Ensayo sobre arquitectura de los años 20 en ecuador

“La Arquitectura moderna se encuentra en una delicada situación respecto a su conservación y supervivencia, porque los edificios han dejado de valorarse… El sentido del tiempo hace que pierdan el valor de pertenecer al presente, aun cuando no pertenecen al pasado. Y es en este transito donde el peligro de su desaparición es más grave”

                                                                                        Calduch, 2009

Es necesario precisar que la arquitectura moderna busca ante todo responder a una formalidad artística que se basa en un sistema de relaciones abstractas y universales, construida con criterios de consistencia visual, y que se caracteriza por su economía, precisión, rigor y universalidad. Los hechos que marcan la difusión del movimiento moderno en el Ecuador se deben a la llegada de varios arquitectos extranjeros, como es el caso del uruguayo Guillermo Odriozola, quien es el encargado de la elaboración del Plan Regulador de la cuidad de Quito que sirve como base para la construcción de grandes edificaciones bajo los preceptos de la modernidad en el Ecuador

Se proponen varios ejes de diseño para argumentar la elaboración y construcción de edificaciones como es el emplazamiento y el programa funcional; luego estudiar la configuración del edificio y la distribución de volúmenes respecto al terreno y el contexto en el que se encuentra; estos van relacionados con los componentes básicos del proyecto como son sistema estructural, tratamiento de fachada, cubierta, iluminación artificial y natural de los espacios, mobiliario y espacios exteriores o jardines

Esto desencadeno que, en los años 70, se dé una nueva visión a la arquitectura con un papel ampliado como agente responsable de transformación social, cuya actividad no podía permanecer exenta de las condiciones de inequidad que se dieron en las nuevas explosiones urbanas, consecuencia de los diversos “boom” del país (cacaotero, bananero, petrolero). Esto genero una nueva ola de urbanistas, planificadores y teóricos como Diego Carrión, y Hernán Orbea quienes han contribuido para transformar las ciudades del Ecuador

Así nace también una nueva vertiente que renace de las disciplinas del paisajismo y la geografía que tenían como visión un mundo de diseño contemporáneo a una escala global con la valorización de paisaje y territorio heredada de Odriozola y la rica escuela paisajística de Uruguay. De hecho, la experiencia misma de paisajes con la potencia de la Amazonía o su contraparte, la cordillera andina, son la raíz primordial de esta tendencia, derivada de una preocupación genuina por el proceso de degradación medioambiental y cultural

Pero lo mas interesante de este crecimiento arquitectónico de Ecuador es notar que el punto de partida fue una crisis financiera profunda, que procreó intervenciones mínimas, de escasos recursos, y cuya trayectoria culmina con los excesos y despilfarros de un boom petrolero que nos embarca, una vez más, en el círculo vicioso de los auges y caídas de las economías que desde el punto de vista estético parecen oscilar entre visiones de riqueza nueva y proyecciones concebidas desde la limitación.

No podemos perder la esperanza en la generación global, cuya visión trasborda nacionalidades y piensa en territorialidades planetarias; cuya actuación logra ver más allá de cualquier horizonte o interés circunscrito; de una manera medioambiental, geográfica, consciente de que nos movemos en un mundo construido de interdependencias e interrelaciones, muchas de ellas invisibles, todas concretas, de impacto real y específico.

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