La Participación De Las Mujeres En El Proceso De Producción Del Pan En La Castilla Bajomedieval, Mª Isabel Del Val Valdivieso

Según señala Mª Isabel del Val, el trabajo, en la Edad Media, era principalmente masculino; aunque existen elementos masculinos y femeninos en el mundo laboral.

Se pone de manifiesto una clara participación de la mujer en el mundo laboral medieval, no sólo como trabajaras dentro del hogar, sino también como trabajadoras fuera de éste.

Es realmente difícil determinar si hubo una evolución o un retroceso en la situación de la mujer en la Edad Media; ya que en esta época la sociedad, la cultura y las costumbres sufrieron muchas variaciones; pero lo que si queda claro es que a parte de la distinción entre hombres y mujeres, habría que tener en cuenta también la posición social de las mujeres, diferenciando entre la mujer noble, la campesina y la monja. La primera de ellas era la única que podía gozar de grandes privilegios y la que, si fuese posible, podría alcanzar un mayor reconocimiento.

Pero, sin lugar a dudas, era la mujer campesina medieval la que más duras condiciones de vida tuvo que soportar: dentro del hogar era la encargada de la cocina, de las ropas, de la limpieza, de la educación de los hijos... Fuera de él debía ocuparse del ganado y del huerto, cuando no debía trabajar también en las tierras de cultivo.

Respecto a la participación de la mujer en el proceso de producción del pan, se pone de manifiesto en primer lugar su mayor participación en el mismo a medida que las labores a realizar requieren mayor especialización o están más relacionadas con el ámbito doméstico, propio de las mujeres.

No se poseen datos significativos sobre las condiciones de trabajo de estas mujeres, pero aunque se puede reconocer un avance respecto a que las distintas legislaciones recogían la participación de las mujeres y daban una cobertura legal, estableciendo derechos y deberes de estas trabajadoras; seria necesario conocer la retribución salaria que percibían, así como las condiciones mínimas de su trabajo, para poder clasificarlo como un campo propio de desarrollo de la actividad laboral femenina con derechos equiparables a los de los hombres.

Se debe destacar que la participación laboral de las mujeres en esta época se desarrolla en sectores como la panadería, el servicio doméstico, el comercio menor, el ámbito textil... y en ocasiones en el ámbito agrícola; este hecho demuestra que la actividad laboral de las mujeres de la época podría considerarse una extensión de sus actividades dentro del hogar y como un apoyo a su marido, padre... en las tareas del campo, cuando fuera necesario por la intensidad del trabajo en determinadas épocas.

Los datos existentes sobre el desarrollo de las mujeres a lo largo de la historia nos muestran como estás eran las encargadas de las labores del hogar, del cuidado de hijos, del huerto familiar... y su trabajo fuera de este ámbito, y en concreto la remuneración obtenía, se entendía como un complemento a los ingresos familiares.

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