En Las Postrimerías De La Revolución

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Se ha vuelto un lugar común asumir que los dados están echados. Algo parecido a nuestro propio “Allea jacta est”, tal como proclamó Julio César al cruzar el Rubicón para dirigirse hacia Roma. Parece ser que muchos, de todos los bandos posibles, puesto que hay más de los que se piensa aunque en lo sucesivo se discutirá de únicamente de los dos principales, mantienen la visión de que los próximos meses serán una cadena de eventos anunciados.

Declaraciones del oficialismo, en tono triunfalista, hacen creer que el regreso de su líder, cual segunda venida de Jesucristo para los cristianos, llegará con todo a acabar con los más recientes esfuerzos de una “burguesía” que es a la vez “apátrida” y “ultranacionalista a lo fascista”. Recuerda un poco a las comparaciones nazi-fascistas y comunistas del pueblo judío con los demonios, pero llevados en este caso hacia cualquier elemento alternativo que pretenda contravenir el proceso que hace 13 años comenzó y que hoy parece no rendir frutos ni esperanzas destacables.

En la oposición reina un triunfalismo producto de un gran e innegable logro: las elecciones primarias para la escogencia de un candidato unitario como contendor ante el Presidente de la República. Pero se conoce lo que está en juego, y el trabajo ha sido tal que haberlo puesto en juego con declaraciones sobre multiplicar por tres el total de votos obtenidos en la primaria pueden desmejorar una imagen y trazar metas e ilusiones que, difícilmente, se consigan.

La clave del problema radica en que el mensaje que se envíe a los electores generará expectativas que deben ser complementadas con un trabajo incansable en todos los espacios de la vida política nacional. Desde el punto de vista de las organizaciones políticas que hacen vida dentro de la oposición el mensaje se ha unificado, y parece que se han logrado subsanar heridas que el proceso de primarias ha generado y que para muchos pasan desapercibidas. Que el trabajo se esté haciendo no se pone en duda, sino la forma en la que se ha generado una escalada de mensajes triunfalistas que no benefician a la larga.

El desconocimiento de los acontecimientos y decisiones de ambos sectores luce como abrumador. Los medios de comunicación que se encargan de proyectar ideas dejan poca información fiable, y hasta ahora se están dando los pasos decisivos para efectuar análisis de peso acerca de las circunstancias y contexto que diariamente se transforma.

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