El Pueblo Del Sol - Resumen Y Conclusión.

EL PUEBLO DEL SOL

Esta obra en general habla de la religión indígena que floreció en el centro de México, se hace énfasis fundamentalmente en la organización religiosa de los habitantes de Tenochtitlán. Hoy se hace ciencia para entender los fenómenos, y evitar el daño que nos puede hacer la naturaleza, antes se hacía religión, para dictar procesos de protección o sea magia. Surge entonces, en cualquier latitud de la tierra una cultura de índole religiosa y el pueblo azteca no es la excepción.

Los aztecas tenían una religión politeísta, al igual que el resto de las tribus vecinas, con las que compartía creencias, y en la que había varios dioses para un mismo fenómeno o cosa y era realmente complejo saber las diferencias entre tantos dioses y para complicar el asunto se nombraba de diferentes maneras al mismo dios según la región. Entre los aztecas, el dios Huitzilopochtli, era el dios regente, y al llegar al valle, sumaron dioses de los pueblos vecinos, (toltecas y teotihuacanos, entre otros) y que ya se veneraban en el valle de México desde antes de la erupción del Xitle, y los aztecas trataron de empatar su culto con los de los toltecas lo que resultó en una iconografía muy compleja, sobre todo porque los ritos de los aztecas eran mucho más sanguinarios con los de los otros pueblos.

En la religión del altiplano (desde antes de la llegada de los aztecas), se diferencia lo masculino y lo femenino, esta dualidad en las representaciones le dá una característica especial en donde se resalta los símbolos de fertilidad que se manifiestan como el origen de la generación de la vida y los alimentos, y había un padre y una madre que dieron origen a los 4 dioses asociados a los 4 puntos cardinales o 4 tezcatlipocas, el rojo, el azul, el blanco, y el negro. Según la religión de los pueblos del altiplano, la humanidad fue hecha varias veces y varias veces exterminada, en días con numeral 4 siempre, y esta humanidad actual, es creada por Quetzalcoatl (Tezcatlipoca blanco, asociado al oriente, y con el planeta Venus, el dios que enseña a los hombres las artes, la técnica y la ciencia). Quetzalcoatl hizo la humanidad, con huesos antiguos que regó con su propia sangre, en concordancia con este hecho el dios necesita reciprocidad y por lo tanto los hombres también proporcionan sangre como alimento. Según esta concepción el hombre es un adorador y alimentador de dioses. Hombre y dios están eternamente vinculados. Esta nueva humanidad se alimenta de maíz, está hecha de maíz.

Quetzalcoalt es el dios benéfico de la agricultura y de la industria y Tezcatlipoca negro, el dios todo poderoso, multiforme y ubicuo y malvado, uno y otro han formado a la humanidad varias veces, y ambos combaten y su lucha es la historia del universo y destino de las humanidades que han formado y desaparecido, al más puro estilo de las religiones actuales.

La religión del altiplano grupa a todos los seres según los puntos cardinales y la

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