El curaca

El curaca

el curaca era intermediario en las relaciones entre los distintos niveles de poder y su población.

En relación al Inca, el Hatun Curaca organizaba las prestaciones de energía

humana que exigía el Estado y regulaba la redistribución generada por tales

prestaciones, al interior del grupo étnico. Una de las confusiones que ha

generado la figura del curaca fue su ubicación como funcionario del Estado inca

en expansión; esto, que constituía un nuevo traslado de categorías históricas

europeas a las realidades andinas, partía del supuesto, como señalamos más

arriba, de la existencia de un Estado centralizado y de una numerosa burocracia al

servicio del poder inca.

El curaca, en realidad, existía ya antes del dominio inca; su compleja organización

jerárquica, desde el Hatun Curaca hasta el curaca de ayllu, demuestra una

estructura vertical que, previamente a la expansión del Tahuantinsuyo,

reproducía las funciones específicas de su cargo a diferentes niveles. En el

Tahuantinsuyo, el elemento novedoso fue su relación con el Inca; fue una pieza

central de su sistema político (que giraba alrededor del control de la mano de

obra), encargándose de que las administraciones fueran convergentes y se

asentaran sobre los mismos principios de reciprocidad y redistribución12. Su

autoridad conservó la autonomía de cargo y su elección no dependió del

soberano inca; más bien, siguió las pautas y características existentes en cada

grupo étnico; esto, lógicamente, en aquellos grupos que aceptaron las

condic iones de una conquista pacífica.

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