El Regreso De Martin Guerre [1983]
Enviado por alterchevo • 25 de Marzo de 2015 • 1.166 Palabras (5 Páginas) • 226 Visitas
El caso sucedió en 1560, en Artigat, al pie de los Pirineos franceses. Fue uno de los jueces, Jean de Coras, quien primero narró los pormenores del suceso bajo el título de “Sentencia memorable del Parlamento de Toulouse, conteniendo una prodigiosa historia de un supuesto marido, ocurrido en nuestro tiempo, enriquecido de ciento once bellas y doctas anotaciones”. Un actuario del juicio, Guillaume le Sueur, también publicó su versión “La admirable historia de un falso y supuesto marido”. En 1588 Michel de Montaigne comentó el caso en sus célebres “Ensayos” condenando la “temeridad singular” con la que jueces como Jean de Coras decidían terribles condenas sin fundamentos suficientes. Pasaron los siglos y el suceso siguió atrayendo la atención. En 1841 Alejandro Dumas lo incluyó en su colección de “Crímenes Célebres”, Rubén Darío lo publicó en 1914 como cuento en La Nación de Buenos Aires y en los Estados Unidos se convirtió en un tópico clásico de la criminología: en ese carácter se publicó en “Casos famosos de evidencia circunstancial” (Samuel March Phillips, 1873) y de allí lo tomó Janet Lewis en 1941 para convertirlo en novela, “La mujer de Martín Guerre”, y luego en una ópera con música de William Bergsma, estrenada en 1956 en New York. Por vía de la novela de Lewis volvió a su país de origen cuando el cineasta Daniel Vigne, con guión de Jean-Claude Carrière dirigió “El retorno de Martín Guerre” (1982) con Gérard Depardieu y Nathalie Baye. Natalie Zemon Davis, historiadora norteamericana, que fue asesora de la película, volcó su investigación en un libro con el mismo nombre, que inició a su vez una vasta discusión académica. Diez años más tarde, Hollywood recuperó la historia, pero la situó en la guerra civil de los Estados Unidos (1861-1865). El resultado fue la mediocre “Sommersby”, con Jodie Foster y Richard Gere. En 1996, Claude-Michel Schönberg, famoso creador de comedias musicales como Les Misérables y Miss Saigon, la convirtió en un musical. Debo confesar una cierta perplejidad al observar como esta pequeña historia ha generado tan vasta producción narrativa, académica, cinematográfica y teatral. Es momento de asomarnos a la peripecia. En 1539 se concertó el matrimonio entre Martín Guerre y Bertrande de Rols, ambos de catorce años. Martín era alto y ágil, Bertrande, muy hermosa; la familia del novio tenía una fábrica de tejas, la de la novia un viñedo. Pasaron varios años y Bertrande no quedaba embarazada; en el pueblo se comentaba que su marido era impotente. Por fin, merced a una curandera y muchas misas, el matrimonio pudo ser consumado y nació un niño. Poco tiempo después, en 1548, Martín Guerre fue acusado por su propio padre, de robarle grano. Entonces huyó del pueblo y durante ocho años nada más se supo de él. La joven y su hijo quedaron bajo la tutela de Pierre Guerre, un tío de Martín, que además se casó con la madre de Bertrande, viuda. Un buen día Martín Guerre regresó. Se ignora qué explicaciones dio sobre su larga ausencia, pero lo cierto es que Bertrande se sintió feliz y la vida retomó su cauce; nacieron dos hijas y todo marchó a la perfección durante tres años, hasta que Martín Guerre cometió su único error. Fue cuando se enfrascó en un pleito contra su tío Pierre Guerre reclamando su legítima herencia, puesto que el padre lo había perdonado antes de morir y dejó constancia en su testamento. En medio del duro pleito apareció en Artigat
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