El Petroleo
Enviado por geralcrisgut • 30 de Abril de 2013 • 2.876 Palabras (12 Páginas) • 383 Visitas
*El petróleo como factor de conflictos mundiales:
Como sabemos los hidrocarburos son una de las principales fuentes de energía y una de las más abundantes, pero no todos los países del mundo cuentan con estos recursos por lo que se presenta el problema de que intentan controlar a los países que poseen estas riquezas para la explotación de estas, por parte de las potencia mundiales que son los países desarrollados que no poseen tantos hidrocarburos sino que dependen de otros países menos desarrollados para obtenerlos, y al final como resultado se obtiene que al intentar someter estos países surgen conflictos y ciertos roces por causa de esta fuente de energía.
INTRODUCCIÓN
El mundo en el que vivimos está atravesando un período con numerosos conflictos mundiales, causados por diversos temas como la religión, los recursos naturales y el territorio. Dichos conflictos involucran a más de un Estado, y en algunos casos desembocan en enfrentamientos armados, pero en otros, en cambio, se solucionan llegando a un acuerdo o mediante la intervención de un tercero.
Debido a los numerosos conflictos que existen, en este trabajo nos vamos a centrar en uno en específico, que se encuentra en la región de Asia Central, e involucra a Tayikistán, Kazajstán, Kirguizistán, Turkmenistán y Uzbekistán. Lo que generó este conflicto fue la religión (diferencias culturales) y dos recursos naturales: el gas y el petróleo, principales provocadores de conflictos mundiales en la actualidad.
Si miramos el mapa de yacimientos de hidrocarburos vemos que existe un elipse geográfico que abarca una parte de la Ex Unión Soviética y gran parte de Medio Oriente. 70% de las reservas mundiales de petróleo y 65% de las reservas mundiales de gas están concentrados en esa región. Con un solo vistazo a ese mapa nos damos cuenta que la razón verdadera de la militarización del Medio Oriente NO es el Islam, ni el fundamentalismo islámico, ni el terrorismo. La explicación para la presencia masiva de los ejércitos imperialistas se tiene que buscar en los enormes yacimientos de hidrocarburo y sus ganancias.
La imagen común del Medio Oriente es el de las mezquitas artísticas y musulmanes fundamentalistas. Es una imagen construida a propósito para encubrir otras verdades.
Si miramos el mapa de yacimientos de hidrocarburos vemos que existe un elipse geográfico que abarca una parte de la Ex Unión Soviética y gran parte de Medio Oriente. 70% de las reservas mundiales de petróleo y 65% de las reservas mundiales de gas están concentrados en esa región. Con un solo vistazo a ese mapa nos damos cuenta que la razón verdadera de la militarización del Medio Oriente NO es el Islam, ni el fundamentalismo islámico, ni el terrorismo.
La explicación para la presencia masiva de los ejércitos imperialistas se tiene que buscar en los enormes yacimientos de hidrocarburo y sus ganancias.
La región del Golfo - aparte de su importancia económica – ha adquirido una importancia estratégica para las potencias del capital mundial. El control sobre una región de producción de una materia prima tan importante como el petróleo no nada más es fuente de ganancias enormes sino también constituye un arma vital en el escenario de competencia y para la disminución de las crisis económicas. Quién domina los puntos claves de esa región tiene posibilidades infinitas para ejercer un mejor control en otros lugares, así como, desde una posición de poder, ampliar el territorio bajo su dominio.
Las ganancias provenientes del petróleo en la región del Golfo permiten además un negocio y ganancias excepcionales para los grandes consorcios de armas.
Por ejemplo, en los años 70 se duplican la venta de armas a nivel mundial, mientras que las ventas en la región del Medio Oriente se cuadriplica. “En los años ochenta, la mitad de todas las armas enviadas al Tercer Mundo, se fueron hacia esa región. Es decir, más de 25% de todas las armas en el mundo. En un lapso de menos de 20 años el gasto militar de esos países aumentó diez veces. De 4,7 mil millones de dólares en 1963 a 46,7 mil millones en 1980. Eso es 9 veces más del promedio mundial. Si se establece la relación del gasto militar con el PIB nacional en nivel mundial, 6 de los primeros países se ubican en esa región. En los 80 esos países eran Qatar, Arabia Saudita, Israel, Emiratos Árabes Unidos, Bahrain, Irán, Omán y Kuwait.”
Entre 1970 y 1975 las armas vendidas a los países del Medio Oriente valían más de 20 mil millones de Dólares, es decir 48% de todas las armas exportadas al Tercer Mundo.
De esas armas 31% para Irán, 14% Arabia Saudita y 13% para Jordania. [Merip Report No. 112, Feb. 1983, Competición de armas en el Medio Oriente]
Entre 1980 y 1984 el 50,8% de todas las armas del mundo se encontraban en el Medio Oriente, es decir entre 1979 y 1983 los países del golfo compraron más de 37 mil millones de dólares de armamento y solo en 1980 tenían un gasto militar superior a 30 mil millones de dólares.
¿El petróleo: recurso de paz o conflicto?
En momentos en que los principales exportadores de petróleo están lejos de utilizar al recurso como arma de confrontación, lucen como anacronismo excesivo y por supuesto como soberbio oportunismo los desafíos nucleares de Irán a la comunidad internacional y la insólita alianza con este país por parte de Venezuela, como una apuesta aventurera en el complicado escenario mundial. Ningún otro miembro de OPEP ha ofrecido una carta blanca de respaldo al régimen iraní, a pesar de las cercanías geográficas y de otro tipo que con ese país puedan existir con mayor significancia en algunos de los otros miembros de esta organización petrolera. Lo cual deja peor parada la posición venezolana, y sienta un precedente hacia el futuro que habrá que borrar.
No es posible descifrar las ventajas perdurables o transitorias que obtendría Venezuela en un escenario como este. Quizá el régimen piense en reconcentrar poder y capacidad de movilización, adentro y afuera, sin que ello encuentre conexión visible con el progreso material y cultural, educativo y sanitario, ciudadano y personal, de quienes aquí habitamos.
Pero este argumento en contra no pesa en quienes toman las decisiones de Estado, y tampoco, aunque sea señal de lógica absurda, las nulas posibilidades de salir exitosos en el tipo de confrontación que muestran estar buscando. Que estemos en pleno y perplejo año electoral puede ser un factor para el proselitismo, irresponsable sin duda, y potencialmente muy, excesivamente, costoso para todos. La enorme contradicción subyacente, que irrita
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