El mundo mediterráneo en la víspera de las cruzadas

El mundo mediterráneo en la víspera de las cruzadas

El mundo musulmán antes de las cruzadas, iba desde India a España, tenía maravillosas ciudades como Bagdad, Damasco y Antioquía, especialmente en Siria y Mesopotamia. Las ciudades fueron dispuestas con el mismo diseño: una mezquita y mercados en el centro y, las principales ciudades estaban rodeadas de murallas y concurridas por una ciudadela. Las ciudades occidentales, por el contrario, tienden a ser asentamientos administrativos y religiosos, en lugar de centros comerciales. Con la muerte del profeta Mahoma en 632 d.C., se reunieron todos los territorios vinculados al Islam bajo la autoridad de un jefe religioso y político, el califa. Después de alcanzar su plenitud bajo dos dinastías, los abasíes y los fatimíes, el Califato experimentó un descenso político.

En el norte de África los fatimíes, se proclamaron califas, conquistaron Egipto y fundaron el Cairo, luego se dirigieron a Bagdad a derrocar a los abasidas. Este fue el comienzo de una lucha por el control de Siria. A mitad del siglo XI, un nuevo grupo de invasores, los Selyúcidas, se trasladaron rápidamente hacia el este de Asia central. Los turcos, que recorrían las llanuras de Asia Central, se habían convertido al Islam en el siglo x. La pérdida de Asia menor fue una catástrofe para Byzantium. Los selyúcidas intentan reunificar el Califato Abasí bajo su autoridad, pero no pudieran doblegar a los fatimíes. Las principales ciudades del Imperio fueron divididas en Emiratos autónomos gobernados por atabegs. A finales del siglo XI una extrema secta llamada los Asesinos, se estableció en Siria. Siria comprende una enorme variedad de razas y credos. Cayó Roma y su imperio se dividió en dos: Oriente y Occidente. El Imperio se fraccionó en pequeños Estados nominalmente controlados por el papado en Roma; y la oriental, controlada desde la ciudad de Constantinopla, conocido como el Imperio bizantino.

Durante los primeros años, Roma y Constantinopla compitieron por poder religioso. El Papa en Roma reclamaba autoridad sobre toda la Iglesia cristiana mientras el obispo de Constantinopla mantuvo su dominio sobre la parte oriental de la Iglesia. La iglesia cristiana se dividió en la Iglesia Católica, encabezada por el Papa en Roma y la Iglesia ortodoxa griega, encabezada por el Patriarca de Constantinopla. El Imperio bizantino cubría toda Asia menor a Armenia, norte de Mesopotamia y Siria. El emperador bizantino, era considerado oficial electo de Dios, que formó una red para conectar todos los elementos de la sociedad, pero no funcionó. Las ciudades del Imperio disfrutan de un renacimiento, y Constantinopla había cerrado a medio millón de habitantes. Constantinopla fue el centro cultural, económico y social del Imperio.

El Imperio bizantino trató de mantener un estado de paz. Los emperadores detuvieron sus conquistas de tierras, disolvieron los ejércitos locales y abrieron posiciones imperiales y honores a los niños de la nueva burguesía urbana. En 1081 el emperador bizantino Alejo I Comnenus, tomó el poder y anuló las políticas de sus predecesores apartando a la burguesía del comercio y las finanzas. Con el fin de reconquistar el territorio perdido a los musulmanes, pidió soldados al Papa, también mercenarios, no a la intervención de los ejércitos occidentales. Seis meses más tarde hizo su famoso llamamiento que dio pie a la primera cruzada. En tiempos de paz, surgen bonos existentes entre bizantinos y musulmanes. Los bizantinos sintieron fueron tratados con condescendencia y desconfianza. En 1055 los legados papales en Constantinopla excomulgaron a Patriarca Miguel Cerulario. Al final del siglo x el oeste fue escasamente poblado; sus campesinos fueron oprimidos. Tenían castillos de madera; no tenían dinero, oleadas de invasores habían devastado la tierra. Después del año 1000

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