El proceso posrevolucionario en México

El proceso posrevolucionario.

La Revolución Mexicana significó un gran cambio en la vida de México, fue el paso de una sociedad mayoritariamente agraria a una industrializada. Durante la revolución, el estado de derecho casi desapareció y al final de la contienda había que reconstruir todo: desde el marco jurídico y las instituciones hasta la economía.

Los líderes de diferentes grupos proclamaron sus ideas de reconstrucción: en el norte Francisco Villa Álvaro, Obregón y Plutarco Elías Calles; en el sur Emiliano Zapata, en la zona central Venustiano Carranza entre otros. El gobierno de Francisco y Madero y la presidencia oprobiosa de Victoriano Huerta no lograron librar al país de los problemas económicos que sucedieron a la caída de la dictadura porfiristas.

Durante el gobierno de Carranza de 1917 a 1920, se agudizaron los problemas económicos. A principios de 1914 se habían impreso 130 millones de pesos en papel moneda; una nueva emisión ordenada por el gobierno provisional de Veracruz hizo que la suma ascendiera a 650 millones, por lo que el peso se devaluó en forma progresiva y para agosto de ese año se cotizaba a $0,25 centavos de dólar y un año después a menos de 3 centavos.

Para estabilizar el valor del peso se tomaron tres medidas:

1.- Recoger las antiguas emisiones de papel moneda.

2.- Imprimir 500 millones de pesos “infalsificables”.

3.- Crear la Comisión Monetaria y El Fondo Regulador De La Moneda Fiduciaria.

No se pudo contener la devaluación porque ese peso infalsificable nació devaluado a $0.20 oro nacional. La escasez de moneda metálica se debía al alza del precio de la plata en el mercado mundial, la falta de fondos nacionales y de empréstitos extranjeros. Para remediar esta problemática, el gobierno tomó varias medidas entre junio de 1917 y octubre de 1918:

1.- Acuñar monedas de oro de $20.00

2.- Reducir la ley de los “tostones” $0.50 centavos de plata, es decir, acuñarlas con una menor cantidad de plata.

3.- Adoptar el patrón oro, es decir, respaldar la cantidad de divisas del país con su equivalente en oro.

Se ordenó también el curso legal de las monedas de oro nacionales y de las extranjeras así como su poder liberatorio ilimitado.

En noviembre de 1918 se decretó la reforma monetaria por lo cual los antiguos pesos de plata dejaron de ser moneda de curso legal, las piezas de oro de 20 10 5 y 2.50 tuvieron poder liberatorio ilimitado, se emitieron cerca de 20 millones de pesos en piezas de 50 20 y 10 centavos con una liga de plata más baja para sustituir a la antigua moneda fraccionaria.

Esta reforma tuvo éxito debido a que el gobierno dispuso de los fondos de los bancos incautados en 1918, de los cuales la cantidad ascendía al 53 millones de pesos. Esto hizo que el peso, además de subir de valor, se estabilizara.

En mayo de 1918 se organiza el primer congreso obrero con representación nacional, naciendo la Confederación Regional Obrera Mexicana (CROM), la primera central obrera de nuestro país.

En la década de 1920 se hizo evidente el fracaso de la revolución mexicana respecto social. Pese a las reformas, los campesinos continuaron con los graves problemas agrarios que les aquejaba.

Álvaro Obregón creó las procuradurías de los pueblos, con el objeto de ayudar a los campesinos analfabetas, pero las procuradurías no cumplieron con el objetivo de ayudarlos y dieron lugar al engañó y a la formación de grandes latifundios en pocas manos.

Álvaro Obregón creía que el ejido sería la estrategia para que los campesinos se convirtieran en pequeños propietarios. No obstante sus buenas intenciones, se iniciaron las medidas para proteger el desarrollo del capitalismo en el campo mexicano, beneficiando al sector privado por encima del sector ejidal.

 Álvaro Obregón nació en 1880 en la hacienda de Siquisiva, municipio de Navojoa, Sonora.

Su gobierno se podría definir como restructurador: disminuyó el ejército a más de 60.000 efectivos, reanudó las relaciones diplomáticas con Estados Unidos de América, celebró el centenario de la consumación de la Independencia,  y con ese motivo ordenó acuñar monedas para sustituir los billetes de Carranza;  mandó reparar el cableado telegráfico y las vías del ferrocarril, estableció normas para la elección y el funcionamiento de los cuerpos diplomáticos y consulares; inició la compañía Naviera Mexicana y la escuela Nacional de Agricultura se trasladó a  Chapingo. En 1923, logró mediante el tratado de Bucareli el reconocimiento formal de su gobierno por parte de Estados Unidos de América.

Las promesas de tierra y libertad de Zapata quedaron en el papel;  con los líderes de los sectores sociales sumidos en la pobreza y los caudillos revolucionarios sonorenses, Obregón y Calles, buscaban echar a andar la industria y recuperar la productividad perdida durante la guerra. Sin embargo, no se planeó una recuperación integral de toda la economía sino sólo de ciertos ramos, como la manufactura y la industria petrolera. Ya con Calles, la política agraria se volvería cada día más conservadora.

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