Ensayo sobre la lírica griega

[pic 1]

Literatura Antigua

Ensayo sobre la lírica griega

 Nombre: Luciano Fuentes González

 Profesor: Mauricio Gómez

 Sección: 1

 El concepto de amor en la Grecia arcaica es muy diferente al que tenemos actualmente, es con los fragmentos que nos dejaron los poetas Anacreonte, Safo y Arquíloco que podemos analizar la lírica erótica que se dio en contextos como los epitalamios, banquetes y amores propios en los que los poetas a veces se dirigían a las divinidades para ser correspondidos o curados.  En el texto de Adrados se nos explica el carácter divino – religioso que tiene el amor en ocasiones, digo en ocasiones ya que no se puede saber con certeza que tan absoluto era esta religiosidad dentro de la poesía erótica.

  Con Safo se evidencia el aspecto divino del amor que se concebía en el arcaico, debido a las suplicas de la poetisa hacia Afrodita para que calmara el dolor de su corazón, y así ser correspondida o por lo menos curada de la locura pasional del amor. También se da en los epitalamios, los cuales cumplen una función ritual al emparejar este amor divino entre un hombre y una mujer. La belleza divina del ser que es amado se transforma en un deseo tan grande para el amante, que culmina en una especie de demencia incurable que arrastra un sufrimiento que solo puede ser curado por los dioses, ya que en el marco de esta religiosidad de la poética de Safo, los divinos son los que le entregan el amor a los humanos y a la naturaleza para que esta pueda reproducirse. En el caso de Safo, al dirigirse a una mujer se da un eros homosexual, por lo tanto, este amor estéril no puede ser correspondido, ya que Afrodita cumple con un amor entre hombre y mujer el cual aboga por el ciclo natural de la naturaleza para una correcta reproducción.

  En general, los tres poetas siguen esta línea religiosa del amor, en Anacreonte se da, pero en los banquetes, tanto de forma heterosexual como homosexual. Se exalta también el llamado a divinidades y también el miedo a la vejez, dejar atrás la floreciente juventud para experimentar la debilidad de la vejez, que va de la mano de la muerte, siendo esta último también objetivo literario de Safo y Anacreonte. Mas no se dice de Anacreonte. Safo con respecto a Anacreonte, se diferencia en el lado más personal y propio que tiene al dirigirse directamente a su amada: “Quiero decir algo, pero me lo impide, el pudor… Si tuvieras un deseo de cosas buenas o hermosas y lengua no se perturbara al decirme algo malicioso, la vergüenza no te cubriría los ojos, sino que me hablarías de lo que es propio. “ ( Safo)

  Con Arquíloco se observa un cambio, su poesía es mucho más personalizada y propia, hablando directamente de su amada, sufriendo por este amor no correspondido y haciendo sátiras del amor que sintió alguna vez por Neobula. Con el paso del tiempo, Arquíloco rechaza a su amada, puesto que con los años su belleza desapareció, sin embargo, siempre acaba recordando el antiguo amor que sintió alguna vez por ella. También tiene fragmentos en los que habla de la hetera, la cual la usa de sátira como también elogiando su tremenda belleza, Agrados cita este fragmento: “Sus cabellos perfumados y su pecho, oh Glauco, de suerte que hasta un viejo se habría enamorado” (Adrados, pp. 135). Hay muchas sátiras en este poeta, un amor adultero está presente, el del amorío con la propia hermana de Neobula, en cambio, este amor no fue más que placer y erotismo, nunca pudiendo llegar al amor que se siente en la juventud.

...