El oncenio de Leguía

EL ONCENIO DE LEGUÍA

Durante el oncenio de Leguía, que abarcó los años 1919-1930, fue un período complejo y contradictorio en la historia del Perú. Marcado por una serie de cambios políticos, económicos y sociales, su legado aún genera debate entre los historiadores. Una de las principales preguntas que surgen es si el gobierno de Leguía fue autoritario o populista, particularmente en relación con su relación con los sectores marginados y la clase media, y su dependencia del capital norteamericano.

El gobierno de Leguía claramente se caracterizó por la supresión de la oposición y la concentración del poder en la figura del presidente, lo que limitó la disponibilidad de un sistema democrático y de un debate político plural. Se reprimieron las voces críticas y se impuso el control sobre la prensa, lo que conllevó a una falta de libertades civiles y políticas. Este autoritarismo no solo se manifestó en un control sobre la oposición, sino también en la centralización del poder en manos de Leguía y su círculo cercano.

Por otro lado, si bien es cierto que el gobierno de Leguía implementó políticas populistas para ganar apoyo popular, estas medidas estaban condicionadas por el control autoritario del poder. El clientelismo político empleado por Leguía para asegurar su permanencia en el poder no se tradujo en una democratización real de la sociedad peruana, sino más bien en una manipulación de los sectores marginados para obtener su apoyo.

En cuanto a la dependencia del capital norteamericano, si bien la inversión extranjera contribuyó al desarrollo económico del país, también creó una vulnerabilidad en términos de soberanía nacional y autonomía política. La influencia de Estados Unidos en la economía y la política peruana se intensificó durante el Oncenio de Leguía, lo que subordinó al país a los intereses de una potencia extranjera.

En resumen, el gobierno de Leguía fue autoritario en su ejercicio del poder, limitando las libertades civiles y políticas de la sociedad peruana. A pesar de sus políticas populistas y las inversiones extranjeras que impulsaron el crecimiento económico, el autoritarismo y la dependencia del capital norteamericano marcaron el carácter de su régimen. Por lo tanto, consideramos que el Oncenio de Leguía fue un periodo de gobierno autoritario en la historia peruana.

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