Ensayo crítico a los gobiernos de Ramón Castilla
Enviado por ezebel • 14 de Septiembre de 2016 • Ensayo • 2.332 Palabras (10 Páginas) • 1.094 Visitas
UNIVERSIDAD NACIONAL DE TRUJILLO
FACULTAD DE CIENCIAS SOCIALES
ESCUELA ACADÉMICO PROFESIONAL DE HISTORIA
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Historia del Perú IV
TÍTULO
Ensayo crítico a los gobiernos de Ramón Castilla
Alumna:
LEÓN DE LA CRUZ, MARÍA ISABEL
Docente:
Mg. Giuliana Barrera Salazar
TRUJILLO-PERÚ
2016
Crítica a los gobiernos de Ramón Castilla Marquesado
Ramón Castilla fue uno de los presidentes más conocidos en la Historia del Perú, El historiador Jorge Basadre, denomina al primer gobierno de Ramón Castilla “El gobierno de la prosperidad falaz”, otros personajes lo denominan como “El gobierno de la Unión, ordenamiento y apaciguamiento nacional”
Ramón Castilla y Marquesado nación en Tarapacá el 31 de agosto de 1797, fue hijo de don Pedro Castilla y doña Juana Marquesado Romero. Según Basadre había sido cateador de minas y su abuelo, don Pedro Pablo Castilla, llegó a América como comisionado de Hacienda. Su madre, Juana Marquesado, era hija de un genovés y de india. Es por ello que algunas veces Castilla se gloriaba de provenir de un origen decente, sin embargo por su aspecto físico, su ignorancia intuitiva, por su astucia cazurra, por su rudeza campechana y por su tenacidad incejable, Castilla tenía más aspectos de plebeyo.
En su niñez Ramón Castilla fue leñador al servicio de su padre, haciendo viajes al desierto para recoger las ramas y los pedazos de los algarrobos. Como tenía un hermano en el ejército realista, éste lo hizo llevar a Concepción (Chile), y allí sentar plaza de cadete, haciendo la guerra entre los separatistas de Chile. Cayó prisionero en la batalla de Chacabuco y fue llevado a Buenos Aires, de donde, como Santa Cruz, escapó a Río de Janeiro, regresando al Perú en 1818 y siendo ascendido a alférez. Al llegar la expedición de San Martín, se presentó a ella, y le asignaron la organización de uno de los primeros cuerpos netamente peruanos en el ejército separatista. El batallón de caballería peruano que decidió la suerte de la batalla de Junín fue también hechura suya.
Ramón Castilla, “un criollo-mestizo”, según Luis Durand Flórez, después de escaparse de una cárcel de Río de Janeiro, tal como dice Basadre, había cruzado toda la Amazonía junto al oficial español Cacho para reincorporarse al ejército realista y formar parte de la guardia del virrey. Mientras San Martín llegaba al Perú, Castilla era ascendido al grado de alférez, en 1820. En 1821, Ramón Castilla ya pertenecía a las filas independentistas. Para algunos había caído preso en la batalla de Pasco y, luego, fue convencido para que se pasara al ejército patriota. Para otros, lo hizo “furtivamente”. Lo cierto es que a partir del mencionado año sirvió con lealtad y valentía a la causa libertaria. Y poco a poco se fue incursionando en la Política.
Castilla empieza su primer mandato presidencial del Perú en el año de 1845 hasta 1851. Durante este primer gobierno de Castilla hubo una gran ingreso de economía esto debido a la explotación del guano de las islas (declarado como un bien nacional) era considerado como fertilizante o abono natural de primer orden. El guano empezó a tener una gran demanda internacional exportándose hacia el extranjero, Para su explotación y comercialización se implantó el sistema de las “consignaciones”, que consistía en que el comerciante, en convenio con el Estado peruano, vendía en el mercado externo el guano, cobraba una comisión y entregaba el resto del valor vendido al gobierno. De esta manera el guano de la isla se convirtió en primera renta y sostén de la economía peruana. Sin embargo parte de estas ganancias se benefició la aristocracia militar, civil y religiosa. Los chinos culíes en este ámbito fueron los pilares para la extracción del guano, sin embargo se les pagaba una miseria o simplemente no obtenían ningún beneficio al igual que los indígenas que no obtuvieron ninguna ganancia.
Durante ésta época cada vez más iba en aumento la exportación del guano, además hubo un gran crecimiento del salitre y el comercio. La ciudad de Lima era el centro de la Aristocracia peruana, siendo los aristócratas los más beneficiados, mientras que los agricultores andinos se encontraban en una total crisis económica.
El guano se convirtió en primera renta y sostén de la economía peruana. De esta manera, utilizando los ingresos obtenidos se empezó a pagar la deuda externa, deudas contraídas por la guerra de la independencia y por los conflictos limítrofes. Asimismo, Castilla reconoció a España los gastos que tuvo durante la colonia, e incluso decidió cumplir con el pago estipulado en la Capitulación de Ayacucho. Además, Castilla para contentar a sus amigos aristocráticos promulgo algunas leyes sobre la consolidación de la deuda interna, donde estipulaba que cualquier hacendado que había contribuido material o económicamente en el proceso de independencia y en las guerras civiles entre caudillos, el estado peruano los asumió como deuda y logro entregarles el dinero que se obtenía del guano. Sin embargo los familiares de los indios que dieron su vida en este proceso, sencillamente no cobraron nada. Al contrario el pobre indio seguía tributando al estado peruano y a sus amos terratenientes y demás funcionarios estatales. Esto implica que Castilla prefirió más a la aristocracia y se olvidaba como siempre del pueblo indígena.
Otro hecho de gran significado en el gobierno de Castilla fue la abolición de la esclavitud negra, pero esto sucedió después que Castilla realizara un arreglo con los Hacendados, donde cada terrateniente recibió aproximadamente 300 pesos por liberar a un esclavo, todo esto el presidente pagó con el dinero del guano, otra vez más los beneficiados fue la aristocracia.
Durante este periodo de gobierno se empezó a ejecutar algunas sobras de trascendencia nacional e internacional como la instalación de la primera línea telegráfica de Sudamérica, la de Lima al Callao. Asimismo, también el Perú fue escenario de otra obra precursora para las comunicaciones, se empezó a construir el primer ferrocarril de Sudamérica, el de Lima-Callao, en el año 1850, efectuado por intermedio de un contrato con los empresarios Candamo-Oyague, quienes tuvieron un beneficio de usufructo de dicho ferrocarril por 25 años. Asimismo Castilla instaló una red de tuberías, acequias y piletas públicas para el servicio de agua potable. También se construyeron monumentos a Colón y Bolívar, y la cárcel para inculpados, ubicada en el Paseo de la República, frente al palacio de Justicia.
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