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El triunfo de la rebelión socialista de 1935


Enviado por   •  4 de Agosto de 2013  •  Tesis  •  2.720 Palabras (11 Páginas)  •  284 Visitas

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El triunfo de la rebelión socialista de 1935 se debió a que las ideas de los nuevos dirigentes eran más adecuadas a la situación política de la década del 30. Los nuevos dirigentes socialistas de la CGT empezaron un nacionalismo liberal popular, pensando que los intereses de los trabajadores y del Estado democrático estaban amenazados por la alianza del fascismo internacional con los intereses conservadores y antidemocráticos de la Argentina. La CGT hizo públicas las consecuencias de su nuevo nacionalismo liberal al conmemorar el 1º de mayo de 1936. El acto del 1º de mayo, evidenció la independencia política de la CGT, pero sin quedar fuera de las fuerzas que respaldaban propuestas concretas y comunes para la defensa de la democracia.

En 1937 con el ascenso de Roberto M. de Ortiz a la presidencia, viendo que éste parecía simpatizar con las aspiraciones de las clases populares, los sindicalistas decidieron reafirmar la necesidad de cooperación entre el Gobierno y los gremios. Las intenciones del mismo eran anuladas por la oposición existente dentro de su gobierno. Se ignoraba la legislación laboral existente y seguían siendo fuertes los sentimientos antisindicalistas a nivel oficial.

El aumento de la influencia comunista en el movimiento obrero se relacionaba muy de cerca con el aumento de los sindicatos por industrias, ya que tesoneros y militantes fueron los únicos que organizaron a estos nuevos trabajadores industriales. En 1936 después de la huelga de la construcción, crearon la Federación Obrera Nacional de la Construcción (FONC) que llegaría a tener importancia bajo el control comunista. La formación del FONC y su afiliación a la CGT otorgó a los comunistas gran influencia dentro del movimiento obrero, cambiando el equilibrio sindical de fuerzas.

En 1939, cuando Hitler y Stalin firmaron un pacto de no agresión los comunistas y los socialistas se atacaron con violencia. Los socialistas controlaban los gremios más fuertes y grandes como La Fraternidad, la Unión Ferroviaria, la Unión Tranviaria, los Empleados de Comercio y los Trabajadores municipales. Los comunistas representaban sindicatos más nuevos: Obreros de la Construcción, Textiles, Metalúrgicos, tenían que proteger pocas sedes sindicales, colonias de vacaciones, hospitales o jubilaciones.

Los dirigentes socialistas de la CGT, concentraron sus esfuerzos en desacreditar a los comunistas. En agosto de 1940, la CGT convoca a un acto en el Luna Park para oponerse a la ocupación de Europa por Hitler, así como el reemplazo del enfermo Ortiz por el vicepresidente Castillo, de tendencia favorable al eje. La lucha socialistas-comunistas por el control del movimiento obrero se manifestó otra vez en la reunión del Comité Central de la CGT en octubre de 1942. El Comité expulsó a un dirigente comunista de la construcción por haber escrito un artículo que criticaba a los socialistas, y también censuró el diario comunista "La Hora" por sus repetidos ataques a la CGT. La formulación del nacionalismo liberal no pudo terminar las divisiones del movimiento obrero y la CGT se dividió formalmente en dos organizaciones. La división de la CGT entre comunista y socialista no llegó a dividir el movimiento sindical, pues los socialistas lo controlaban con una mayoría en el Comité Central. A su vez los socialistas se dividen: en un grupo estaba Doménech con la Unión Ferroviaria, otro Pérez Leiros de los municipales y Ángel Borlenghi de los empleados de comercio. Doménech quería convertir a la CGT en un partido Laborista o crear un Partido Laborista Independiente. El grupo de Leiros-Borlenghi deseaba que el PS representara los intereses políticos del movimiento obrero y temía que el de Doménech convirtiera a la CGT en una organización política rival para reemplazar al PS. En 1942 Doménech renunció a su cargo de secretario general aparentemente porque el comité había permitido que la Federación Gráfica Bonaerense continuara en la CGT, aunque estaba atrasada en el pago de sus cuotas, lo que prohibía que una filial siguiera en el Comité Central si no tenía sus cuotas al día.

La verdadera escisión ocurrió en la reunión del Comité Central de marzo de 1943, cuando sus miembros debían elegir nuevas autoridades. Ganó Doménech por sobre Leiros.

Por lo tanto la CGT se dividió en: la CGT N1 compuesta por los gremios cuya lealtad estaba con el movimiento obrero, más la Unión Ferroviaria, Unión Tranviaria, y el sindicato de Cerveceros y la CGT N2, que incluía a los gremios cuya lealtad era para el PS, la Fraternidad, los Empleados de Comercio, los Municipales, los Gráficos, los trabajadores del Estado y la FONC

La CGT contaba con 331.000 afiliados, sobre un total de 547.000 obreros sindicalizados en le pías. Por otro lado, estaba sindicalizado menos de un tercio de los trabajadores de la industria y cerca de la décima parte de todos los empleados en relación de dependencia. La mayoría se encontraba en BS. AS. Y Rosario.

Entre 1943 y 1946, Perón utilizó con habilidad las ideas y los grupos del movimiento obrero como base para obtener el poder político. Por un lado, desprestigió la influencia de los partidos Comunistas y Socialistas, afirmando que eran ajenos a la tradición argentina, y por el otro apoyó a quienes creían que el movimiento obrero debía constituir una fuerza política independiente, y estimuló el desarrollo del nacionalismo criollo entre los trabajadores migrantes del interior, cuyo número crecía rápidamente.

Después de varios días de luchas políticas entre los militares y el general P. Ramírez surgió como presidente provisional.

La reacción inicial de las organizaciones obreras fue favorable al Gobierno de Ramírez. A mediados de julio, el Gobierno disolvió la CGT N2 porque era un "organismo extremista" y muchas de sus filiales con reservas se unieron a la CGT N1, hecho que agradó a sus dirigentes que durante julio y agosto continuó apoyando al Gobierno.

En agosto la poderosa Unión Ferroviaria y la fraternidad fueron intervenidas y obligadas a retirarse de la CGT. En consecuencia Doménech renunció al cargo. El Comité Ejecutivo de la CGT trasladó los archivos y los fondos de la organización a los domicilios particulares de varios de sus integrantes y el mobiliario a la sede de la Unión Tranviaria. Dichos miembros decidieron reestructurar el Comité Central de la CGT, a pesar de la ausencia de los miembros del riel, y antes de tres semanas eligieron un nuevo Comité Ejecutivo. Los dirigentes de la CGT criticaron entonces el decreto de asociaciones profesionales que muchos habían aceptado con anterioridad. Ahora subrayaban que la medida legal obligaba a los trabajadores a sindicalizarse, discriminaba en contra de los inmigrantes, y quitaba a ciertas personas la libertada de agremiación.

El Gobierno

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