El Siglo XIX Y Siglo XXI ANALISIS

El siglo XIX aunque ya es parte de la historia, una historia la cual vemos como muy lejana, y pasada de moda, se parece mucho al presente, es decir a este siglo XXI, el cual muestra toda una modernidad y adelanto científico y tecnológico, casi sin parangón alguno, se dice pues que disfrutamos de era moderna. ¿Pero porque se afirma esto? Para ello hay que entender que el periodo decimonónico fue el siglo de las luces, donde se desarrolló con gran excelsitud el conocimiento humano aplicado a la técnica y a la ciencia, fue el siglo de la llamada revolución industrial, donde la utilización de la técnica de la combustión vino a solapar y destruir lo manual y artesanal, es decir lo hecho por las manos, para sobreponer el trabajo mecánico, fue un momento donde el hombre dejo de contemplar la naturaleza hecho por el creador, para para abalanzarse hacia ella y utilizarla como recurso de explotación, es así como lo creado sirve de artífice para inventar, para perfeccionar, para evolucionar.

De esta manera el hombre Europeo principalmente, se aventura en una travesía que lo lleva a no quedarse conforme, quiere más, cree que puede haber nuevas formas, nuevos métodos, nuevas técnicas, que lo conlleven a innovar, a mejorar, a perfeccionar, es así como por ejemplo el gran inventor británico Watt no se conformó con creer que no existiera otra forma de medio de transporte, sino el realizado por las bestias, y se atrevió a pensar desarrollar otra técnica, por ello creyó que generando combustión a base de carbón vegetal se podía movilizar a una maquina por el creada la cual la llamo locomotora.

Fue transformada así de forma determinante el sistema de transporte, dejándose atrás aquella manera arcaica de trasladar o trasladarse de un lugar a otro. Se muestra así como se mejora la técnica, el método, todo en función de generar mayor comodidad y mejor calidad de vida al ser humano. No fue solo Watt uno de los artífices de esta revolución del conocimiento, todo el mundo europeo y luego más tarde el Americano se embarcaría en esta apuesta por innovar, sobre este particular quiero hacer mención en el hecho de que no fue el siglo de os inventos, ya que todo está hecho, todo está allí en la naturaleza, lo que ha ocurrido es algo muy simple; el hombre en su inquietud por vivir mejor se ha esforzado por mejorar lo que ya está establecido, por ello se habla de innovar, mejorar, perfeccionar, y esto se traduce en que como seres humanos tenemos un instinto por lograr la mayor comodidad y estabilidad posible, eso fue fundamentalmente lo que ocurrió el siglo XIX, algo similar a lo que ocurre en este siglo XXI, donde los adelantes tecnológicos y científicos, los cuales reposan en la base del conocimiento humano están a la orden del día, sin saber a ciencia cierta a donde a donde parara y a donde nos llevara todo este boom tecno científico. No sería descabellada la idea, el afirmar que el conocimiento humano se presenta como un universo infinito e impredecible.

Ahora bien hay que tener en cuenta también que todos estos adelantos científicos y técnicos, lo cual se han convertido en sinónimo de desarrollo, han configurado las fuerzas económicas, las clases sociales y el establecimiento de una vida política. Tanto en el siglo XIX, como en este siglo XXI han sido así, y sin duda alguna así lo seguirá siendo. Por ello es necesario comprender que detrás de todos estos adelantos se encuentran un entramado de relaciones productivas, sociales, políticas y económicas, es decir que tal desarrollo se presenta solo como la cara visible, pero en lo interior yacen todas las relacionan que la mantienen y la soportan. Por ello se puede decir que tras el progreso que se evidenciaba en el modelo esclavista, se encontraba la mano de obra esclava, que la sustentaba, en el modelo feudal, encontramos a la plebe, en el modelo capitalista, encontramos a los obreros y empleados.

En síntesis encontramos que tanto en el siglo XIX como en este siglo XXI, el conocimiento humano ha tenido un progreso sostenido, teniendo como resultado

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