El siguiente trabajo tiene como finalidad poder abordar las principales contribuciones de la perspectiva histórico-critica para conocer la realidad, el trabajo social y los procesos de intervención profesional en el marco de las prácticas de formación
Enviado por pochinsky • 15 de Octubre de 2016 • Informe • 1.698 Palabras (7 Páginas) • 457 Visitas
El siguiente trabajo tiene como finalidad poder abordar las principales contribuciones de la perspectiva histórico-critica para conocer la realidad, el trabajo social y los procesos de intervención profesional en el marco de las prácticas de formación pre profesional desarrollada en el año 2015.
Dicha práctica se desarrolla, en mi caso, en la Unidad sanitaria Malvinas Argentinas de Ensenada (CAPS), donde se plantea y trabaja la problemática de la escasa valoración de los espacios públicos y donde se intenta propiciar hábitos de higiene para crear un entorno saludable y para el cuidado de dichos espacios. La problemática ambiental no sólo afecta al barrio de ensenada, sino que es una problemática a nivel mundial. Se configura como una expresión de la cuestión social, considerada desde la perspectiva marxista como la resultante de las contradicciones sociales y estructurales del sistema capitalista, constituyendo así, la razón de ser del trabajador social.La cuestión social expresa su lucha en el reclamo de los derechos de todos los sujetos, donde aparece por primera vez el Trabajador Social, como mediador y ejecutor de políticas sociales.
A raíz de nuestra inserción en el campo de intervención, dentro del marco de las prácticas de formación pre profesional, debemos contar con la capacidad de conocer la realidad, en su totalidad, a través del método dialectico propuesto por Marx. En un primer momento de nuestras prácticas, quedamos ligados a nuestra referente y a sus objetivos, metas y campos de intervención, viendo así sólo parcialmente las características y problemáticas del barrio de Ensenada, es decir, nos encontrábamos inmersos en lo que Kosik denomina como mundo de la pseudoconcreción "aquello que se presenta a primera vista, el mundo de lo aparente, donde la realidad no se la ve en su totalidad concreta"(Kosik, 1990).
La realidad se nos presenta como “un mundo en donde los objetivos fijados, dan la impresión de ser condiciones naturales, y no son inmediatamente reconocidos como resultado de la actividad social de los hombres”, es por esto que debimos realizar una labor que nos permita indagar la cosa misma, desprendiéndonos de la referente e insertándonos por nosotros mismos, en la comunidad, en sus problemáticas y demandas; en palabras de Kosik realizamos un rodeo, “el hombre da un rodeo y se esfuerza en la búsqueda de la verdad porque posee una conciencia firme de la existencia de la cosa misma” (Kosik,1990,pp 27-29).
A la hora de pensar la intervención de un profesional del trabajo social hay que tener en cuenta varias cuestiones respecto a su autonomía relativa. En primer lugar vale resaltar que la profesión del Trabajador Social surge en el marco del Sistema de producción capitalista, considerado como un complejo social que nace en el marco de las necesidades sociales que genera este mismo sistema; dicho profesional se sitúa como un trabajador inserto en el mercado de trabajo donde presta sus servicios a cambio de un salario. Sin embargo, a la hora de intervenir, sea cual sea el ámbito, el trabajador social se encuentra en un contexto marcado por los objetivos e intereses institucionales y por el papel que el Estado desarrolla en relación a nuestra profesión.
El profesional del trabajo social, se encuentra siempre en una situación de tensión, donde los objetivos e intereses de las instituciones no siempre concuerdan con los personales y en donde la teoría no siempre es llevada a la práctica como se debiera por parte del Estado o el organismo que correspondiese. En este sentido, el concepto de teoría está siendo pensado siguiendo los aportes de Netto “poder poner en palabra lo que sucede en la realidad”.
El profesional del Trabajo Social desarrolla sus intervenciones en la vida cotidiana de los usuarios, pero siempre atendiendo aquellas necesidades o problemáticas que la institución considera legítimas y posibles de intervención.
En el texto de Mallardi(2014,Pp 59-62) , se hace referencia a dos dimensiones vinculadas con nuestra intervención profesional:
• Socio institucional: hace referencia a la posición que toma el Estado frente a la Cuestión Social, adquiriendo visibilidad mediante la implementación de políticas sociales.
• Sub determinante popular: que hace referencia a la capacidad objetiva y concreta de interpelación e incidencia de los distintos sectores de la clase trabajadora a las
En relación a estas dos dimensiones, el profesional adhiere estrategias y tácticas operativas que desarrolla a partir del análisis que produce de la realidad. La intervención profesional es el conjunto de aspectos éticos, políticos y teóricos. Articular estos tres aspectos demanda eliminar las discusiones que se concentran en la individualidad del profesional, identificando las mediaciones que vinculan a cada profesional con posturas, proyectos colectivos, etc. que sean propias del campo profesional o de la sociedad.
El desarrollo de las entrevistas, informes sociales, etc. Son elementos tácticos operativos que el profesional desarrolla para reforzar la viabilidad de la estrategia de intervención anteriormente definida.
La capacidad de poder materializar dicha estrategia depende de tres dimensiones (Mallardi, 2014):
- Viabilidad política: hace referencia a la capacidad política que tiene el profesional de realizar la intervención. En nuestro caso, nosotros no contamos con viabilidad política, ya que no acumulamos tanto poder como para que nuestra estrategia de intervención se realice sin antes pasar por varios filtros, tanto dentro de la institución como de la Facultad misma.
- Viabilidad económica: implica la disponibilidad de recursos económicos y materiales que se constituyen en el sustento de la estrategia planificada. En este aspecto, para nuestra practica de formación pre profesional, si contamos con una viabilidad económica que nos permite tener los elementos necesario para desarrollar nuestra intervención. A modo de ejemplo; en el CAPS nos sugirieron realizar un folleto informativo sobre una actividad dada en el marco del Proyecto “creando espacios para una vida saludable”; pudimos realizar esta actividad ya que presentamos ante la Facultad de Trabajo Social de la UNLP, el material y dinero necesario para realizar dicha actividad y obtuvimos una grata respuesta.
- Viabilidad institucional-organizativa: refiere a la consideración de la dinámica institucional y organizativa en la cual se desempeña el profesional, con el fin de tener en cuenta como su intervención se inserta en los objetivos y políticas propuestos por la organización empleadora. Este tipo de viabilidad refiere directamente a la primera, ya que nuestra intervención se inserta en los objetivos y políticas propuestas por el CAPS, además de por un mismo interés nuestro, por no contar con la autonomía suficiente, por falta de poder, de proyectar nuestros propias políticas y objetivos.
Los recursos de financiamiento son indispensables a la hora desarrollar elementos tales como la entrevista, el informe social y demás. Es ineludible contar con el espacio físico, los instrumentos y tiempo necesario para realizarlos. Sin embargo, como anteriormente ya mencione, el tiempo considerado necesario para el trabajador social, puede no ser el mismo que para la institución, por lo que siempre el profesional se desarrolla en espacios conflictivos, con presencia de cantidad de intereses, visiones y objetivos.
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