El Porfiriato

El porfiriato

Esta etapa resultó ser de suma importancia para lograr la consolidación del Estado-nación, y aunque Porfirio Díaz no respondió de una manera cabal a su programa ni cumplió con todos sus retos. Los dos lemas del régimen fueron “orden y progreso” y “poca política, mucha administración”. En esta etapa se originaron varias de las instituciones políticas del siglo XX, al igual que en el área de la economía, la sociedad y la cultura.

Porfirio Díaz gobernó al país durante 30 años, de 1877 a 1911, donde en 1880 entrega el poder a Manuel Gonzales, pero vuelve a gobernar en el periodo de 1884-1888 y hasta 1908. A este periodo en el que gobernó se le llama porfiriato y se dividió en dos etapas. La primera que comienza en 1877 y finaliza en 1888; y la segunda que comienza entre 1888-1890 y concluye en 1908.

Al principio del porfiriato el mercado nacional se encontraba limitado y restringido, se consumía casi todo lo que se producía y se compraba y vendía muy poco. Para solucionar el problema económico en el que estaba el país, el gabinete de Díaz se encargo de reducir los gastos públicos y de administrar cuidadosamente los recursos; gracias a un préstamo se logro reestructurar la deuda interna y la externa, lo que les permitió obtener la confianza de países extranjeros.

RIMERA ETAPA

Las primeras metas que Porfirio Díaz tenía que alcanzar eran unificar y cohesionar las fuerzas políticas y regionales, otorgar legitimidad y legalidad al régimen respetando la constitución, y lograr un reconocimiento internacional. En México no existía coherencia ni identidad nacional y aun no estaba consolidado el estado y la nación. Durante su gobierno pudo ganar la unificación del país, y lograr la creación de una identidad.

En la primera etapa de su gobierno, Díaz se enfoco en la integración, la conciliación y la negociación. Busco como colocar al frente de los gobiernos de los estados a hombres que fueran de su entera confianza y fueran leales. Si estos hombres cumplían con sus condiciones, los ayudaba para ocupar la gubernatura, y si no cumplían con las condiciones los alejaba de la política, pero los ayudaba a enriquecerse. Así dejaba las gubernaturas en manos de hombres que le eran fieles y a los que les daba cierta libertad, ya que no se metían en su gestión si prometía la paz de la región.

Otro de los objetivos que logro alcanzar fue restablecer las relaciones diplomáticas con Francia, Inglaterra, Alemania y Bélgica, que se habían roto tras la moratoria decretada por Juárez. Fue también gracias al pago de la deuda que en 1878 Estados Unidos reconoció al gobierno de Porfirio Díaz. Al vincularse con individuos de diversos partidos y gracias a la negociación y conciliación de Porfirio Díaz, México obtuvo el reconocimiento internacional que el tanto deseaba y logro avanzar en la cohesión nacional.

SEGUNDA ETAPA

La segunda etapa del gobierno de Díaz es caracterizado por el centralismo y porque era un gobierno cada vez mas personalista y autoritario, no solo por su parte, también por parte de los gobernadores de los estados. Intentaba gobernar con científicos y reyistas, tratando de mantener el equilibro entre ellos y aprovechando la debilidad que tenían por el constante enfrentamiento. Explotaba lo que cada uno le ofrecía.

Los científicos fomentaban la economía y sus relaciones con empresarios, banqueros e inversionistas. Los reyistas tenían presencia en el noroeste,

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