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El Peronismo en el contexto mundial de posguerra


Enviado por   •  21 de Mayo de 2019  •  Ensayo  •  3.911 Palabras (16 Páginas)  •  376 Visitas

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EL PERONISMO EN EL CONTEXTO MUNDIAL DE POSGUERRA

INTRODUCCIÓN

El fin de la Segunda Guerra Mundial marcó el surgimiento de un nuevo sistema de relaciones internacionales, que se caracterizó por el dominio de dos grandes potencias: los Estados Unidos y la Unión Soviética. El panorama político que siguió a la Segunda Guerra Mundial estuvo condicionado por el papel de estos dos países, que no supieron ponerse de acuerdo sobre la manera de reorganización del mundo, ya que representaban dos sistemas políticos, dos modelos económicos y dos formas de organización social opuestas e incompatibles. Así surgió la existencia de dos bloques, liderados por las dos superpotencias, y el resto de los países debían alinearse en función de los intereses de estos dos Estados y de ellos mismos.

Dicho intento de reorganización mundial se llevó a cabo en base a dos planos. Dentro del plano económico, la perspectiva de una repetición de la crisis de 1930 provocó a las potencias occidentales a la creación de un nuevo sistema financiero y comercial internacional. De esta manera, se crearon entonces nuevos organismos como el Fondo Monetario Internacional (FMI), que tenía como objetivos principales el fomento del desarrollo equilibrado del comercio internacional, el mantenimiento de altos niveles de empleo, el desarrollo de los recursos productivos en todo el mundo y la eliminación de los controles sobre los intercambios comerciales; y el Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento, mejor conocido como Banco Mundial, que debía coordinar préstamos e inversiones privadas, para derivarlos hacia proyectos útiles en todo el mundo.

Además, el avance soviético sobre los países de Europa oriental, llevó al presidente de los Estados Unidos, Harry Truman, a formular la Doctrina Truman. Esta doctrina proponía una política de contención de cualquier iniciativa soviética que perturbara el nuevo orden internacional que se quería implementar y justificaba que el gobierno norteamericano interviniera en el exterior. Y en 1947 lanzó un amplio programa de ayuda económica destinado a los países europeos devastados por la guerra. El Programa para la recuperación europea, más conocido como Plan Marshall, consistía básicamente en el otorgamiento de préstamos a bajo interés y estuvo destinado en su mayor parte a Gran Bretaña, Francia, Alemania e Italia.

Los dirigentes soviéticos advirtieron que el Plan Marshall implicaba una seria amenaza de extender los seguidores de los Estados Unidos sobre sus áreas de influencia. Por esta razón, impulsaron a los países de Europa oriental a rechazar la ayuda norteamericana y lanzaron su propio plan: el Consejo de Asistencia Económica Mutua (CAME o COMECON) que se proponía promover la plena industrialización de los países miembros y el intercambio comercial entre las naciones de este bloque.

Por otra parte, el plano político se desarrolló a través de la constitución de alianzas. En 1949, los norteamericanos impulsaron la creación de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), que nucleaba a la mayoría de los países capitalistas noratlánticos, indiscutiblemente liderada por los Estados Unidos. Y en 1955, los soviéticos respondieron con la creación del Pacto de Varsovia, una organización militar que nucleaba a los países comunistas.

En un principio y dentro de este contexto de bipolaridad, el gobierno peronista había establecido relaciones con la potencia capitalista. Luego se distanció políticamente de los dos bloques, posicionándose dentro de un grupo de países que no se sentían parte de ninguno de ellos.

DESARROLLO

        

TERCERA POSICIÓN:

Dentro de un mundo bipolar, el gobierno peronista anunció y llevó a la práctica la política soberana de la “tercera posición”. Esta tenía como principio mantener la equidistancia de ambos bloques, el estadounidense y el soviético, y formar parte de uno que tuviera como base fundamental el nacionalismo popular, la libertad y una visión amplia de la paz mundial. No estaban de acuerdo con el modelo capitalista impotente, conservador e individualista de los Estados Unidos, ni con el comunista, socialista y colectivista de la Unión Soviética. Por esta razón, se reconocían como antimarxistas y antiliberales, con la utilización de un espectro político (ordenamiento visual de grupos u organizaciones políticas de acuerdo con ciertos ejes conceptuales) diferente del que ubica a los partidos políticos en izquierda o derecha. Finalmente, Perón terminó por denominar a esta posición como “justicialismo”, el cual marcaba la búsqueda de un camino nacional que se apartara de las grandes opciones que el mundo bipolarizado proponía.

        Los principios de la Tercera Posición del gobierno peronista comprendían una serie de enunciados de alcance universal y apuntados a resguardar la convivencia pacífica entre las naciones, entre ellos estaban los siguientes: la igualdad jurídica de todos los estados soberanos; la fraternidad y cooperación política y económica, como única forma de aproximar a las naciones sin desconfianza; la amistad con todos los países del mundo, sin inclinarse hacia las supremacías de izquierda y derecha; la voluntad de servir a la humanidad en sus deseos de paz interna e internacional, colocándose en la línea de ayuda que le sugería el “lamento universal” y sirviendo a “las energías del bien, para vencer las energías dominadas por el mal”; y la situación de los pueblos en el orden general, donde debían extender sus conceptos nacionales.

        Mientras tanto, en 1950, iba surgiendo un nuevo concepto de división de países implementado por un sociólogo francés de nombre Alfred Sauvy. Para la conformación de esta idea, Sauvy trazó una similitud con la antigua clasificación de los reinos (nobleza-burguesía-campesinos) que le permitió explicar la conformación del mundo en los tiempos de bipolaridad: diferenciaba entre los países occidentales y capitalistas, los países socialistas o comunistas y el resto de las naciones. En este sentido, el primer mundo correspondía al capitalismo industrializado, el segundo mundo al socialismo y el tercer mundo a los países que no pertenecían a ninguno de los grupos previos. Dentro de este último se encontraba la Argentina.

        Si tomamos en cuenta esta clasificación con las posiciones que tomaron los países con respecto a los bloques, podemos ver que se encuentran estrechamente relacionados ya que aquellos que en un momento decidieron apoyar a Estados Unidos se convirtieron en países capitalistas y entraron al grupo de los del primer mundo; los que siguieron a la Unión Soviética se formaron dentro de una base comunista y/o socialista perteneciente a los del segundo mundo; y por último los que se mantuvieron al margen de estos dos modelos terminaron por conformar el tercer mundo. Sin embargo, tomando como partida la situación de la Argentina en este contexto, no se puede decir que el concepto de Tercera Posición y el de Tercer Mundo son equivalentes debido a que el primero es una ideología tomada por el país y el segundo es la clasificación en la que entró y cuadró el mismo; uno es consecuente del otro por el hecho de haber establecido una posición diferente al de las supremacías que llevó a la nación a no pertenecer a ninguno de los dos mundos principales.

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