El día Que Acabó El Siglo Xx

quellos eran tiempos de renovación y tibios cambios en el bloque socialista luego de un ciego ensimismamiento de varias décadas. Fue el mismo Gorbachov quien impulsó tanto las reformas económicas (la Perestroika) como políticas (la Glásnost). Cambios a los que la RDA se resistía empecinada, mientras en Hungría y Polonia los movimientos reformistas ganaban lugar y muchos en la RDA huían al lado occidental vía Hungría y Checoslovaquia. El contexto propiciaba las manifestaciones opositoras dentro de la Alemania socialista, que comenzaron con fuerza en septiembre de 1989 delante de la iglesia de San Nicolás de Leipzig, y continuaron cada lunes hasta el desabarranco final de noviembre. A la par, el viejo patriarca de la RDA Erich Honecker, renunció el 18 de octubre del 89 a los cargos de Secretario General del Partido Socialista Unificado de Alemania (SED, por sus siglas en Alemán) y a la presidencia del Consejo de Estado.

El 9 de noviembre siguiente, luego de una conferencia de prensa atolondrada, la RDA finalmente permitía “de inmediato, sin demora” a sus ciudadanos cruzar el famoso muro que desde 1961 separaba al mundo, dando lugar así a la “revolución pacífica”. Todo se precipitó y con la caída del símbolo se cayó también el sistema. Y en menos de dos años la propia URRS se resignaría a su propia disolución.

Provenientes no sólo de dos sistemas diferentes, sino antagónicos, el encuentro de los alemanes fue vertiginoso, caótico. Militante por los derechos humanos en la RDA, Gerd Poppe, así recuerda aquella época: “Nadie esperaba tal velocidad. No se sabía en la mañana de un día las decisiones que se tomarían en el transcurso del mismo día. Hubo muchas sorpresas, mucha espontaneidad”.

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