El Principio De La Instrucción Primaria: Gratuita, Laica Y Obligatoria.

El sufragio popular es la base del sistema representativo democrático, por lo tanto la instrucción pública es el único medio eficaz de hacerlo práctico sinceramente, de consolidarlo en el espíritu del pueblo y de encaminarlo hacia el bien y la prosperidad nacionales.

En caso contrario el silencio y la obediencia constituían el programa de aquella educación intelectual y moral: La ignorancia era la cadena a la que estaban atados los pueblos a voluntad de sus señores. Pero cuando el pueblo es el depositario de la soberanía, cuando el hombre forma parte de esa colectividad que ejercen las antiguas funciones reales y las ejerce no arbitrariamente sino conforme a las leyes y en armonía con los principios conservadores de la humanidad. Entonces debe abrirse para él en su niñez, como en su adolescencia, en su juventud y aún en su edad madura, los gimnasios, los liceos y las academias como en la república de la antigua Grecia.

En Puebla se ha comprendido esta situación donde la instrucción pública, pero sobre todo en la instrucción primaria debe ser el primer cuidado de un gobierno demócrata, esto se dice generalmente en todos los programas oficiales, porque es uno de los primeros artículos de nuestro símbolo político. Por eso el gobierno de Puebla proclamo antes que ningún otro estado, el principio de: INSTRUCCIÓN PRIMARIA, GRATUITA LAICA Y OBLIGATORIA.

Sin embargo se ha creído que la obligación impuesta a los padres de familia, de instruir a sus hijos, y la sanción penal consiguiente coartaban la libertad individual. Hay dos especies de padres: aquellos que cumplen con su deber y que no se quejan de que se les imponga por la ley una obligación que llenan voluntariamente y los que no lo hacen así: ¡Y en favor de estos últimos se hace tanto ruido! No cabe duda que la instrucción primaria obligatoria ha encontrado obstáculos, y el primero de ellos ha consistido en esa objeción paradójica más aparente que seria.

Pero el gobierno de Puebla fuerte con su convicción democrática confiando en que el porvenir y el criterio público le harán justicia inscribió ya como un principio legal el de la instrucción primaria obligatoria.

Por otra parte las universidades surgieron en varios países por todas partes en un imperio fuerte y gigantesco, cuerpo aherrojado por las cien cadenas de la servidumbre, política y de la ignorancia. Y resultó el nihilismo, que es la contrariedad desesperada de la pobreza sabia en presencia de las injusticias del despotismo.

En cuanto a nosotros con las Repúblicas Latinas de América ocupábamos hasta el año de 1850 un lugar inferior en la escala estadística. Una gran parte del pueblo, la mayoría, permaneció siendo analfabeta, y no solo, sino ignorando el idioma castellano que era el que nos ponía en contacto con la civilización europea. Bajo las formas republicanas, seguían dominando aquí el espíritu y las tendencias del régimen

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