertad, la igualdad y la fraternidad de hombres y pueblos.

Las teorías que se debatían en Europa, sobre el continente sustentaban no solamente la aparente debilidad, putrefacción e inmadurez del territorio y su flora y fauna, sino que también repercutían en el hombre que la habitaba. Los “mancebos de la tierra”, cargaban como un lastre la “mancha de la tierra”. En términos de sangre, lengua, religión y apellidos eran similares, e inclusive en América, sus habitantes de la elite criolla gozaban de más títulos de nobleza e hidalguía que los nacidos en Europa. Sin embargo, se les aplicó la teoría de la mancha de la tierra como instrumento de dominación y subordinación.

A pesar de tener el mismo color de piel, de hijos de cristianos viejos, descendientes de conquistadores que habían dado reinos y territorios a la corona por su valerosa e iniciativa personal y de ser hidalgos, los criollos americanos eran considerados inferiores a los de nacimiento y origen peninsular. La discriminación “en una palabra no era ni étnica, ni económica, ni social: era geográfica. Se basaba en un jusSoli negativo, que prevalecía sobre el jusSanguinis . Quien había nacido en las Indias, por esta sola circunstancia se veía opuesto y subordinado a unos compatriotas con quienes tenía todo lo demás en común: el color de la piel, la religión, la historia, la lengua” La discriminación se observaba en la ocupación de los cargos administrativos civiles y eclesiásticos, donde los americanos no obtenían sino los de menor jerarquía.

Como lo señala Gerbi “…Y no porque fuera de raza inferior. Había una sola posibilidad de justificar su inferioridad:

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