Ensayo De La Democracia En Mexico
Enviado por emilyloverobles • 9 de Abril de 2014 • 1.246 Palabras (5 Páginas) • 1.623 Visitas
Introducción
El presente ensayo tiene como fin saber sobre la democracia en México y empezaremos por saber que es democracia.
La democracia es una forma de gobierno en la que los ciudadanos escogen a los gobernantes o dirigentes que los representarán en la conducción del país. Esta escogencia se hace a través del voto y los elegidos por mayoría deben actuar según lo indique nuestra Constitución Política de 1991 y las leyes, procurando siempre lo mejor para el país.
A partir de que en México se dio la llamada revolución, se supone que se consolido una forma de gobierno, llamada democracia.
En México no se da el famoso “gobierno del pueblo sobre el pueblo”, ya que este gobierno no tiene nada que ver con la nación, por el hecho de que el población, no presiona a sus gobernantes, no le importa cómo debería el gobierno, y eso hace que evidentemente, al gobierno no le importe las demandas del pueblo.
Podemos abordar que el país, cree, que vive en democracia, pero bien lo explica el racionalismo, sin ideales, no puede haber democracia.
Los mexicanos equivocadamente creen que la prueba máxima de que en México existe una democracia, son las elecciones para elegir un gobernante, pero no es así la democracia se destruye por el hecho de que se dan las campañas que se apoyan de los medios de comunicación masiva, y nos dan a conocer sus ideas diciendo ser la mejor y esto destruye la libertad de formar nuestros propios criterios.
Desarrollo
La transición mexicana a la democracia llegó a su fin. El viejo régimen, el régimen del presidencialismo sin fronteras, el régimen del partido sin competencia y elecciones sin garantías, el régimen sin crítica y escrutinio público, el régimen del Estado grande y la sociedad pequeña, ha quedado en el pasado.
En su lugar empieza a cobrar forma una presidencia acotada por las fronteras constitucionales, se ha levantado un sistema de partidos competitivo, se celebran elecciones libres, se despliega la libertad de expresión y emerge una sociedad más organizada y participativa, cuyos derechos marcan cada día más los límites del Estado.
El problema es que las transiciones a la democracia no entrañan necesariamente su eficacia y su consolidación: una cosa es arribar a la democracia y otra es construir un entramado institucional sólido y funcional que asegure la estabilidad del régimen democrático.
La transición concluyó, es un hecho sobre el cual no se quiere polemizar con estas líneas: los partidos políticos compiten, ganan y pierden elecciones; los ciudadanos votan y sus votos deciden; la incertidumbre sobre el resultado de las elecciones se ha instalado y domina el ambiente preelectoral, lo mismo en los comicios para la integración de los ayuntamientos que en las contiendas para la renovación de los poderes locales y federales; los medios de comunicación ejercen la crítica sin restricciones y una gran diversidad de voces se expresan con libertad; todos los cargos políticos están incluidos en el juego democrático, se disputan en las urnas. ¿No es esto la democracia?
Si se atiende a los criterios de calificación democrática de los más destacados estudiosos de los procesos de cambio político, México pasa la prueba. Juan Linz, por ejemplo, sintetiza su criterio al respecto en las siguientes condiciones: libertades políticas individuales, sistema de partidos competitivo, elecciones libres, inclusión de todos los cargos políticos efectivos en el proceso democrático y sufragio universal. Así que ahora la cuestión es otra: después de la transición
El problema reside en que la joven democracia mexicana gira sobre el eje de un entramado institucional débil, obsoleto y atrofiado. La herencia institucional del régimen anterior arrastra muchísimos pasivos: instituciones resquebrajadas por el peso ilimitado del poder presidencial, procedimientos y mecanismos constitucionales oxidados por la falta de uso, grandes espacios de discrecionalidad, ineficiencias burocráticas,
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