El magisterio y su participación en la lucha armada

“EL MAGISTERIO Y SU PARTICIPACIÓN EN LA LUCHA ARMADA”

Con el comienzo de la Revolución Mexicana, el proyecto educativo que Porfirio Díaz quería establecer en base a una educación más moderna y unificada a lo largo de cada una de las escuelas en nuestro país, se vio interrumpida. El ámbito educativo fue afectado por el inicio del periodo revolucionario puesto que había estados donde no ocurrían sucesos importantes, mientras que en otros las escuelas primarias y normales se encontraban bajo una gran presión para apoyar a los grupos revolucionarios o al gobierno, como consecuencia de ello, algunas escuelas estuvieron clausuradas por meses o incluso años provocando desempleos, instabilidad laboral y una economía inestable en ciertos estados del país.

        Gran parte de los maestros de aquella época no intervinieron en la política y continuaron realizando su trabajo independientemente del gobierno para el que trabajaban, no obstante, hubo quienes se vieron afectados por la política y sufrieron el retraso de sueldos e incluso el despido puesto que se consideraba que habían colaborado con el enemigo. Por otro lado, una pequeña parte de los maestros participaron en grupos revolucionarios desarrollando diversos cargos, tales como: Ideólogos, escribanos, secretarios y consejeros e incluso algunos llegaron a ser jefes políticos y militares.

        Durante la lucha armada el profesorado primario jugó un papel muy importante puesto que era el mejor representante del carácter nacional y por la urgencia de consolidar un proyecto educativo basado en las características y necesidades del país. Entre los años de 1915 y 1919 los maestros comenzaron a desarrollar funciones más explicitas y de orden político, por lo cual no era extraño verlos en mayor cantidad en la cámara de diputados, ayuntamientos, gubernaturas y administración pública tras la primera legislatura maderista.

        La revolución provocó directamente la creación de asociaciones y coordinadoras magisteriales, qué no solo trataban asuntos pedagógicos y mutualistas, si no atender fines sindicales y políticos qué tuvieran relación con el país. Asimismo, todas las escuelas normales que eran productoras de mentes conservadoras y revolucionarias en estudiantes fueron afectadas, dicho de otra manera, tanto el normalismo como el magisterio fueron transformados por esta lucha armada. Todos estos sucesos impulsaron la transformación de la educación, por lo cual se tuvo que buscar un nuevo concepto de "escuela" en el país, que promoviera colaboración, independencia, experimentación, autonomía y programas flexibles que atendieron a las necesidades de los niños, haciendo de la educación algo para todos.

Como resultado a los acontecimientos mencionados con anterioridad podemos observar que ser normalista involucra ser un estudiante del magisterio puesto que la experiencia de vida qué implica es conllevar un trayecto formativo institucional que ocurre dentro de las escuelas normales, siendo el propósito de estas formar mentes revolucionarias, que brinden el servicio docente para los menos afortunados. El normalista tiene una mentalidad e ideología distinta al universitario, ya que esté lleva desde una formación docente hasta una formación política, mientras que el universitario tiene una formación de tránsito institucional común.

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