El Reichstag
Enviado por franklin17 • 21 de Noviembre de 2013 • 2.692 Palabras (11 Páginas) • 257 Visitas
El Reichstag
HISTORIA
Antecedentes
Instalaciones provisionales
El primer punto de reunión de un Reichstag (parlamento) en Berlín fue el Preußisches Herrenhaus ("Cámara Alta de Prusia"), situado en el número 3 de la Leipziger Straße.Allí se reunía desde 1867 el Reichstag de la Federación Alemana del Norte, dominada por Prusia. Tras la fundación del Imperio Alemán en 1871 se unieron a dicha asamblea los representantes de los estados del sur de Alemania, lo que hizo necesario un lugar de reunión más amplio. Se resolvió trasladar a los diputados al 75 de la misma calle, un edificio llamado Preußisches Abgeordnetenhaus ("Casa de los Diputados de Prusia").Así todo, pronto quedó patente que dicho lugar tampoco era suficientemente grande.
Construcción y acondicionamiento
Exterior
Durante el proceso de construcción la cúpula fue especialmente problemática. Presiones varias obligaron a Wallot a mover esta desde su posición central sobre la sala de plenos hacia el vestíbulo de entrada, cerca de la fachada occidental. Se empezó a construir con la cúpula en esta nueva ubicación. Según avanzaban las obras, el arquitecto estaba cada vez más convencido de que esta modificación forzosa habría de ser deshecha en el futuro. Tras arduas negociaciones se acabó respaldando la posición de Wallot, pero para entonces ya se habían levantado las paredes de la sala de plenos y estas eran ahora demasiado débiles para sostener la cúpula. En 1889 el ingeniero Hermann Zimmermann encontró una solución. Redujo la altura de la cúpula de 85 m a apenas 75 m y propuso sustituir la piedra por una ambiciosa estructura de acero y cristal, relativamente ligera.Esta nueva cúpula, a través de la cual la luz del sol iluminaba la sala de plenos, fue un digno colofón para la nueva sede del parlamento y se convirtió en el orgullo de la ingeniería germana.
Guillermo II, káiser desde 1888, se mostró satisfecho con el resultado de las obras cuando vio el edificio. Había apoyado a Wallot en el asunto de la ubicación de la cúpula, a pesar de que en un principio le había disgustado la misma existencia de esta, por cuanto representaba un símbolo del poder del parlamento (entidad que no era de su agrado) y además era más alta que la del Palacio Real de Berlín (67 metros). Sin embargo, desde aproximadamente 1892 empezó a percibirse una creciente antipatía del emperador hacia el edificio, al que calificó como "súmmum del mal gusto" y "creación totalmente fallida", y al que denostaba en privado llamándolo Reichsaffenhaus (casa de monos del Imperio).
Desarrolló una especial aversión personal hacia Wallot, presumiblemente porque este no habría aceptado introducir algún cambio sugerido por él. El monarca se negó a conceder al arquitecto premios que en un principio tenía previsto haberle dado. En una carta a su íntimo amigo el diplomático Philipp zu Eulenburg el káiser se jactaba de haber tenido la ocasión de insultar en persona a Wallot varias veces en el transcurso de una conversación.
Paul Wallot había intentado crear un nuevo estilo de arquitectura nacional, algo así como un paralelismo en términos arquitectónicos de la unificación de los estados que conformaban el Imperio. Para poder percibir este propósito se debe analizar el edificio en su conjunto, tanto por dentro como por fuera. Para el exterior Wallot utilizó sobre todo formas típicas del Renacimiento italiano y las combinó con elementos del Renacimiento alemán, algunos neobarrocos y la por entonces vanguardista estructura de acero y cristal de la cúpula. Sus contemporáneos no entendieron el resultado como una síntesis armónica, sino más bien como una amalgama poco convincente. Los más conservadores rechazaron la modernidad de la cúpula y los más jóvenes, la piedra en sillería al estilo renacentista. Especialmente crítico fue el arquitecto berlinés Ludwig Hoffmann, que llamó al Reichstag "coche fúnebre de primera clase".Otras fuentes afirman por el contrario que el edificio recibió en realidad las alabanzas de la mayoría de los arquitectos alemanes.
Interior
En general el Reichstag estaba bien preparado para cumplir sus funciones como sede parlamentaria. La ingeniería estaba a la vanguardia de su época. Un equipo de generación eléctrica propia proveía corriente al edificio. Disponía de calefacción centralizada con sensores térmicos, ventiladores eléctricos, ventanas dobles, teléfonos, retretes con cisterna... Además de las salas de reunión para los parlamentarios y el Bundesrat existían salas de conferencias, un cuarto de lectura, otro donde se servían refrescos, guardarropas, lavanderías y vestuarios, etc. La biblioteca contaba con 90.000 volúmenes en el momento de su apertura y espacio libre para 230.000 más (en 1927 ya tenía 260.000 tomos). En el archivo del Reichstag se clasificaron pronto millones de notas manuscritas que podían ser enviadas a la sala de lectura mediante un ingenioso sistema neumático.
A pesar de todo, pronto quedó de manifiesto una carencia: no había suficientes salas de trabajo para todos los diputados. En comparación con otros parlamentos europeos, el Reichstag era con sus 138 × 96 m relativamente pequeño. Las necesidades de un parlamentario ficticio fueron descritas en una publicación de la época de la siguiente manera: "¿De qué le sirven los delicados paneles de madera, la inigualable vista de la Königsplatz , si no puede encontrar una silla vacía y una mesa libre para leer y escribir tranquilamente?".
Las sucesivas reformas de años posteriores no fueron tampoco capaces de solventar el problema, que incluso se acentuó al aumentar el número de diputados de 397 a más de 600 con la instauración del sistema de representación plena de la República de Weimar.Hacia el final de la década de 1920 hubo planes para ampliar el Reichstag por el norte, pero nunca llegaron a buen puerto.
La mayoría de las habitaciones, inclusive la sala de juntas principal, estaban revestidas con maderas de roble, fresno, pino barnizado y maderas tropicales. El uso de madera se debía a sus cualidades acústicas y también a que era más barata que la piedra. Además respondía a motivos estéticos, pues Wallot diseñó los interiores (mobiliario incluido) imitando el estilo del Renacimiento alemán de los siglos XVI y XVII. Los revestimientos de madera de las paredes y los tallados ornamentales —frontones con adornos en los rosetones, obeliscos, columnas helicoidales, festones y figuras alegóricas— abundaban habitualmente en algunos edificios renacentistas importantes, como por ejemplo los ayuntamientos de algunas ciudades adineradas, y conferían ahora
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