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El nuevo Proceso de Democratización de Sudáfrica


Enviado por   •  19 de Noviembre de 2017  •  Ensayo  •  3.071 Palabras (13 Páginas)  •  238 Visitas

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Análisis del proceso de Democratización  de Sudáfrica

Julián Barrios

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udáfrica es un país soberano, ubicado en el extremo sur del continente africano. Limita al norte con Namibia, Botswana y Zimbabwe, al noreste con Mozambique y Swazilandia, al oeste con el océano Atlántico y al este con el océano Índico. Curiosamente al interior de su territorio existe un estado independiente, llamado Lesotho, país democrático, soberano e independiente. En superficie y número de habitantes ostenta cifras muy parecidas a Colombia, la superficie de Sudáfrica es de 1.219.912 km2 y se divide en 9 provincias y 52 distritos. Cuenta con una población de 52.981.991 habitantes, el 79,5% de estos de ascendencia negra; su moneda es el rand sudafricano; reconoce once idiomas oficiales; su forma de gobierno es la república parlamentaria, y su capital se divide en tres ciudades: Pretoria, (poder ejecutivo), Bloemfontein (poder judicial) y Ciudad del Cabo (poder legislativo) (Guide to the World, One World  Nations, 2015).

Sudáfrica tiene un PIB de US$ 578.640 millones con un PIB per cápita de US$ 10.315. Presenta además un índice de desarrollo humano “medio” de 0,666 ocupando el puesto 116 a nivel mundial. Según las estadísticas de Freedom House tiene un índice de 2.0 en el cual se presenta en una escala de que 1 a 7 donde el primero es el más favorable (libre) y el segundo indica que es el menos favorable. Dicho índice se mide a través de los indicadores de “libertades civiles” y de “derechos políticos” (Freedom House, 2015). De esta manera Sudáfrica es un país libre ya que sus dos indicadores tienen un coeficiente de 2.0.

Sudáfrica tiene una muy buena posición geográfica, caracterizada por una riqueza natural que lo convierte en un país importante desde la perspectiva social, política y económica. Su proceso de democratización surge del fin de una discriminación racial, fundamentada en su Estado de derecho, como también su crecimiento interno a través del mercado emergente y su avance en las relaciones comerciales con otros países. De esta manera se pondrá en contexto el proceso evolutivo de Sudáfrica y las razones, variables y mecanismos causales que la constituyen en un país de tercera ola democrática (Huntington, 1991).

Históricamente Sudáfrica, ha sido una de las naciones más pretendidas por los europeos, desde la llegada de los portugueses en el siglo XVII, quienes fueron los primeros en incursionar en su territorio y asentarse en el Cabo de la Buena Esperanza, donde prácticamente acabaron con los khoikhoi y san, grupos étnicos nómadas que vivían en la región (CEIPA, 2015). Esto fue el inicio de la colonización que dio pie, a la injerencia posterior de otros países.

En 1652, los holandeses arrebataron a los portugueses el dominio de este territorio, comienzan a ejercer prácticas racistas a la población negra del país, fundamentadas en lo que estos consideraban “la preservación de la identidad nacional de los Boers o afrikáners”, en lo cual basaban su actividad política, empezando así a imponer normas que bloquearan el desarrollo político, económico y social de la raza negra, e impidiéndoles de facto el derecho al voto y a la postulación a cargos públicos.(CEIPA, 2015).

En 1852, había cuatro Estados en Sudafrica: Cabo y Natal, colonizados por los ingleses, y Transvaal y Orange por los Boers (holandeses) (Bissio, 1977). Estos últimos de ideología muy conservadora, se sentían elegidos por Dios en la misión del dominio de África, por esta razón, querían conservar su propia identidad cultural, separándola de los demás europeos que vivían en Suráfrica y con la idea de que los grupos raciales, debían desarrollarse de manera separada constituyendo de esta manera las bases para el apartheid.

A finales del siglo XVIII y comienzos del siglo XIX, empieza la disputa de los Boers (holandeses), contra la colonización de los ingleses, quienes llegaron atraídos por la posición estratégica del cono sur africano, con dos importantes océanos y por su riqueza en minerales. Finalmente, los ingleses en 1902, en un Tratado declaran la derrota de los Boers; seguidamente en 1906 la colonia británica “ponen de su lado”, a los antiguos líderes holandeses y los nativos de dichas provincias.

En 1910, bajo una Constitución impuesta por el “gobierno responsable”, en pos de una nación aceptada tanto para los ingleses como por los holandeses, surge la Unión Sudafricana, compuesta por los cuatro Estados mencionados. En dicha constitución, únicamente los blancos, tenían derecho al voto (CEIPA, 2015), y es lo que empieza a gestar el régimen del apartheid. El objetivo del gobierno, al crear esta Unión de territorios, se fundamentaba en la eliminación a los negros de la ciudadanía sudafricana y otorgarles ciudadanías de Estados temporales, haciéndolos extranjeros en su propia tierra, y así no tendrían manera de reclamar derechos civiles o políticos al gobierno.

En 1911, cuando empezó a redactarse la Ley de Tierras para Nativos, la población negra sudafricana se opuso al apartheid, lo que llevó a la conformación en 1912 del Congreso Nacional Africano, CNA, movimiento constituido exclusivamente por representantes negros, con el fin de protestar y ejercer presión para derogar las leyes racistas y defender los derechos de la mayoría de la población de su raza. Vale mencionar que en los inicios del apartheid se establecían unas “categorías raciales” (Bissio, 1977), entre los blancos y la gente de color; posteriormente entre blancos y no blancos que incluían a los negros, los malayas, indios, chinos y otros asiáticos.

Ya en 1913, se promulga la “Native Land Act” en su traducción la ley de Tierras para Nativos (Vidal, 1984), con la que 1 millón de blancos pasó a controlar el 90% de las mejores tierras, mientras que a 4 millones de africanos  se les otorgó el 7,5%, en los “ghettos urbanos” (Bissio, 1977), dando lugar al origen de los “batustanes” o falsos compartimentos de población. De esta manera los “batustanes” pasaron a ocupar el 13% del país, en las peores tierras, carentes de infraestructura económica, de beneficios sociales y sin ningún tipo de recursos naturales. Cabe resaltar que con el correr de los años, Suráfrica se convirtió en un país de mayoría blanca, ya que dentro de los batustanes “la población negra” tendría su independencia.

De 1922 a 1924 el “Partido Sudafricano”, es quien gobierna y mantiene su poder absoluto y soberanía frente a la población negra. Para mala suerte, dicho partido es sustituido por uno más radical, el “Partido Nacionalista” que instaura la lengua oficial del “afrikáans” (combinación de idioma Holandes, Ingles y africano). Posteriormente en 1934, se fusionan los dos partidos previamente mencionados, dando origen al “Partido Unificado” que busca la reconciliación de los afrikáaners (ex líderes holandeses) con los blancos angloparlantes (Rivas & Marrodán, 2010), sin embargo, esta coalición se rompe en 1939, al estallar la segunda guerra mundial dado que Sudáfrica forma parte del bloque aliado, pero un sector radical de origen bóer del partido unificado simpatiza con la Alemania Nazi.

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