El origen de la natación
Enviado por SONI0510 • 31 de Agosto de 2011 • Trabajo • 1.932 Palabras (8 Páginas) • 1.422 Visitas
LA NATACION
La natación nació de la necesidad que el ser humano ha tenido de adaptarse al medio que le rodea, y uno de ellos es el acuático.
La natación es el arte de sostenerse y avanzar, usando los brazos y las piernas, sobre o bajo el agua. Puede realizarse como actividad lúdica o como deporte de competición.
El ser humano ha tenido que desarrollar una serie de brazadas y movimientos corporales que le impulsan en el agua con potencia y velocidad. En estos movimientos y estilos se basa la evolución de la natación competitiva como deporte.
HISTORIA DE LA NATACION
El origen de la natación es ancestral y se tiene prueba de ello a través del estudio de las más antiguas civilizaciones. El dominio de la natación, del agua, forma parte de la adaptación humana desde que los primeros homínidos se transformaron en bípedos y dominaran la superficie terrestre.
Ya entre los egipcios el arte de nadar era uno de los aspectos más elementales de la educación pública, así como el conocimiento de los beneficios terapéuticos del agua, lo cual quedó reflejado en algunos jeroglíficos que datan del 2500 antes de Cristo. En Grecia y Roma antiguas se nadaba como parte del entrenamiento militar, incluso el saber nadar proporcionaba una cierta distinción social ya que cuando se quería llamar inculto o analfabeto a alguien se le decía que "no sabe ni nadar ni leer". Pero saber nadar como táctica militar no se limita a las antiguas Grecia y Roma, sino que se conservó hasta las épocas actuales, pues es conocido que durante la Segunda Guerra Mundial se desarrollaron técnicas de enseñanza para las tropas combatientes.
Se tienen indicios de que fueron los japoneses quienes primero celebraron pruebas anuales de natación en sentido competitivo, en tiempos del emperador Sugiu en el año 38 antes de Cristo.
Se podría afirmar que la natación es casi tan vieja como el hombre. Los primeros hombres, que no podían valerse de puentes para atravesar los ríos, nadaron por obligación. En la antigüedad los pueblos cultos, como Atenas, impusieron con fuerza de ley la obligación de saber nadar, lo mismo ocurría en Roma y en Fenicia y en Cartago. Más tarde los francos, los germanos y los iberos eran pueblos en que todo el mundo sabía nadar.
Los fenicios, grandes navegantes y comerciantes, formaban equipos de nadadores para sus viajes en el caso de naufragios con el fin de rescatar mercancias y pasajeros. Estos equipos también tenían la función de mantener libre de obstáculos los accesos portuarios para permitir la entrada de los barcos a los puertos. Otros pueblos, como los egipcios, etruscos, romanos y griegos, nos han dejado una buena prueba de lo que significaba para ellos el agua en diversas construcciones de piscinas artificiales. Sin embargo, el auge de esta actividad física decayó en la Edad Media, particularmente en Europa, cuando introducirse en el agua era relacionado con las enfermedades epidémicas que entonces azotaban. Pero esto cambió a partir del siglo XIX, y desde entonces la natación ha venido a ser una de las mejores actividades físicas, además de servir como terapia y método de supervivencia.
Durante la Edad Media el interés por la natación decrece en gran medida, debido sobre todo, a la poca atención que se muestra a todo lo relacionado con el cuerpo humano. Sólo en los países del norte de Europa se ve como una actividad beneficiosa (Lewin, 1979; Reyes, 1998).
En el Renacimiento, la práctica de la natación vuelve a resurgir del período de oscurantismo al que estuvo sometida durante la Edad Media, y se la considera como una materia idónea dentro de las actividades físicas (Reyes, 1998). Como fruto de esta concepción, surgen los primeros escritos referentes a la natación, como es el libro del alemán Nicholas Wymman (1538) titulado "Colymbetes, Sive de arti natandis dialogus et festivus et iucundus lectu" , cuya traducción libre es: "El nadador o el arte de nadar, un diálogo festivo y divertido de leer" (Iguarán, 1972). Este libro, escrito en latín, es considerado el primer documento íntegramente dedicado a la natación. La primera referencia en español, no aparece hasta el año 1848, obra anónima que consiste en una recopilación de artículos del libro del autor francés Thevenot publicado en 1696 (Navarro, 1978).
Es en el siglo XIX, en Inglaterra, la natación alcanza su mayor apogeo. En el año 1828 se construye en Londres la primera piscina cubierta, y en el año 1837 se lleva a cabo la primera competición organizada (Reyes, 1998).
Al aparecer las primeras competiciones, surge la necesidad de reglarlas; con ese objetivo nace en Inglaterra, en el año 1874, la primera federación de clubes que lleva por nombre "Association Metropolitan Swimming Club", que redacta el primer reglamento de natación, dándose la posibilidad de establecer récord del mundo (Rodríguez, 1997). También es durante este siglo, en el año 1875, cuando el ser humano cruza a nado por primera vez el Canal de La Mancha, lo hace Matthew Webb, quien establece un tiempo de 21 h y 45 min.
La natación competitiva en Europa comenzó alrededor del año 1938, usando principalmente el estilo crol.
El estilo crol (del inglés crawl), entonces llamado "trudgen", fue introducido en 1873 por John Arthur Trudgen, que lo copió de los indios nativos de América.
La natación pasó a ser parte de los primeros Juegos Olímpicos modernos de 1896 en Atenas.
En 1902 el estilo trudgen fue mejorado por Richard Cavill usando la patada continúa. En 1908 se creó la FINA: Federación Internacional de Natación. El estilo mariposa fue desarrollado en un principio como una variante del estilo braza, hasta que fue aceptado como estilo en 1952. En el XX, la natación se ha llegado a considerar un sistema valioso de terapia física y la forma de ejercicio físico general más beneficiosa que existe. Ningún otro ejercicio utiliza tantos
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